Capitulo 33

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Al bajar del autobús todo era un desorden, no me gustaba tener tanta gente alrededor, o al menos no a esas personas.

Janette y yo nos alejamos luego de tomar nuestras maletas y estuvimos de acuerdo en volver a casa rápidamente.

Hacia mucho frío y la ropa que llevábamos puesta no ayudaba en nada. Tomamos un taxi a casa, ir caminando con este clima no daría buenos resultados.

Cuando pudimos llegar entramos corriendo, dejamos nuestras maletas en nuestras habitaciones y regresamos a la sala.

- Supongo que este es el final de lo único divertido que nos pasaría estas vacaciones - dijo Janette sentándose en el sofá.

- O podemos salir y hacer algo más que luego podremos contar para reírnos - Murmuré sentándome a su lado.

Ella bufo.

- Mamá y papá me llamaron - comentó - no regresaran para noche ni para años nuevo, han dicho que es probable que estén aquí para el primero de enero.

No pude evitar hacer una mueca ¿Por qué nunca me llamaban a mí? ¿Siempre sería la pequeña Clarisse en la que no pueden confiar?

Decidí no formular ninguna de estas preguntas en voz altas, solo causarían que Janette me hablara como si fuera mi madre. Aún así estoy segura de que ella ya sabia que pensaba porque se levantó viéndome con esa expresión de "Todo está bien" y se acercó al estéreo.

- Debemos planear la fiesta de navidad solas - dijo mientras hacia que comenzará a sonar Cry baby de Melanie Martinez.

- Ya se está volviendo costumbre - suspire - harán una vídeo llamada desde un restaurante de lujo en el que cenaran con sus compañeros, dirán que nos quieren y mentirán sobre extrañarnos. Luego, se despedirán diciendo que sus amigos los esperan y que estarán aquí lo más pronto posible.

Janette apartó su vista dándome la razón y se limpio una lágrima rápidamente, probablemente pensando que yo no lo notaria. 

- Hora de comer - susurró buscando el teléfono para ordenar algo de comer y se encerró en la cocina.

Una hora después estábamos cenando McDonalds tiradas en una manta en el suelo de la sala escuchando canciones de Ed Sheeran y Bring me the horizon. Comimos sin intercambiar palabra alguna, como lo hacíamos la mayor parte del tiempo, y luego cada una se dirigió a su habitación.

Eran las 11:30 pm cuando mi teléfono comenzó a sonar.

Lo tomé y revise el número sin darle mucha atención, no lo tenia agendado.

- Buenas noches - atendí.

- Buenas noches, Clarisse - contestó la voz al otro lado de la linea.

- Perdón, pero ¿Quien habla? - pregunte sin poder reconocer la voz. 

- Ya hasta me olvidaste - rió - Soy Logan.

¡¿Logan?! ¿De donde sacó mi número? y ¿Por que llama a estas horas?

- Ah, que bien, supongo. - respondí intentando parecer totalmente indiferente a él. 

- Clarisse, ¿Puedes darme tu dirección? Quiero enviarte algo.

Vi dudosa hacia la pared frente a mí mientras pensaba en si hacerlo seria buena idea, al final la curiosidad de que me enviaría pudo conmigo.

- Anota - Murmuré antes de pasarle la dirección con rapidez aun preguntándome si fue una buena decisión. 

- Genial, descansa - luego colgó, sin más.

Suspire viendo la pantalla de mi teléfono y agende su número. Al menos ahora no tendria que preguntarle quien era si volvía a llamar.

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1 semana después.

Mañana por la noche seria noche buena y Janette me obligaba a ir por un nuevo vestido que mamá había escogido y apartado en una de las tiendas de confianza.

Mi madre era de este tipo de mujer que mantiene contacto con casi cualquier persona que le pueda facilitar algo en el futuro, es como si planeare meses antes cada detalle de cada cosa que debía hacer, cosa que Janette había heredado.

- Bien, hagamos algo, buscamos el vestido y yo me voy a casa con él. Te dejaré libre el resto de la tarde ¿trato?

Asenti feliz con la idea.

- Trato - respondí mientras entrábamos a la tienda.

Media hora después ya salíamos del lugar con un vestido, el cual no me convencía mucho y Janette se despedía de mi dandome instrucciones de que debía hacer si pasaba algo.

Camine hasta un centro comercial cercano, quería ver que había de nuevo en las librerías, ya me hacia falta si lo pensaba bien.

Entré y comencé a recorrer las estanterías con la vista luego de saludar a una de las empleadas que sonreía amablemente.

Encontré un libro que parecía bastante interesante y me dirigí a la caja.

- Yo pago - susurro a mi oído una conocida voz sobresaltandome.

Me di la vuelta para cerciorar que no me equivocaba, y ahí estaba, muy diferente a como lo había visto el ultimo par de años.

- No, no. Yo puedo hacerlo, Evan - le sonreí con tranquilidad.

- No dije que no pudieras - me guiño un ojo y se puso a mi lado para pagar el libro. - ¿Harás algo ahora? - preguntó acompañándome fuera de la librería.

- Um, no ¿por?

- Seria un honor que aceptaras ir conmigo a por un café - tomó mi mano y sin esperar mi respuesta comenzó a guiarme hasta una cafetería.

Tomamos una mesa y ordenamos.

- Y... Esto, tú... ¿Que harás mañana? - preguntó bebiendo su café algo... Nervioso.

- Janette invito a sus amigas a una cena navideña - respondí.

Él sonrió abiertamente.

- ¿Podría cambiar sus planes y cenar junto a mí y mis padres, señorita? - su tono era formal y estaba serio, luego explotó en carcajadas. - Ya. Lo siento, pero es en serio.

Me mordi el labio pensando.

- No rechazaría su petición por nada - intente estar seria mientras respondía pero no reír fue tarea imposible.

- Entonces te veo mañana a las 6 - se levantó y se acercó a mis labios dejando un pequeño beso antes de irse.

De inmediato coloque mi atención en lo que acababa de hacer, tendría una cena con los padres de Evan y dejaría a Janette sola con sus amigas. El vestido que mi madre había escogido ahora lo vería Evan. Tendría que llamar a mis padres para explicar porque no estaría en casa para noche buena, lo que seria una larga conversación 

Más De Un CaminoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora