Capítulo 16. "Un consejero inesperado"

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Llegué a mi habitación pasados unos segundos por medio del viaje sombra.

Mi respiración estaba mucho más agitada de lo usual, mis ojos estaban llorosos, lo que impedía que viese con total claridad lo que tenía alrededor, mientras sentía mi corazón dando fuertes latidos en mi interior.

Al estar rodeado de la oscura y solitaria vida de mi habitación, y pasada una media hora pude darme cuenta de mi error al salir huyendo de su lado.

"Eres un hipócrita, Di Angelo" Me recriminaba a mi mismo.

Ahí, acostado en mi cama en la penumbra supe de lo vulnerable que me sentía.

¿Por qué había reaccionado de esa manera?

Al huir lejos de ella había logrado percibir un sentimiento en su par de ojos castaños que había visto únicamente una vez en ella cuando había contado de la muerte de su mejor amigo. Tristeza.

Estuve pensando en ello un par de minutos hasta que escuché unos toques en mi puerta. Cosa rara, no era que yo recibiera muchos visitantes a mi habitación, pero pronto caí en cuenta que era día de revisión de cabañas.

"Lo que me faltaba" Pensé al ver el desorden a mi alrededor.

Caminé hacia la puerta, dispuesto a correr a la persona que estuviese al otro lado sin importar quien fuese.

- ¿Qué? -Pregunté con una fría y monótona voz que incluso me sorprendió a mí.

Frente a mí, unos ojos verdes me miraban con impresión, quizás por el hecho de ver mis ojos llorosos, o por mi tono de voz que nunca había utilizado para referirme a él.

Me di cuenta que casi instantáneamente el chico se había percatado que yo no estaba bien.

- ¿N-Nico? -Dijo con un poco de inseguridad.

Vi como arrojó la libreta y el lapicero en algún lado del porche e hizo algo inesperado para mí. Me abrazó.

Percy Jackson, mi antiguo amor platónico, me estaba abrazando. Pero cuando pensé que iba a sentir algo, mi sorpresa fue mayor. Nada. Absolutamente nada.

- Gracias -Espeté con un poco de pena porque me viese en esta situación, separándome de él e invitándole a pasar con un movimiento de manos.

Vi como tomó asiento en mi litera, y le imité.

- ¿Vas a contarme o prefieres guardártelo como siempre y hacerte más daño? -Inquirió, intentando convencerme de hablar con él para mejorar mi humor.

Solté un suspiro y las palabras salieron por si solas, diciéndole absolutamente todo para no dar lugar a dudas.

- Lo lamento por ponerte en esta situación, Percy -Murmuré con sinceridad- Y que, tengas que verme así -Me señalé.

Él negó repetidas veces.

- No tienes por qué disculparte, somos amigos ¿No? -Su profunda y verdosa mirada logró ponerme incómodo con rapidez.

- Tienes razón -Dije simplemente.

Él bufó.

- No sé que clase de problemas hayas tenido con Eros en el pasado, pero deben de haber sido graves para que hayas reaccionado como lo hiciste -Analizó viendo un punto muerto.

Nunca creí que Percy pudiese llegar a ser bueno escuchando en situaciones así, pero creo que estaba muy equivocado.

A pesar de como lo había tratado con lo de Bianca, él seguía ahí.

Remember me... |Nico Di Angelo y tú|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora