Teach me math, baby » H.S

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Marylise.

No puedo dejar de pensar en lo que Harry me hizo ayer. En lo que me hizo sentir. Quizá sea por ello por lo que la hoja de mi cuaderno de apuntes está en blanco, quizá sea por eso que me he concentrado un cincuenta por ciento en las clases a comparación de cómo lo hacía antes de conocerlo. Quizá sea por ello que me han llamado la atención varias veces los últimos días.

Creo que estar con él está afectando a mi rendimiento escolar, pero mientras no afecte a mis calificaciones está bien, ¿no?, no lo sé.

Bueno, creo que eso es algo que no me importa del todo, ya que se siente realmente bien estar con él y que me haga sentir todo eso. Tengo que encontrar un balance entre el estudio y..., la diversión, como le hace llamar.

No puedo evitar sonreír al pensar en ello. Él siempre dice "vamos a divertirnos" o cosas así. Se siente muy bien divertirse con él.

Será mejor que ponga atención a la clase...

El estridente ruido que produce el timbre de salida a receso, me hace salir de mis cavilaciones abruptamente, haciéndome pegar un pequeño brinco en mi asiento.

Ahora que estaba dispuesta a poner toda mi atención en lo que dice y explica la maestra, se termina la clase. Prometo prestar el mayor interés que pueda en el siguiente periodo.

Suelto un resoplo y comienzo a ordenar mis cosas en mi pupitre antes de meterlas a mi mochila, cerrarla y levantarme de mi asiento para encontrarme con Dalila en la puerta de salida del salón de clases. Constantemente soy de las ultimas en salir y Dali siempre me espera en la puerta con una expresión de "apúrate" en su rostro.

Camino hacia la puerta y ella se aproxima a mi tomándome del brazo y halándome hacia afuera diciendo-: Camina, que se acabarán la comida y muero de hambre- Refunfuña, mientras jala de mi brazo para que camine más rápido.

No digo nada en respuesta y sólo dejo que me guíe a toda velocidad hasta el comedor escolar.

Llegamos al lugar mencionado y nos formamos en la fila. Ordenamos nuestra comida una vez que llegamos al principio de ésta y tomamos nuestras charolas para buscar un lugar en donde sentarnos.

-Mira, allá está Chad- Anuncia, apuntando con su dedo índice hacia el lugar donde se encuentra-. Vamos- Me empuja hacia esa dirección pero yo me detengo al ver con quienes está.

-No..., vamos a otro lugar- Digo, esperando que asienta, pero no lo hace.

-No hay otro lugar, Mary. Vamos con los chicos- Dice, o más bien, ordena.

-Pero...- Intento rebatir, pero al ver su expresión de "Vas o te dejo sola", termino por asentir.

Él no está sólo... Está con Lindsay, con quien desde hace tiempo no entablo una conversación, su actual novio Alex, un engreído antipático que, sinceramente, no me cae bien; también está otra chica que no conozco su nombre y por último Brent, con quien no sé realmente cómo sentirme.

No quiero estar allá con ellos, me incomoda estar a su alrededor. Mucho más con Brent. Aún no sé en qué hemos quedado, él me dijo que me entendía y que todo estaba bien, pero para mí no está bien. Creo que debí darle una oportunidad...

Pero ahí está mi mamá que no me deja tener novio ni nada de eso, y también ahora está Harry que, sinceramente, no sé qué demonios pasa con eso.

No dejo de pensar en él y en todo lo que me ha hecho en un par de días. Esto es tan loco e incorrecto, pero aun así, por alguna razón, no quiero dejarlo. Es..., extraño.