Capítulo 6. "Viaje extremo en la carroza de perdición"

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Eran las siete en punto cuando desperté.

Había soñado nuevamente con el día en el que recibí la noticia de que Bianca había muerto. Me sentía fatal.

Refregué mis ojos varias veces con mis puños para aclarar mi vista.

Me levanté de la cama hacia mi armario de donde saqué algunas cosas para meterlas en una mochila, que sería mi único equipaje.

Iba a despertar a _______ cuando noté que el sillón estaba vacío.

La preocupación llegó a mi. ¿Y si mi padre la había encontrado y hablado con ella?

Estaba perdido.

Entré a bañarme con los nervios tendiendo de un hilo. Me coloqué una camiseta negra sin estampa, unos vaqueros grises y unas All Star negras.

Guardé mi espada estigia y salí de mi habitación con la mochila en el hombro derecho.

Mi nariz captó un olor impecable de un buen desayuno proveniente de la cocina. Era demasiado aceptable para ser obra de los esclavos zombies de mi padre así que me encaminé hacia allí.

_______ se encontraba ahí, con una espátula en una mano ya sartén en otra mientras les indicaba con gentileza a los zombies servidores de Hades lo que debían hacer. Había un libro extendido sobrea encimera y de vez en cuando le hechaba una ojeada antes de seguir con lo suyo.

Ellos la obedecían con una sonrisa, entre ellos Bastian, limpiando algunos trastos.

Ya estaba bañada y cambiada.

Por los dioses, ¿A qué horas se levantaba esta chica?

La imagen era bastante cómica si tenías en cuenta que era una general espartana de más de dos mil años de antiguedad.

Su mirada se posó en mi, alzando una ceja.

- Menuda hora de despertar. ¿Quiéres desayunar?- Me preguntó intentando una sonrisa, debía ser difícil para ella.

Estaba confundido al recordar algo.

- Claro. Pero, ¿Cómo has aprendido a usar la cocina?-

Ella se encogió de hombros, sirviendo algo en un plato.

A los pocos segundos colocó un plato frente a mi. Había tocino, huevos, pan fresco y algunos Hot Cakes. Llevó luego dos vasos con zumo de naranja y algunas media lunas, sentándose frente a mi.

- No ha sido difícil. Ellos me lo explicaron todo, son geniales- Alzó una mano para probar aquello y los zombies hicieron una ceña estilo militar- Gracias chicos. Ya pueden descanzar. Han hecho un buen trabajo. Hay unas cuantas medias lunas fuera del horno. Son suyas-

Todos asintieron sonrientes, saliendo a la vez que se repartían los postres chinos con relleno de chocolate.

Debo admitir que el desayuno había sido excelente. Estaba perfecto.

Me pasó algunas medias lunas en otro plato. Las tomé gustoso. No sabía que los espartanos cocinaran tan bien.

- ¿Cómo supiste hacerlos?- Interrogué.

Dudaba mucho que aquellos postres fuesen tan antiguos.

Ella señaló el libro.

- Bastian me lo ha traido. Es lo que parece ser un libro de recetas. En Esparta también hacíamos trabajos de cocina algunas veces. No ha sido complicado-

Asentí.

Algo se incomodó en mi interior. Sabía que tenía que decirle.

- Gracias- Hice un amago de sonrisa.

Remember me... |Nico Di Angelo y tú|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora