My curse [m-preg]

Capítulo 46 ~ Guerra (I)

46.

La tensión era claramente palpable. Extrañamente, Stiles se sentía tranquilo, relajado, decidido. Iba a salvar a Roshan, le daban igual los dioses que se le pusieran por delante. Además, se sentía como si de ahí se fuera a decidir una guerra que venía de lejos. Extraña sensación la que le recorrió por la columna, como si algo encajara por fin en él, algo que no podía ubicar.

Scott, junto con su abuela e Isaac, iban más atrás, sabiendo que la cercanía con sus amigos no era buena, ya que eran el blanco del odio de toda aquella jauría de lobos. Mientras caminaban atravesando el bosque, Stiles miró a Derek.

-¿A qué demonios vino lo de antes? -preguntó afianzando el agarre de sus manos alrededor de Roshan.

-¿A qué te refieres?

-Lo que "digan lo que digan". ¿Qué podrían decirme para que dejara de amarte, Derek? ¿Es algo que no sé y que debería? -El moreno suspiró y cerró los ojos, abriéndolos para guiarse por la espesura, pero aquel camino lo conocía muy bien.

-Sabes la clase de lobo que era antes -murmuró-, y sabes lo que te odiaba, a ti y a todas las panteras. Si lo recuerdan, espero que pienses en mí ahora, y no te dejes llevar por sus habladurías. El dios Iniuria es malo, es perverso aunque muy inteligente. Sabe cómo jugar con tu mente. Bueno, con la de las personas normales, la tuya es especial...

Oyeron un ruido entre las ramas, y al mirar vieron a cuatro Guardianes del Olvido encapuchados. Stiles siseó, protegiendo a Roshan en su costado y mostrando los ojos ambarinos.

Notó unas manos coger al cachorro, e iba a girarse y matar a quien osara tocarlo, pero resultó ser Carmen, que quería coger al pequeño para alejarlo de la pelea.

-Es ella -musitó Isaac a duras penas, señalando a uno de los Guardianes, que llevaba una katana-. Fue la que me mató.

Oyó el siseo cargado de furia de Scott, y vio los ojos repletos de furia y bañados en hermoso ámbar. Levantó la mano y lo hizo mirarlo.

-No te vayas a luchar -pidió con voz lastimera-. Quédate conmigo. -Como si aquello fuera capaz de calmar el viento de venganza que lo había azotado, los ojos de Scott volvieron a ser marrones, calmando las aguas en su interior.

-No me moveré de aquí.

Unos pasos más adelante estaban Stiles y Derek rodeados. La pantera tenía una sonrisa triunfante, sentía que aquellas esencias no las tenía grabadas en su pelaje, por lo que sería un triunfo para el Sugo. Sacó las garras mientras que Derek hacía lo mismo con las suyas.

-Es una pena que Roshan no pueda matar a ninguno -comentó distraídamente un poco girado hacia el moreno-. Yo creo que se parece demasiado a mí.

-Lo de matar a mordiscos lo ha sacado de mí -gruñó Derek con una sonrisilla. Disfrutó de la risa de Stiles antes de que los cuatro Guardianes los atacaran.

Eran dos para cada uno, pero extrañamente los cuatro atacaban a Stiles, aunque claramente, que fuera un Dios lo hacía más peligroso, con lo que sus esfuerzos se concentraban en capturarlo o matarlo. Aunque debían dejárselo a su señor.