19 años después.
El pequeño Scorpius corrió hacia Theodore, su mejor amigo. Ambos estaban emocionados, porque empezarían su primer año en Hogwarts, la escuela de magia y hechicería.
Astoria y Draco lo llevaron hasta la plataforma 9 ¾. Allí se encontraron con Blaise, y su esposa Lauren, los padres de Theodore Zabinni.
— ¿No se piensan despedir? —dijo Draco. Los dos niños, que estaban por subir al expresso de Hogwarts casi sin despedirse de sus padres, se volvieron.
Draco abrazó a su ahijado Theodore y le dejó algunas ranas de chocolate en el bolsillo de su túnica. Luego, a su hijo, a quien le dejo grageas de todos los colores en el bolsillo de su túnica.
Blaise también abrazo a los niños, y les recordó que su deber como tercera generación era seguir el legado de sus padres: molestar a los Potter, y a los Weasley.
—Deberíamos esperar a Anne ¿no? —preguntó Scorpius.
Fue en ese momento en que vieron correr a Pansy, junto con su hija Anne Luna Parkinson. Pansy era madre soltera, porque su novio muggle la había abandonado cuando se enteró que ella era bruja, y además estaba embarazada. Sin embargo, hacía poco había conocido a un hombre, pero no quiso contarle mucho a sus amigos: lo único que sabían era que efectivamente, ese hombre era mago.
El tren hizo su último aviso, estaba por partir.
— ¡Corre Anne, corre! —la niña logró subir al tren con ayuda de Scorpius y Theo, quienes ya estaban arriba.
— ¡Te amo! ¡Escríbeme luego de la cena! —le gritaba su madre, agitando el brazo como una loca.
Scorpius y Theo se rieron ante la actitud de su tía.
—Ya, cállense. —les dijo Anne. Los tres niños vieron la estación desaparecer, y corrieron a adentrarse al tren, para encontrar un lugar donde descansar hasta llegar a Hogwarts.
En el anden, estaban los ex alumnos de Slytherins, todos nostálgicos por la partida de sus hijos.
—La casa estará vacía sin ellos. —comentó Lauren, la esposa de Blaise. Astoria y Pansy, quien ya estaba junto a sus amigos, asintieron.
— ¿Crees que Theo, Scor y Anne se llevaran mal con los Potter, y la niña Weasley como nosotros lo hacíamos? —preguntó Draco, entre risas.
— ¡Por supuesto! Los tres serán la pandilla de Slytherin. —respondió Blaise, y ambos chocaron puños.
—Casi no llegas, Pansy. —le dijo Astoria a su amiga.
— ¡Ni me lo digas! Anne no encontraba su estúpido gato, entonces no podíamos venir sin él. —todos rieron.
Los cinco comenzaron a caminar hasta la pared, para volver a cruzarla.
— ¿Recuerdan el día que Luna y Theo bailaron ese extraño baile en el cumpleaños de Tori? —recordó Pansy.
Todos rieron. Se fueron caminando lentamente, recordando a sus amigos, como hacían cada vez que estaban juntos.
Draco, Pansy y Blaise, jamás sintieron la ausencia de Luna y Theo, porque ellos vivían dentro de sus corazones y sus memorias. Jamás los olvidaban. Les hablaban a sus hijos de sus tíos, diciéndole que los dos estaban lejos, Luna haciendo cuadros, bailando bailes extraños y Theo venciendo colacuernos húngaros. Les decían que sus tíos estaban juntos, cuidando de todos ellos, incluso en la distancia.
Draco, Pansy y Blaise, jamás sintieron la ausencia de Luna y Theo, porque jamás dejaron de amarlos.
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Amistades peligrosas.
Random«-Lunática, las criaturas de mi cabeza me han pedido que te invite a nuestras mesas. Si es que eres capaz de pasar una clase junto a las serpientes. -dijo, con una sonrisa de lado en su rostro. - ¿Tú también crees en ellos?» ¿Qué pasaría si Luna Lov...