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Marylise.

Papi: No, dime ahora.

Papi: Marylise, sé que sigues ahí, contéstame.

Papi: ¿Qué es eso que tienes preparado para mí?

Papi: Tengo que levantarme temprano mañana y si no me dices, no voy a poder dormir.

Papi: No me hagas esto, pequeña.

Papi: Bien, no me digas, pero eso haré yo contigo también cuando quieras que te diga algo.

Hice caso omiso a sus reclamos y amenazas y me abstuve de contestarle.

He estado esperando este momento desde hace varias horas. Por fin, las chicas se están durmiendo. Las únicas que quedan despiertas son Lilianne y Martha, la prima de Dalila. Las demás chicas duermen, incluyendo a la anfitriona. Miro el reloj por última vez y suelto un suspiro pesado.

¿Cuándo piensan dormirse Lili y Martha? Ya son las 2:30AM. Acordamos que no nos quedaríamos despiertas hasta el amanecer como lo hacíamos antes, que cada quien se dormiría cuando quisiera pero, éstas dos no quieren dormirse. Necesito irme ya.

—Mary— Me habla, de pronto, Martha, sacándome de mis pensamientos. Le miro—. Sé que apartaste el sillón desde temprano, pero la cama ya está ocupada. Te lo voy a robar— Dice, con voz baja y adormilada, cerrando y entreabriendo sus ojos con pesadez.

— ¿Ya te vas a dormir?— Inquiero, tratando de que no se note mi euforia por la noticia.

—Ya no soporto mis ojos— Murmura, cerrándolos y formando una mueca en su boca. No contesto, simplemente asiento con la cabeza, pero ella no pudo verme—. Como sea, igual te robaré el lugar— Dice, haciendo una seña desdeñosa con su mano y levantándose del piso para caminar a rastras hasta el sillón y dejarse caer en él.

Espero un momento a que Martha finalmente se quede dormida, antes de fijar mi atención en Lilianne, quien se encuentra observando su teléfono, inerte a lo que sucede a su alrededor.

Necesito irme de aquí ya, no puedo esperar más tiempo. Lili ya está enterada sobre lo que pasa entre Harry y yo, así que no veo que haya problema con que salga justo ahora mientras ella aún esté despierta. No le conté mi plan a detalle hace unas semanas que me acompañó a comprar el regalo para Harry, pero con lo que le conté ya debería estar al tanto y no creo que haya problema con que me vaya ya.

Me levanto de la silla del escritorio y me enfundo mis pantuflas y mi gorro navideño. Tomo mi mochila -que estaba en el escritorio- y busco dentro de ella la pequeña caja envuelta en papel lustre con ilustraciones temáticas. Una vez que la tengo, busco dentro de la bolsa pequeña de mi mochila la llave que "tomé prestada" de la casa de Harry la última vez. Luego, dejo mi mochila en su previo lugar antes de comenzar a caminar hacia la salida de la habitación.

— ¿A dónde vas?— La repentina e inquirente voz de Lili me hace dar un brinco y detenerme en seco de la sorpresa y salir de mis preocupaciones.

—Ah... Voy a salir— Digo, sin dar más explicaciones, continuando con lo que me impuse al levantarme de esa silla.

— ¿A dónde?— Se interesa, mirándome y bloqueando su teléfono, dejándolo boca abajo sobre la alfombra en la que se encuentra sentada.

¿Enserio no lo intuye?

Me acerco a ella hasta quedar a unos cuantos centímetros y finalmente me acuclillo a su lado, para musitar—: Iré a ver a...— Hago una señal con mi mano, apuntando con mi indice en movimientos inquietos hacia donde se encuentra la casa de Harry.

Teach me math, baby » H.SDonde viven las historias. Descúbrelo ahora