Capítulo 4

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Me hubiese gustado decir que el resto del camino fue igual de agradable que es pequeño momento, pero no fue así.

Al parecer sus amigos no podían vivir sin él, bola de lame suelas, y se cambiaron a la planta de arriba.

No pudo ser más obvio al momento de cambiar su actitud, si hubiese dicho "Oye Clarisse debo cuidar mi reputación con ellos así que no pueden saber que te hablo" tal vez no tendría tantas ganas de golpearlo.

- ¿Y ella que hace aquí? - pregunto una idiota plástica, perdón, una adorable chica.

Era la tercera vez que lo preguntaba, la primera vez no la escuche porque tenia los audífonos, la segunda la ignore, la tercera (esta) le lance una tijera que le pasara por la oreja solo como una amable advertencia.

La muy niñita armo un escandalo diciendo que la intente matar.

- Y si no quieres que lo haga entonces cierra tu boca - le respondí tomando nuevamente mi tijera.

- Clarisse calmate - musitó Evan.

- Calma tú a la zorra esta - le espete.

- Le lanzaste una tijera que paso junto a un milímetro de su cabeza ¡¿Como le pides que se calme?!

- Ya no te necesito para el captura la bandera - dije fríamente volviendo a sentarme y colocandome de nuevo los audífonos.

Él abrió la boca y palideció un momento, luego fruncio el ceño y volteo su vista hacia el lado contrario a mí.

Ya conseguiría otro aliado. En realidad el captura la bandera es en equipo y ahora se estarán preguntando "Oh ¿Clarisse entonces por qué buscas pareja?" pues lo explico: se forma un equipo que representa al instituto, pero los que capturan la bandera son los que se llevan todo el crédito, por lo tanto es como si jugaras por tu propia cuenta y con un aliado no es tan difícil.

En resumen: Compites tu sólo.

No tengo problemas con eso, paso casi todo el tiempo sola y es mejor, no debo estar preguntándome si a mis amigas les parecerá bien mis decisiones porque simplemente no tengo amigas.

Mi único amigo había sido Evan y aquí ven como acabo nuestra amistad, igual estoy bien sin él.

Dos horas después, al fin llegamos al lugar donde se realizaba el campamento.

Era un lugar extremadamente amplio. Al estacionarse tenias que caminar varios metros hasta la entrada. Desde ahí hacia el oeste, bajando una colina, se encontraban las cabañas cada una con 2 literas y un baño, luego hacia el este, subiendo una pequeña colina, estaba el bosque, un poco mas al sureste estaba el comedor. Tendrías que caminar bastante desde las cabañas al comedor. También había un río, más o menos a medio kilometro bajando por las cabañas. El bosque era mi lugar favorito, se supone que había un limite hasta donde podrías adentrarte pero yo he roto bastante ese límite, es inexplicable lo divertido que me parece estar perdida por adentrarme más de lo debido.

Bajamos las maletas y toda esa porquería. El sol es algo hermoso si quieres ir a la playa, a la piscina o darte un baño en el río, pero si tienes que caminar con una maleta por un campo abierto unos cuantos kilómetros entonces tu también lo odiarias.

En algún punto pensé en hacer que la maleta rodara colina abajo sola, luego recordé que mis dulces se harían un desastre.

Pía sufría con su maleta. Parecía una niña de 4 años que ha pedido llevar su maleta sola para parecer adulta frente a sus padres.

- ¡Tu! ¡Si mira tu! - le grite - Si la llevas de esa forma vas a terminar cayendo.

Ella volteo algo exaltada y acomodo un poco su maleta, aunque no digo que quedo mucho mejor.

Estaba muy emocionada por poder empezar a practicar con el arco. Hace bastante que no práctico pero no es algo que olvides como hacer.

Tendría que utilizar mis lentes de contacto ya que tengo astigmatismo. La mayor parte de las personas que no sufren esta enfermedad no la conocen, así que no debes buscar en google si no sabes que es, yo te explicó. Es un defecto ocular que se caracteriza porque existe una refracción diferente entre dos meridianos oculares, lo que impide el enfoque claro de los objetos. En resumen: veo el mundo distorsionado.

No crean que uso lentes de contacto por esos prejuicios de "¡Ay no! Lucire nerd con gafas", no es así, prefiero los lentes de contacto porque las gafas se me caerían o se me romperían cuando estuviera corriendo o haciendo alguna estupidez.

Para mis lamentaciones solo yo sufro de esta alteración, mi hermana esta completamente bien de la vista.
Después de un gran tiempo de tortura bajo el sol, llegamos a las cabañas.

Cada una tenia un nombre, antes eran números pero muchas personas los cambiaban como: una rayita al 5 y ya era un 6, así que les pusieron nombres.

El maestro Ronald se paro frente al grupo con una lista y comenzó a asignar cabañas. Habían los típicos quejidos de "Mi mejor amiga no puede quedar separada de mi" y "Profesor ¿por que no van chicos y chicas en una misma cabaña?", pero el señor Ronald era muy bueno ignorando.

- Cabaña Lampropeltis: Janette y Clarisse Polifeme...

- No por ser hermanas quiero pasar mi vida con ella - me queje.
-... Pía Valentine ...

- Escribiré un libro, "Las desdichas de Clarisse" - volví a quejarme

-... Y por ultimó Ailsa Scott

- ¿Quien carajo es? - pregunte.

Fui yo quien tomo las llaves de la cabaña antes de que Janette y Pía pudieran hacerlo. Me dirigí a la cabaña medio corriendo medio tropezando y medio saltando.

Al llegar ya me había tropezado con muchas piedras así que me dolía un tobillo y decidí parar un momento frente a la puerta. La cabaña estaba adornada con serpientes, en la puerta había un dibujo de una serpiente con anillos negros y rojos, en las paredes bajo las ventanas habían pequeñas esculturas de serpientes parecidas al dibujo en la puerta y los barrotes de las ventanas tenían figuras de serpientes que parecieran enrolladas en ellos.

Pía llego y dio pequeño grito mientras casi se cae de espaldas. Janette, que venia pisándole los talones, la sostuvo para que no se cayera.

- ¿Y ahora que te paso? - pregunte abriendo la puerta.

- Se-serpientes

- ¿Les temes a las serpientes? - dijo otra voz.

Una chica pelirroja con varias pecas en el rostro y unos muy lindos ojos verdes había entrado también a la cabaña.

Pía se limito a asentir mientras veía raro a la chica.

- Que infortunio. Escuche que este año tendremos de mascotas a los animales que represente nuestra cabaña. - dijo la desconocida.

- Pues si debemos cuidar a una serpiente les adelanto que yo no buscare su comida - dije algo divertida.

La chica sonrió y me extendió una mano.

- Ailsa Scott.

- Clarisse Polifeme.

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