— Pero ¿Qué pasó? —escuché que Percy preguntaba.
En aquel momento los tres nos encontrábamos prácticamente corriendo hacia la Casa Grande. Las palabras de Jason me habían dejado bastante confundido ¿Eros le había hecho daño a su propia hija? Yo me mantuve en silencio en todo el recorrido, me sentía culpable.
— Estaba hablando con ella cuando Eros llegó. Le recriminó por romper una promesa —explicó rápidamente Jason sin dar muchos detalles mientras entrábamos a aquella gran estructura pintada de color azul.
Vimos a Quirón haciendo una especie de inventario mientras el señor D bebía su usual refresco de uva con gas sin mayor interés. El centauro se sorprendió bastante al vernos y sonrió amable como siempre.
— Es una sorpresa verlos juntos ¿ha pasado algo? —su mirada nos daba a entender que él había notado nuestros gestos de preocupación.
Jason asintió varias veces con la cabeza antes de hablar— una semidiosa fue herida con una de las dagas de Hefesto. Está en la enfermería inconsciente.
Al instante vimos como Quirón se movió de donde se encontraba dejando los papeles a un lado antes comenzar a dirigirse, o eso suponíamos, a la enfermería. Sin dudarlo corrí tras él tan rápido como mis piernas me lo permitían. Sabía que Percy y Jason venían detrás.
La enfermería estaba como siempre, o al menos por fuera. Hice un gesto de incomodidan antes de entrar y lo que vi me dejó algo sorprendido.
Tres hijos de Apolo estaban alrededor de una camilla cubierta con unas pulcras sábanas blancas y sobre esta se encontraba la chica tendida sin moverse.Me acerqué a verla. Su rostro estaba totalmente pálido, sus mejillas anteriormemte rosadas habían perdido su color al igual que sus labios. Veía como una hija de Apolo colocaba una extraña sustancia viscosa en la herida, otro de ellos cambiaba paños de agua helada en su frente y Will, quien les daba indicaciones a sus dos hermanos, hacía algunas plegarias a su padre. Mi mirada fue a parar a Quirón, su rostro mostraba verdadera preocupación a la vez que ayudaba a los hijos de Apolo con sus conocimientos adquiridos en medicina, seguramente obtenidos por sus años entrenando semidioses.
Me concentré un momento tratando de sentie su aura. Suspiré de alivio al sentirla, seguía ahí. Vi como Jason se dejó caer sentado en la camilla de al lado junto con Percy. El rubio se veía mal, quizás se sentía culpable al haber estado con ella cuando sucedieron las cosas.
Sentí, de manera imprevista, varios pares de ojos puestos en mí. O no exactamente en mí si no en algo o alguien atrás de mí. Me di la vuelta topándome con un chico que parecía rondar entre los 19 y 21, su cabello rubio perfectamente desordenado a propósito, vestido con una camiseta celeste y unos shorts color beige. Fue entonces en que reparé en el poder que emanaba su presencia.
— ¿Dónde está? —Simplemente preguntó pasando de largo a todos para acercarse a la camilla donde la chica descansaba. Su mirada hacia ella denotaba tristeza, parecía que le dolía incluso verla en aquella situación, lo que me sorprendió bastante, Apolo no era de preocuparse por otros que no fuesen él o sus hijos— Entonces es verdad —lo escuché murmurar y vi como soltó un suspiro antes de volver sus ojos claros hacia nosotros— Salgan todos de la enfermería, necesito estar a solas con ella.
Debía admitir que no estaba totalmente seguro de dejarla a solas con él pero no me negué al sentir las manos de Jason en mis hombros llevándome fuera de la enfermería, dejando atrás a la espartana con el dios.
Sabía que ella no era cualquier chica, pero ¿Qué tan influyente había sido para recibir la visita de tres diferentes dioses la misma semana?
En eso mi cerebro recordé otra cosa y mi mirada cayó en el rubio apoyado en uno de los pilares blancos de la entrada a la enfermería. Sin importarme que Quirón estuviese ahí de mi boca salió una pregunta que fui incapaz de contener. — ¿Qué promesa rompió?
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Remember me... |Nico Di Angelo y tú|
Fiksi PenggemarUn corazón roto, por un pasado irreparable. Una escapatoria, que involucra tentar al propio dios del inframundo. Una profecía, que amenaza con cumplirse. Dos almas, destinadas a estar juntas. Y una petición... "Recuérdame"