Me cabo de poder la camiseta Ray, le miro y veo que está apoyado en la cabecera de la cama. Está serio, sin mirar nada en concreto.
– ¿Te has enfadado? – pregunto sonando un poco como una niña pequeña.
Él me mira y una pequeña sonrisa se forma en su cara. Palmea el colchón para que me siente a su lado y sin dudarlo lo hago. Me acurruco contra él, sintiendo como el nudo en mi estómago se agranda y mi mis ojos arden. Ray merece saber lo que paso, tiene derecho a decidir, si quiere estar conmigo o no. Y mi pasado es parte de mí, no puedo escondérselo u obligarle a aceptarlo.
– Yo solo quería ir a casa de mi mejor amiga a dormir. – comiendo susurrando – decidí acortar el camino pasando por un callejón, estaba oscuro pero no era la primera vez que iba por ahí y nunca pasó nada. Pero ese día fue diferente, ese día lo cambio todo. Ese día marcó el fin de lo que era y el inicio de lo que soy – noto como una lágrima resbala hasta caer en mi clavícula. Levanto la cabeza y nos miramos fijamente – Nunca llegué a casa de Sara, Ray. Nunca volví a ver a mi mejor amiga. Nunca volví a ver a mi familia.
Flashback
No es muy normal ver coches en esta calle, por eso me extraña ver una furgoneta negra. Intento mantener la calma, a pesar de la mala sensación que tengo. Pero cuando veo que la furgoneta frena justo donde me encuentro el pánico se apodera de mí. Intento huir, pero cuando sale un señor sale un señor con la cara cubierta, no puedo dar ni dos pasos antes de ponerme un pañuelo blanco con un olor muy fuerte. A los pocos segundos me entra un repentino cansancio y dejo de resistirme. Mi vista se oscurece y dejo de ver la calle que da directamente a la casa de mi mejor amiga.
***
Me despierto en un lugar sucio, frío y oscuro, sin saber muy bien lo que ha pasado. Me levanto notando como mis piernas tiemblan. Estoy desorientada y un poco mareada. Veo una puerta y la intento abrir sin saber muy bien a donde me dirige. Al ver que es inútil, me vuelvo a sentar en suelo, notando que no voy aguantar mucho más de pie. Estoy asustada, aterrorizada. Pero el pánico no llega hasta que el recuerdo de un hombre tapándome la boca llega a mí. Quiero irme a casa.
A la hora oigo como abren la puerta y levanto mi cabeza que ha estado todo este tiempo escondida entre mis rodillas. A pesar de que en un primer momento no le había visto la cara, sé que es el mismo señor del pañuelo blanco. Le miro asustada, sin saber que hacer o que esperar. Tiene la tez muy pálida y su pelo negro azabache solo hace resaltar más ésta, sus ojos helados me miran fijamente. Es joven, de unos 30 o 35 años. Me sonríe, pero no tiene una de esas sonrisas amables o cálidas, no. Es una sonrisa cruel que me he asustado y provoca que empiece a temblar. Nunca en mi vida había visto una mirada tan cruel, repleta de promesas horribles. Lo peor fue sentir la seguridad de que las iba a cumplir cada una de ellas.
Fin Flashback
– Me hizo cosas espantosas, Ray – le digo sin dejar de mirarle y puedo ver como sus ojos estar reteniendo también lágrimas – cosas horrible que no se lo desearía ni a mi peor enemigo – no puedo evitar romper a llorar, él me mira angustiado y me aprieta contra él. Me alivia que no se haya alejado aún – Cuando acabo, cuando se largó de la habitación, pensé que ya estaba, que me dejaría libre. Podría volver a abrazar a mi madre y que me consolara, pero no podía estar más equivocada. No solo no acabo, sino que fue peor.
Flashback
Me tira dentro de una habitación y noto como mis rodillas arden por el roce del cemento. Llevaba mi ropa interior de abajo y una camiseta vieja con algún que otro agujero que me había dado. Cierra la puerta y yo me abalanzo hacia ella intentándola abrir, al ver que no se puede, la golpeo mientras chillo pidiendo ayuda. Noto como la desesperación se apodera de mí. Cuando noto que alguien posa su mano en mi hombro, me asusto y me giro mientras retrocedo hasta quedar contra la puerta metálica.
![](https://img.wattpad.com/cover/32520317-288-k651168.jpg)
ESTÁS LEYENDO
Be careful
Fiksi RemajaTerror, es lo único que siento, pero tengo que seguir corriendo, no puedo parar. Tengo que esconderme y huir, ese es mi único pensamiento, por mí, por todas ellas, por mis padres, por mi hermana. Me caigo, me duelen los pies y las rodillas, me levan...