1.8-Reunión

298 5 2
                                    

Regresó del baño con un par de servilletas teñidas de un marrón oscuro, gracias a su previa "visita" al baño, que luego tiró al bote de basura más cercano. Fue a su escritorio, sacó del bolsillo el papel en el que había escrito el mensaje del asesino y lo pasó al computador. Hubo una traducción, que era la siguiente: "¿usted entiende, oficial?". No le llevó a nada, y a pesar que no entendía el mensaje, sí entendió que no sería tan fácil de encontrar, más aun sabiendo lo que había visto unos minutos atrás. También entendió que no se estaba enfrentando a alguien normal, sino a alguien más complicado, más peligroso. Debía tender una trampa, debía hallar una forma de llegar a él, a ella, a eso. La pregunta era, ¿cómo? Eso fue lo que le carcomió toda la tarde, y no pudo pensar una forma de llegar al sujeto, así que decidió volver a casa y seguir al día siguiente. Al llegar a la puerta notó que algo no andaba bien. Se sentía algo mal en el ambiente, así que tomó su bastón y empezó a deslizarlo, hasta dejar al descubierto una espada oculta dentro de él. Avanzó lentamente, observando cuidadosamente todo el apartamento, y lo que vio, muy bien escondido, lo dejó sin palabras, que no se molestó en usar en ningún momento, guardando un silencio total. En un rincón, había suaves ondulaciones en el aire, algo así como distorsiones. Cerró la puerta, para que no se oyese lo que estaba a punto de suceder, o lo que esperaba que sucediera: un derramamiento de sangre. La incógnita era de quién sería la sangre, y además del obvio hecho de que no quería ser él quien fuera el afortunado, si esa distorsión era la criatura del video, y si esa criatura del video era el Guante, estaba de suerte, ya no tendría que preocuparse de cómo encontrarlo, lo malo, era que probablemente fuera su única oportunidad. Aproximadamente faltaba un metro para llegar a eso, y de repente sintió un gran golpe en la nuca, por lo que cayó en el suelo inmediatamente. Lo último que vio fue el pie de su agresor, y el fino y elegante objeto que lo abatió al lado del mismo. Intentó levantar la cabeza para ver su cara, a lo que contestó con otro golpe que lo dejó inconsciente de inmediato. Cuando despertó notó que no estaba en su apartamento, y que estaba en sano estado, además no estaba atado o limitado a moverse, estaba libre. Miró a su alrededor y solo vio oscuridad. Buscó una salida, tanteando, pero no encontró ninguna, sino que encontró (más bien sintió) unos marcos metálicos. Al cabo de un momento se produjo una luz que aminoró la oscuridad, aunque no mucho. Vio siete grandes pantallas alrededor suyo, que, efectivamente, fueron los "marcos" que llegó a sentir. Todo lo que se apreciaba eran siluetas negras, de hombres y mujeres con un fondo blanquísimo. Una voz distorsionada de lo que parecía ser un hombre comenzó a hablar:

—Buenas tardes, detective, gracias por acudir a tal importante reunión.

Confundido, replicó instantáneamente:

—¿Quién eres? ¿Por qué me has traído aquí? ¿Por qué no me has matado?

Con voz tranquila, respondió, mientras las demás siluetas guardaban total y absoluto silencio.

—Sabe, no lo considero estúpido. De todos modos, pasaré a responder lo primero. Usted ya nos puso un nombre, no es necesario que lo diga para que sepa de qué estoy hablando.

Quedó boquiabierto, y con una expresión en su cara de confusión total. Lo que había dicho confirmó lo peor. El, ella, ellos, eran el Guante, que por fin estaba cara a cara (o algo así), pero no había manera de llegar a ellos, no desde su posición. Continuó hablando:

—Solo que cometió una gran equivocación al ponernos ese nombre, no usamos guantes, pero si tenemos cierta relación al rojo.

Hubo una pausa, y una muy incómoda para el oficial.

—¡Ya sé! ¿Qué tal si pensamos en un nuevo nombre para nosotros?

Rob no entendía nada, pero sí que el Guante, o el que estaba a la cabeza, era un loco total. Hablaba con tal tranquilidad ignorando que había cometido tantos asesinatos, o, por lo menos, que había planeado, o, menos tal vez, simplemente haberlos ordenado. Pero, hablaba con tal tranquilidad, como si nada pasara, también ignorando completamente que estaba hablando con el oficial que estaba a cargo de atraparlo, o, mejor dicho, atraparlos. La voz siguió:

—Sé que debe estar pensando en muchas cosas, cuestionándose muchas otras, pero le aclararé algo. De ahora en adelante, su vida se agitará un poco. Sabemos mucho de usted, pero usted, en cambio, sabe poco y nada sobre nosotros. Esto no se quedará así mucho tiempo. Como puede ver nuestra, digamos, organización, consta de siete miembros, cuatro hombres, tres mujeres, incluyéndome. Estos miembros, estarán presentes en su vida de ahora en adelante, ya sea por estar constantemente en su vida, por solo verlos caminar en la calle, o avistarlos una única vez. La cuestión es que, tendrán algo que la gente, digamos... "normal" no posee, ya se dará cuenta de ello.

Hizo una pausa.

—Sabe, creo que ya he respondido todas sus preguntas, ahora, como decía, ¿otro nombre para nosotros, oficial?

Ahora, no había duda. Este hombre estaba loco, y a los locos hay que seguirles la corriente. Así que, se limitó a responder tranquilamente:

-Piensen uno ustedes, si los que yo formulo no son de su agrado.

El hombre respondió:

—Mmm, bien, ¿sabe qué? Le daré una pista, nosotros, no somos normales, ya estamos en este mundo, pero no somos de este mundo. Le daré un indicio, a lo que se deberá este nombre. De ahora en adelante, seremos El Espejismo, no El Guante. Lo de rojo, queda a su total elección. Por otra parte, deducir esto, será su trabajo, detective. Espero nos podamos ver cara a cara algún día.

Dicho esto, no tardó mucho para perder el conocimiento nuevamente.



-------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------

Hola! Aquí White Shadow. Como mañana es navidad, y no estaré, lo publicaré hoy. Quería hacerles este regalo a los lectores que me siguen y leen mi historia por esta fecha, aunque sé que otros tienen diferentes religiones y más, pero es simplemente un pequeño regalo; la mejor parte del libro hasta ahora. Espero lo disfruten, y no me quieran matar en el capítulo que viene, ya sabrán porque. En fin feliz navidad de parte de este autor.



El Espejismo #PremiosEmpireWhere stories live. Discover now