Capítulo 18 - Carta

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Es viernes y la semana a pasado relativamente tranquila, sin ninguna noticia más ni discusiones con Mike. He aprovechado al máximo todo el tiempo libre que he tenido para pasarlo con Ray, incluso he quedado un par de veces con Lizzy. Los besos y caricias han continuado, pero ninguno de los dos ha sacado el tema de qué somos exactamente. No soy tonta, sé que actuamos como una pareja y que no hace falta tener una charla para formalizar nuestra relación. Pero siento que si me lo pidiera, le estaría condenando a no poder avanzar cuando desaparezca de Ellicott, cuando el fantasma venga a buscarme.

Me muevo entre la gente intentando llegar a los asientos que Lizzy está guardando. Cuando por fin llego me dejo caer junto a ella con una gran bolsa de palomitas.

– La próxima vez vas tú a buscarlas – suelto mientras busco con la mirada a Ray.

Hoy se celebra la semifinal de relevos de natación y Ray me pidió que viniera, que era una competición importante. No me convence mucho esto de estar rodeada de una masa de gente que insulta y anima a la vez. Pero Lizzy quería venir a ver a Jared y me pidió que fuera su escusa. Quizás el hecho de que me recordara que vería a Ray sin camiseta ayudo un poco en la decisión.

Y por eso me encuentro aquí, en la primera fila de las grada, para no perderme ningún detalle. Veo a Ray salir de los vestuarios con el gorro en la mano, mientras habla con su mejor amigo. Siento como Lizzy me clava sus uñas en el brazo y hago una mueca de dolor sin apartar la mirada de Ray.

– No seas tan obvia

– Mira quien lo dice, la que no puede apartar la mirada del paquete de Ray – me contesta molesta.

Consigo apartar la mirada de Ray y la centro en mi amiga, que me mira enfadada y con los brazos cruzados.

– Yo no le estoy mirando el paquete – contesto como una niña pequeña – simplemente estaba mirando cómo le sienta el bañador.

Veo como se empieza a reír por la situación y yo pongo los ojos en blanco mientras vuelvo a mirar hacia la piscina intentando esconder mi sonrisa. Ray mira en nuestra dirección golpeando el brazo de Jared y nos señala. Sonrío y levando la mano para saludarle. Mi sonrisa se ensancha aún más cuando me guiña el ojo para después dirigirse a la posición que le toca como nadador. Cuando me giro para mirar a Lizzy aun con mi sonrisa veo que está roja como un tomate.

Pero antes de que le pueda preguntar qué ha pasado, oigo el pistoletazo de salida y me giro a tiempo de ver a Ray saltar en el agua. Nada rápido, muy rápido. Hace las cuatro piscinas en menos de dos minutos y cuando sale de ésta el siguiente del equipo salta. Veo como respira agitado por el esfuerzo mientras el entrenados palmea su espalda dándole la enhorabuena.

La competición acaba antes de lo que pensaba y la gente empieza a saltar en las gradas por haber ganado. Lo han hecho por poco, pero lo han hecho. Ray se acerca con el pelo húmedo y despeinado y una toalla colgada de su cuello. Me inclino sobre la barra metálica que nos separa y le beso. Me da igual que la gente nos esté mirando, total, en algún momento lo iban a saber. Me separo un poco de el para mirarle a los ojos.

– Enhorabuena – susurro antes de volverle a besarle.

***

Releo la carta antes de cerrarla en un sobre y enviarla.

"Inspector Gregor, no diga a nadie que ha recibido esta carta. Ni a mi familia ni a la gente de quienes te fías hasta que no esté todo listo. En fin, me llamo Abigail Hallman y supongo que sabrá quién soy. No he podido avisar antes, ni pude ir directamente a la policía a denunciarlo, pero escapé. Fui la primer chica en escapar de él. Desde el primer día que entras en esa horrible casa, él te deja claro que si te escapas, tu familia, amigos, todo aquel que alguna vez te ha importado, morirá. Da igual que le cojan, él tiene contactos en todas partes: policías, gente en el gobierno, en hospitales, en las cárceles, gente normal y gente no tan normal.

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