Capítulo 19

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Hacía ya un rato que habíamos llegado a nuestro destino. Mi mente continuaba intentando analizar todo lo que Calum me había confesado en el coche. Mi cabeza empezó a doler por el exceso de información, era demasiado. Inconscientemente llevé una mano a la zona dolorida mientras hacía una mueca de disgusto. Quería gritar, llorar, romper cosas, pero tenía que mantener la compostura, o al menos intentarlo.

-Val, ¿Estás bien?- Ashton se encontraba delante de mí en cuclillas, ni si quiera me había dado cuenta de cuando había cambiado de posición, simplemente estaba ahí, haciendo como que escuchaba algo de lo que hablaban Mike, Calum y él. Le di una pequeña sonrisa dándole a entender que todo estaba en orden y el simplemente frunció su ceño. Con su boca articuló un ''Más tarde hablaremos'' del que solo yo me percaté y yo asentí lentamente, dándome por vencida.

Ashton volvió a su posición y continuó hablando con los chicos sobre como librarnos de este gran problema.

No sé cuánto tiempo había pasado cuando sentí como las grandes manos de Ashton cogían la mía propia, entrelazando nuestros dedos y guiándome hacia otra habitación. Abrió una de las puertas dejándome pasar primero y entró cerrando la puerta con uno de sus pies.

-Quiero que me cuentes que te pasa, a mí no me engañas, Valerie.- Me sorprendió bastante el tono serio en su voz y el hecho de que me hubiera llamado Valerie y no Val como solía hacer.

-Yo quer...- Mi móvil vibró en mi bolsillo trasero haciendo que dejara de hablar. Fruncí el ceño confundida. Nadie más a parte de los chicos tenía este número y dudo que vayan a hablarme en un momento así. Lo dejé pasar y Ashton movió una de sus manos para que continuara hablando. Así lo hice.- Quiero saber por qué terminaste en un reformatorio.- Hablé en voz un poco baja, por miedo a su reacción. Vi como pasaba una mano por su cara mientras suspiraba con frustración. Sus ojos habían cambiado de tonalidad y se veían mucho más oscuros. Me estremecí por eso.

-Val.... Es un tema un poco...

-Dímelo, Ashton.- Corté sus palabras. Quería saber la verdad de una vez.

-Bien.-Me sonrió triste y cerró los ojos antes de seguir hablando.- Ni siquiera sé por dónde empezar. Todo empezó cuando mi madre decidió pedirle el divorcio a mi padre, lo habían despedido del trabajo y llevaba algunos meses saliendo todas las noches y llegando a las tantas apestando a alcohol. Mi padre no aceptaba que mi madre lo dejara, todas las noches continuaba viniendo a nuestra casa borracho, exigiéndole a mi madre una explicación, como si no fuera más que obvia.- Sonrió sarcásticamente mientras apretaba sus puños. Cogí su mano intentando darle las fuerzas necesarias para que siguiera relatándome su historia.- Mi madre puso una orden de alejamiento en su contra y estuvimos cuatro meses sin recibir ninguna visita de su parte, pensábamos que todo estaba en orden ya, estábamos empezando a ser felices de nuevo. Hasta ese jodido día... Fui un estúpido. Esa noche decidí salir con mis amigos, a pesar de que hacía meses que no veía a mi padre tenía cierto temor de que volviera y yo no estuviera para proteger a mi familia.- Su voz salió quebrada en esa última frase. Sus ojos estaban rojos y cargados de lágrimas a punto de salir. Algo se rompió en mi interior.

-Ashton... no es necesario que sigas si no lo deseas, no quiero que recuerdes malos momentos. No debería haber preguntado, lo siento.-Bajé la cabeza. Me sentía la peor persona del mundo.

-No, tranquila, quiero seguir contándotelo.- Levantó mi cabeza por el mentón y dejó un pequeño beso en mis labios que sabía salado a causa de las lágrimas que ya habían empezado a resbalar por sus mejillas.

Nos sonreímos y apretó sus ojos con fuerza. Se limpió las lágrimas con una mano y siguió hablando.

-Esa noche decidí salir con mis amigos, mi madre había logrado convencerme de que lo hiciera a pesar de que no quería por miedo a que él volviera. A eso de las doce de la noche recibí una llamada desde mi casa, aún recuerdo el escalofrío que sentí al ver eso. Antes de responder yo ya me estaba dirigiendo a mi casa. Al contestar solo conseguí escuchar gritos mezclados y la voz de mi padre de fondo. Salí corriendo a la velocidad que mis piernas me daban. Entré a la casa angustiado y vi a mi padre completamente borracho encima de mi hermana intentando forzarla. Estaba lleno de sangre, al principio pensé que era suya, pero luego vi a mi madre tirada en el suelo de la cocina con una enorme mancha roja en el abdomen mientras un cuchillo embarrado de lo que supuse que era su sangre descansaba a su lado. No se movía sus ojos estaban cerrados. Grité con todas mis fuerzas llamando la atención de mi padre que me miró de soslayo pero no se movió. Cogí una de las botellas de vino que había en la cocina, la estampé con fuerza en la cabeza de mi padre que continuaba sobre el cuerpo de mi hermana haciendo así que se quitara de encima para caer al suelo. La botella se quebró por la mitad quedando parte de ella en mi mano, algunos cristales se clavaron en esta, pero en ese momento poco me importó. Mi padre se levantó tambaleándose después del golpe e intentó atacarme. Inconscientemente hundí la botella rota en su costado, haciendo que sangrara y cayera al suelo. En ese momento no supe que hacer, y simplemente llamé a una ambulancia con esperanzas de volver a ver a mi madre abrir los ojos. Pero no fue así.-Negaba con la cabeza bajada mientras apretaba mi mano un poco fuerte. Creo que se percató ya que soltó algo su agarre.- Al llegar la ambulancia junto a dos policías metieron a mi madre y a mi padre inmediatamente a la ambulancia y a mí me cogieron preso. Me negaba a irme por mis hermanos, pero me prometieron que los llevarían con algún familiar y les hice llevarlos con una tía que vive en Newcastle. Más tarde, en comisaría me dieron la noticia de que tanto mi madre como mi padre habían muerto. Por lo tanto terminé en un reformatorio, y más tarde me trasladaron al tuyo.- Terminó su historia y yo salté a abrazarlo llorando sin parar.

-Tenía esperanza de que me dejaran salir ya que fue en defensa propia, pero la policía ya me tenía fichado.- Rio sin humor.

No tenía palabras para todo lo que me ha dicho por lo que simplemente lo besé, dándole a entender que estaría siempre con él. Nos quedamos un rato así, disfrutando el uno del otro hasta que decidimos que sería mejor salir para no preocupar a Michael y Calum.

Salimos cogidos de la mano y nos sentamos de nuevo en uno de los sofás. Iba a sentarme en el sitio de al lado de Ashton, pero este me cogió de la cintura haciendo que me sentara sobre sus muslos. Me giré un poco y le sonreí.

Vi como movía sus labios sin emitir palabra diciendo que me quería a lo que yo le respondí de la misma forma diciéndole que yo también a él. Lo besé cortamente y entonces recordé el mensaje. Me moví un poco y conseguí sacar el aparato de mi bolsillo trasero.

-Si me lo hubieras dicho yo mismo lo habría cogido.- Sonrió Ashton de lado y yo reí pegándole en el brazo.

Desbloquee mi móvil y vi que efectivamente tenía un mensaje de un número completamente desconocido para mí. Lo abrí y mi cuerpo se congeló al instante.

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HOLA, ESTOY VIVA

Dios, he tardado meses en subir, lo sé. Pero me ha sido imposible. Mi ordenador se rompió este verano y de que quise comprarme otro había empezado el bachillerato y eS ALGO MUY DURO, VALE.

Y no digo nada más, porque se que diga lo que diga me váis a odiar (yo lo haría).

Este es de los últimos capítulos, intentaré subir lo antes posible. Prometo que esta vez no pasarán meses jajaja.

Xx



Problems - Ashton IrwinDonde viven las historias. Descúbrelo ahora