Capítulo 2: ¿Qué paso ayer?

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NSólo actúa normal. Hay que dejar una buena impresión en el jefe, ¿No es tan malo, o si?. No sé exactamente que esperar, Leeteuk dijo que era amable pero ¿Y si hago algo que no le parezca adecuado?. ¿Y si me despide?, Tranquila, solo haz tu trabajo.

Solté el aire que había estado conteniendo y me acomodé el uniforme por décima vez. Aquí vamos.

Entré a las salas privadas VIP, en esas donde solo atendemos a grandes personalidades... Y al dueño.

En uno de los privados lo vi, un chico de cabello negro, sus músculos se marcaban por encima de la ropa y unos ojos preciosos, cuando Leeteuk me dijo que era joven me imagine que tendría unos 40 años, no esto, no un joven de a lo mucho 26 años y pecaminosamente tentador.

-Bu... Buenas noches- dije nerviosa, ¡Ay no!, Sentía calor en mi rostro, debía estar rojo como tomate- Mi nombre es __(TnC), le estaré atendiendo esta noche- le hice una reverencia- ¿En qué le puedo ayudar?.

-Primero que nada, respira ¿Si?, Creo que te olvidaste de hacerlo.

Creo que toda mi sangre estaba concentrada en mi rostro, el tal Suho dejo escapar una risita burlona. Idiota.

-¿Qué me puedes ofrecer?- ¡Dios!, Esa mirada... Su mirada fija en mi me ponía mas nerviosa.

-Es un café-bar señor, café y bebidas alcohólicas preparadas de todas las formas que se pueda imaginar. También tenemos un menú de postres de todo tipo. Es el dueño ¿No?, Me sorprende que no sepa lo que vende.- Tómala idiota.

-Tráeme una botella del mejor whisky que tengan

-Enseguida señor- hice nuevamente una reverencia y salí en busca de lo que me pidió. Regresé con la botella un par de minutos después.

-Aquí tiene- puse la botella y un par de vasos sobre la mesa- si necesita algo mas no dude en llamarme- me retire y fui a la barra con Taemin.

-¿Cómo te va con el jefe?- me preguntó Taemin

-Confórmate con saber que es un idiota y que hace que mis cuatro litros de sangre completitos se concentren en mis mejillas.

-Que intenso- se burló Tae.

-Cierra el pico. Me esperaba un anciano amargado, no eso.

-"Eso" bien que te gusto.

-¡Obvio no!, ¿Cómo crees?.

-Si, como digas.

Pasaron casi 40 minutos y Suho no había vuelto a llamarme para nada, así que decidí ir a verificar. Me sorprendió lo que vi, el idiota de la sonrisa arrogante había desaparecido y en su lugar estaba un chico ebrio llorando.

-¿Se encuentra bien?- me acerqué para verlo mejor y él me miro.

-Siéntate conmigo- lo dudé unos instantes- Es una orden.

Me senté frente a él y me sirvió un gran vaso de whisky.

-Bébelo- un tanto vacilante tome el vaso entre mis manos y lo bebí todo, nunca había bebido así y no paso mucho antes de quedar mas ebria que Suho -La amo ¿Sabes?, pero ella esta con otro.

-¿A quien amas?- le pregunté.

-A Sulli. La he querido desde el primer día que la vi en la preparatoria, nos hicimos muy amigos y me enamoré de ella, ¿Sabes que es lo peor?, Ella estudiaba la misma carrera que mi amigo, los presente y ellos comenzaron a salir en "plan de amigos", ella se fue a terminar su carrera a los Estados Unidos y ahora que regreso, ¿Sabes a quien busco primero?, Lo buscó a él pero estúpidamente creí que aun tenia oportunidad de confesarme y justo cuando me arme de  valor para hacerlo ellos vienen y me dan la noticia de que oficialmente son pareja, ¡Que bonito!, así que me callé, yo no podía hacerles eso a Sulli y a Minho.

Ver a ese chico asi de abatido me rompió el corazón, así que no me resistí y lo abracé, Suho recargó su cabeza en mi hombro.

-Algo mas grande espera por ti, ya veras.

-No lo creo, en todos estos años desde que ella se fue no hubo ni una sola mujer que me inspirara a algo mas que solo sexo casual.

-Aún no llega tu momento, cuando llegue la persona indicada será algo muy especial.

-Eso se escucha muy cursi.

-¿Qué mas quieres?, Soy una chica enamorada de la idea del amor verdadero.

Suho levantó su cabeza de mi hombro y me miró a los ojos, nuestros rostros estaban tan cerca que podía sentir su aliento chocar contra mi rostro, me perdí en esas mirada profunda y sin mas miramientos me besó, sus labios eras suaves y cálidos, nunca nadie me había besado de esa manera. Nos separamos en busca de  oxigeno para unirnos después en un beso apasionado y cargado de deseo, con alcohol en el sistema solo me deje llevar por lo que sentía en ese momento y me entregué por completo a ese beso.

Suho me recostó en el asiento y se colocó sobre mi, se sacó la chaqueta y en pocos segundos ya se había desecho también de mi blusa y mi sostén dejándome desnuda de la cintura para arriba, con lo ebria que estaba ni vergüenza me daba que me viera así, al contrario, su mirada me excitaba. Su polera me estorbaba, así que con movimientos torpes se la saqué por la cabeza con su ayuda, Suho gimió cuando pegue mis senos a su pecho desnudo, su mano se paseo por mis piernas subiéndome la falda de mi uniforme hasta que llego a mi sexo ya húmedo exigiendo cada vez mas. Se deshizo de mis bragas y  con movimientos rápidos y magistrales, así como que ya había hecho esto antes cientos de veces y después se deshizo de sus  pantalones y bóxer, me tomo de las caderas y  se colocó en mi entrada y me penetró de una sola estocada, el dolor que sentí me hizo gritar pero para apagar el sonido de mi grito mordí su hombro, sus embestidas eran cada vez mas rápidas, al principio rogaba porque esta tortura acabara, me dolía demasiado pero después agradecí que no se detuviera.

Siguió bombeando dentro de mi una y otra vez hasta que juntos llegamos a un orgasmo  liberados.

-¡SUHO!- gemí su nombre, me recosté cuando Suho salió de mi, intente controlar mi respiración, me sentía mareada, ebria, satisfecha y agotada, así que simplemente cerré mis ojos y caí en un profundo sueño.

DESTINADO A QUERERTEDonde viven las historias. Descúbrelo ahora