Amistades peligrosas.

Capitulo 5

¡Hola! Es la primera vez que pongo un ¿anuncio?, lo que sea, antes del capitulo. Primero que nada ¡feliz navidad a todos! En mi país todavía es 23 de diciembre, pero la razón por la que voy a subir el capitulo hoy es porque mañana no tendré tiempo. Lo segundo, muchísimas gracias a todas las personitas que leen este fanfic, lo votan y lo comentan. Sinceramente, siempre creí que esta historia no la iba a leer nadie, y el hecho de que ciento y algo de personas lo hayan leído me hace muy feliz. Estoy eternamente agradecida. Eeeen fin, creo que se me alargó demasiado esto. La semana que viene no sé si habrá capitulo, pero intentaré subir. Quizá la historia les parezca aburrida, pero les prometo que esta por ponerse muy interesante, ¡se van a llevar muchas sorpresas! Si algo no les gusta, o tienen alguna critica constructiva haganmelo saber en los comentarios. Eso es todo. Adiós, y disfruten el capitulo. 

El viernes llegó más rápido de lo que Luna esperaba.  A las 4pm ya estaba en la mansión de los Greengrass. Astoria y Daphne la recibieron con abrazos, y sus padres fueron muy respetuosos.

— ¡Lunática! —gritó Blaise, entrando por la puerta que conectaba con la cocina— ¡Por fin llegas!

— ¡Blaise! —dijo Luna abrazándolo. — Tu cabeza está rodeada de nargles.

— ¿Qué tal si vamos afuera? Theo está allí. —acotó Astoria.

—No habrá escuchado que llegaste, Lunática. Y te aseguro que está muy deseoso de verte. —dijo Blaise, pasando su brazo alrededor de los hombros de Luna. Los cuatro se dirigieron al patio.

"Esto es hermoso" pensó Luna. El patio era bastante grande, había muchos árboles dispersos, y todos tenían luces blancas alrededor del tronco y sobre las ramas más superficiales. Había una mesa, larga, con comidas, postres y demás. También había mesas circulares, esparcidas cerca de la mesa principal. Allí había otros magos, familia de los Greengrass y amigos de sus padres.

— ¿Ha venido Draco? —preguntó Luna a Daphne, en un susurró.

—No. Tampoco ha contestado la invitación. —respondió.

—Oh... ¿Cómo se encuentra Astoria?

—Al principio se había decepcionado porque realmente quería que venga, pero mi madre ha hablado con ella y entendió que nadie puede obligarlo a que la quiera. Que estemos todos aquí le hace muy bien, ella está contenta.

—Pero eso es lo que quieren hacer. Obligarlos a casarse dentro de unos años es lo mismo que obligarlos a quererse. —atacó Luna.

Sabía de antemano que Lucius había acordado con el padre de Astoria el casamiento hacía muchos años. Así, mantendrían el linaje de pureza y la fortuna, aunque al principio Lucius deseaba que sea Pansy Parkinson quien se casara con su hijo, así seguirían los pasos de sus respectivos padres y ambos serían seguidores del Lord. Pero el padre de Pansy no había aceptado, él no permitiría que su hija sea obligada a algo así. Luna era consciente del sufrimiento de Draco, por verse obligado a quererla cuando en realidad su amor le pertenecía a otra muchacha, y el de Astoria, al ver que su amor no era correspondido, si no detestado.

—Sí —respondió Daphne, sacando a Luna de sus pensamientos—. Pero Astoria ha hablado con mis padres ayer en la mañana, y les ha pedido que lo cancelen todo. Dijo que no quería obligar a Draco a casarse con ella si no la amaba. —confesó. Luna quedó anonadada, y la miró sin creerlo. Antes de poder decir algo, una señora con una larga túnica bordo se acercó a ellas.