Capítulo: 22

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Era temprano y baje para botar la gran bolsa de basura ahora. Y mi mamá me detuvo.

—¿Qué es todo eso cariño?— pregunto.

—Basura mamá..

—¿De dónde salió todo eso? ¿Aún escondes cosas es el closet?— pregunto y reí.

—Tranquila, limpio bien mi cuarto, esto es todo de Leo, ayer se termino todo para siempre. Beso a Amanda en plena competencia.

Salí y la entre en el contenedor. Mi madre me miró sorprendida.
Subí a mi cuarto y comencé a escuchar música. Estaba tratando de ser fuerte. Jamás hubiera pensado que Leo me traicionaría y menos de esa manera.

Me quedé todo el día en mi cuarto escuchando música y recibo una llamada por FaceTime de Shawn.

—HOLAAAAAA— dijo feliz.

—Hey..— dije desanimada.

—¿Quieres que te llevé Brownies? Eso te hará feliz.

—Es tarde Shawn..

—Mañana quiero vengas conmigo.

—¿y si no quiero?

—Bueno entonces insistiría para que lo hicieras.

Sonreí y se sentó al frente del piano.

—¿Me extrañaste?— pregunto y bufé.

—¿Qué clase de pregunta es esa? Claro qué te extrañe muffin.

—Sabes que eres muy tierna ¿verdad?— dijo y sonreí.

—Lo único bueno de este día ha sido tu llamada— dije acostándome y tapando mi cara con la almohada.

Escuché su risita y luego el piano. Me levante para verlo y se veía muy concentrado.

—Enséñame a tocar el piano muffin..

—Claro princesa.

En ese momento todo se detuvo. Las palabras de mi madre esta vez se reproducieron más fuerte en mi cabeza. Estaba batallando fuertemente con mis pensamientos.

¿Leo o Shawn? ¿Shawn o Leo?

—¿Stephanie? ¿Escuchaste?— me preguntó.

—No, lo siento, ¿qué me dijiste?

—Qué debe ser antes de qué..

—Te vayas..— complete su oración triste.

Estaría sola. Sin los chicos. Sin Shawn. Sin Leo. Completamente sola.

—Sí.. pero no estés triste, te llamaré todos los días y te visitaré cuando pueda— dijo dejando de tocar el piano.

—Gracias Shawn— dije sonriendo.

***

Estaba en el bakery cerca de casa cuando veo a Leonardo entrar junto a Amanda. Mi muffin de chips de chocolate dejó de tener el mismo sabor. Algunas personas se le acercaban y se tiraban fotos con ambos.

—¿Desea algo más señorita?— preguntó la mesera.

—La cuenta— dije todo lo más rápido que pude.

Tomé mi chocolate caliente y mi muffin y me dirigí a pagar. Le di el dinero a la chica y salí. Justo cuando creí que no me habían visto lo escucho gritar.

—¡Stephanie! ¡Tenemos que hablar!— grito.

Me detuve en blanco.

—¡Hablar! Ví lo suficiente como para querer hablar contigo, fui una estúpida.

—Es qué no entiendes..

—¿Qué rayos debo entender? ¿Qué me engañaste mundialmente con la cantante de tu banda? ¿Qué me mentiste cuando si podían comunicarse con los familiares y amigos?— dije está vez llorando.

—Eso, eso no es lo qué crees, todo esto es culpa de Shawn, míranos, jamás habíamos tenido unan pelea y él llegó y arruinó todo.

Lo miré incrédula. Me acerqué enojada y le tire con el chocolate.

—Me engañaste sin ninguna razón y ¿metes a Shawn en esto? eres un cobarde, traicionaste todo lo que me costó construir, yo te amaba y decidiste hacer eso por unos estúpidos celos. Tenías razón no fue buena idea ir a esa competencia. Pero no estés triste aún la tienes a ella.

Estábamos afuera pero aún así todas la personas del bakery estaban mirándonos. Corrí hacía mi casa y me encerré en mi cuarto a llorar. Mi madre había salido con mi tía así que no tendría molestias.

***

Las semanas pasaron volando. Shawn se iba de tour está tarde y los chicos se habían ido unos días atrás.

—¿Qué quieres para almorzar?— preguntó mamá y negué.

—¡¿Nada?!— gritó.

Subí al cuarto y me acosté, últimamente eso era lo que hacía, estar en mi cuarto.

Unreal {SIN EDITAR}Donde viven las historias. Descúbrelo ahora