Capítulo 1. "El dios del inframundo planifica mi boda"

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Okay. Hace poco prometí escribir acerca de los acontecimientos ocurridos en mi vida y que considerase fuesen "entretenidos para el lector" así que me decidí por esta historia.

¿Podría ser considerada una historia de amor? Pues, depende de tu perspectiva al leerla. Pero ten por seguro que si lo crees así, será la mejor que hayas leído. Aunque suene muy cursi de mi parte decirlo. Curioso, no todos los días se vive la experiencia de saber que un chico de Hades dice algo semejante, así que puedes sentirte dichoso y pedir un deseo al presenciar tan raro acontecimiento.

¿De dónde vino la inspiración o la idea de plasmar algo tan personal? Digamos que podría describir ese momento como "Una luz", pero no lo haré. La decisión vino cuando una chica el otro día en la calle me salvó heroicamente de una arpía con la ayuda de un muy útil bolso de correa larga. Tomé nota sobre eso, agradecerle a los dioses de los bolsos por dar armas tan útiles.

Ella llevaba un cuaderno y algunas plumillas de escritura en sus manos.

Parecía algo frustrada y en seguida lo noté, ella era escritora.

Me pregunté mentalmente si había tenido oportunidad de leer algo de su autoría, pero rápido deseché esa idea. No es que fuese fanático a la lectura, y además, que el libro más cercano a esta época que había leído era "La Odisea", a lo mejor te haces una idea.

En fin, después de ese inesperado encuentro fuimos a una cafetería por su petición para hablar más a fondo sobre esa "extraña criatura" que había querido atacarme.

No me quedó más alternativa que explicarle todo lo relacionado al mundo de los semidioses, estaba seguro que no habría problema alguno. Ella era especial, lograba ver a través de la niebla.

Ella era alta. De tez casi tan blanca como la mía, larga y abundante cabellera oscura que enmarcaba a la perfección su bello rostro, en el cual descansaba un par de ojos claros. Todavía trato de descifrar si eran verdes o marrón claro.

Supongo que esos son detalles sin importancia ahora.

Seguramente, si en estos momentos no tuviese a una hermosa chica a mi lado habría considerado invitarla a salir. Era muy guapa.

Pero bien. Volviendo al tema, luego de eso me comentó que estaba necesitada de una buena historia, porque al parecer había entrado en algo llamado "Resaca de letras" según lo que me dijo, y por tal motivo no había logrado escribir ni una sola frase más.

Sentí pena por ella.

Así que se me ocurrió algo al ver la manera en que sus ojos se iluminaban al escuchar sobre el mundo mitológico.

Le ofrecí un regalo por su desinteresado rescate. Ella pareció dudar antes de pedirme que prosiguiera.

Tendría un período de tiempo. Siendo preciso seis meses.

Seis meses en los que plasmaría en un papel mis vivencias y "grandiosas aventuras".

Seis meses en los que yo decidiría lo que quería que la historia dijese y lo que no. Y al finalizar ese periodo volveríamos a encontrarnos en este café, donde le ofrecería lo que hubiese escrito.

Una sonrisa asomó por sus labios al mismo tiempo en el que ella asentía, encantada por la idea.

Pensé que esa era la mejor recompensa que podía darle.

Regalarle una historia que ella pudiese redactar correctamente y publicar luego.

Después de eso nos despedimos.

Ella recogió sus cosas tranquilamente de la mesa, nuevamente le agradecí por su acto de valentía y estreche su mano con precisión.

Salimos del café y observé como su silueta se perdía entre las sombras del medio día.

Remember me... |Nico Di Angelo y tú|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora