Capítulo 48 ~ Colores

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48.


Roshan no paraba de aullar, mientras que Derek seguía aferrándose al cuerpo de Stiles. Estaba frío, muy diferente a lo que estaba acostumbrado. Necesitaba el calor del metamorfo, necesitaba a la pantera, necesitaba al padre de su hijo, necesitaba a Stiles.


La herida de Isaac finalmente se cerró por el poder que emanaba de Roshan, aunque éste no hiciera nada. Aun así, el rubio seguía sentado en el suelo, llorando lágrimas silenciosas contemplando a Stiles.


Los tres lobos que se habían quedado para mirar aquello, se acercaron gruñendo a donde estaban ellos. Derek los miró fuera de sí.


-¡¡LARGO DE AQUÍ!! ¡FUERA! ¡SI QUERÉIS VENGANZA YA SE LA HA COBRADO VUESTRO ESTÚPIDO DIOS! -gritó crispando los dedos en la piel de Stiles, cuyo cuerpo estaba lánguido.


Roshan bajó de la roca y se colocó junto a sus padres, erizando el lomo y gruñendo amenazadoramente, mirando a los de su especie, que habían parado su marcha. Scott se transformó y se situó junto al lobo blanco, e incluso Carmen acogió a su esencia metamórfica y los encaró. Éstos retrocedieron y acabaron por alejarse, mientras que Derek sollozaba llamando a Stiles.


Su hijo volvió a aullar, golpeando el brazo del moreno en repetidas ocasiones. Éste apartó una de sus manos del castaño y acarició al lobo, que temblaba.


-Derek... -susurró Carmen posando su mano en el hombro del lobo-. Será mejor que nos vayamos de aquí.

-No pienso dejarlo aquí -rugió el otro.

-Ni yo tampoco, Derek -musitó Isaac poniéndose de pie y acercándose-. Pero será mejor que nos lo llevemos de aquí.


En silencio, el lobo cogió en peso el cuerpo de Stiles, apretándolo contra él, esperando así contagiarle el calor que le faltaba, negándose que el Sugo, que Etiam, que su pantera, Stiles, se hubiera ido.


Llevó a Stiles sobre él, y Roshan se negaba a abandonar el regazo de su padre, por lo que la imagen que daban desde fuera podría interpretarse como una familia feliz, pero esa familia -la única que le quedaba a Derek- se había roto, dejándolo helado ante aquella nueva realidad, desprotegido ante el futuro.


Llegaron a la residencia de madrugada, cubiertos de mugre, sangre -ajena o propia-, y una desesperanza muy pesada, aunque hubiera acabado todo.


Subieron a la habitación de Derek y Stiles, dejando al castaño tendido en la cama. El lobo se dejó caer en un sillón y se tapó la cara con las manos. Temblaba violentamente, aterrado porque al día siguiente se despertara y siguiera siendo verdad el hecho de que Stiles hubiera muerto.


-Necesito estar solo -murmuró cogiendo a Roshan y acunándolo contra él. Los otros asintieron y salieron de la habitación.


Scott abrazó a Isaac, que llevaba en tensión todo aquel rato, haciendo que se viniera abajo y se echara a llorar como un niño pequeño. Carmen no hizo ningún comentario de disgusto, no dijo nada: tan sólo los miró.


No era quién para decidir a quién tenía que querer su nieto, aquello lo había aprendido del Sugo.

My curse [m-preg]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora