Capítulo 6

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Se suponía que debíamos ir a un punto cerca del río donde estaría algún profesor con muchos animales así que fue otra larga caminata, lo que me hizo pensar en porque no me traje algo con ruedas para no tener que caminar tanto.

Probablemente insulte varias veces al mundo entero por hacerme caminar así pero nadie me escuchó además de las chicas que estaban conmigo.

Janette estaba como "Deja las palabrotas contra el universo" y Ailsa como "Busca tu paz interior"

Y bueno Pía estaba teniendo una crisis nerviosa porque su teléfono no tenia señal.

10 años después... Ok sólo fue un rato después.

Al fin llegamos al punto de encuentro, que no era tan difícil de encontrar, y estaba la profesora de Matemáticas... No recuerdo su nombre.

A su alrededor habían muchos animales que se movían inquietos, pero eso no me preocupó, lo que me preocupo fue la enorme mariposa que parecía asechar desde su terrario. No exagero cuando digo que era grande, daba escalofríos.

Si esa cosa se llegaba a escapar me iban a ver corriendo a más de 80 kilómetros por hora y lanzando cosas detrás de mi para asegurarme de que no me persiga. Y si, le temo a las mariposas, son asquerosas.

Dejando de un lado mi trauma, y mis ganas de vomitar, un metro alejado de la mariposa había un terrario en el cual descansaba nuestra próxima compañera. Sus colores resaltaban de entre las verdes hojas a su alrededor, Pía al verla grito, Janette salto y se estremeció, fue todo tan hermoso.

- ¿Cabaña? - preguntó la profesora.

- Lampropeltis señora - respondí.

La señora nos miro como "Felices juegos del hambre" y luego tomo el terrario con mucho asco.

Fui yo quien cargo con el terrario de la serpiente mientras la profesora daba la charla del cuidado de la serpiente. De vuelta a la cabaña también tuve que llevar el terrario, conclusión: no puedes contar con nadie para que te ayude a llevar una serpiente.

Viéndole el lado bueno... Pues ahora tengo una razón más para dejar libre al pobre animal en la habitación de Janette y Pía. Si tienen una hermana, y la aprecian, no hagan esto porque la mordedura de una serpiente no es algo lindo de sufrir.

- ¿En donde la ponemos? - preguntó Pía cuando estuvimos en la cabaña

- Que tal ... ¿en tu cabeza? - dije haciendo ademán de destapar el terrario.

Pía dio un salto y soltó un pequeño grito

- ¡No!

Ailsa rió por lo bajo y luego hablo.

- Pongamosla en alguna de las mesas que hay en las habitaciones.

- No en la nuestra - se opuso Janette.

- Entonces estará con nosotras - dije mientras sonreía

- Bien ... - dijo Janette dándome una mirada desconfiada.

Luego de haber puesto el terrario en su lugar volvimos a revisar el horario.

- Nos quedan unos 30 minutos antes de la siguiente actividad que es el recorrido guiado por todo el lugar - explico Pía viendo el horario.

Pía y Janette decidieron quedarse en la cabaña para ordenar más su habitación, Ailsa se quedo en la cabaña leyendo una revista del horóscopo y yo les dije que daría una vuelta por mi cuenta, a Janette no le pareció la idea pero al final ella no es quien para controlar mi tiempo. Obviamente le dije que solo sería un corto paseo y que estaría a tiempo para el recorrido pero, la idea de dar una vuelta al bosque y saltarme el recorrido parece más tentadora.

Me coloque los audífonos con how you remind me - nickelback y comencé a correr hacia el bosque. Dicen que con música todo es mejor y yo estoy de acuerdo.

A los 10 minutos ya estaba en la entrada del bosque, donde los arboles no están tan juntos y no son tan altos. Me quite los audífonos y cerré los ojos por un momento, hermoso, ese silencio, ese aire puro, la sensación de poder correr y olvidarlo todo, eso no tiene precio.

Cuando abrí los ojos nuevamente note algo que no había visto antes. Unos metros a la derecha, una chica con una camisa morada con lentejuelas estaba sentada como "que fastidio" y admiraba sus uñas. Ella no tenia un maquillaje exagerado y su cabello liso y negro estaba recogido en un moño alto.

Era algo raro ver a ese tipo de chicas por el bosque cuando no se los pedía algún profesor, pero supuso que su brillo labial se le perdió o algo así y terminó sentándose allí para pasar su molestia.

Cuando deje de verla e iba a seguir mi camino hacia el bosque ella me llamó.

- ¡Si! ¡quiero hablar contigo chica! Ven aquí - dijo con entusiasmo.

Decidí acercarme, unos segundos de charla no harían daño.

- ¡Hey! - respondí tratando de ser tan entusiasta como ella.

La chica hizo un ademán para que me sentara y no tuve más remedio que hacerlo. Era como decir "no" a un pequeño niño que te ha dado un teléfono de juguete para que llames.

- ¿Como estas? Esto es muy aburrido aquí, y no viene nadie con quien pueda hablar, por cuero soy Mandy. - dijo rápidamente.

- Un gusto, soy Clarisse. ¿Por que no te vas si estas aburrida? - pregunte.

Ella bufo.

- Mi idiota amigo me pidió que lo acompañara pero le dije que le esperaría aquí porque capaz el me deja abandonada en lo profundo del bosque solo para reírse de mis gritos. Así que aquí estoy esperando por él.

¿Un chico? ¿Solo en el bosque?

- Ustedes, el chico y tú, no son del instituto "Elizabeth Jesamine" ¿verdad? - pregunte.

La chica, Mandy, me miro confundida

- Ni idea de ese instituto - respondió - nosotros somos del "Rey Juan III"

Ya decía yo. Un chico de mi instituto no iría a explorar el bosque solo a menos que lo retarán, ellos preferían quedarse impresionando a algunas chicas.

- Umm... Pues si quieres yo te ayudo a buscar a tu amigo para que te puedas ir rápido - ofrecí.

Ella lo pensó un momento pero no pareció estar convencida.

- No. Yo no voy ahí. Pero ya que tú si, hazme un favor.

- ¿Cual?

- Si encuentras a mi amigo, se llama Logan, entonces dile que se apure porque Mandy, yo, estoy aburrida.

- Hecho.

Me levante rápidamente y corrí hacia el bosque antes que la chica quisiera seguir charlando.

Ahora al menos tenia un propósito de recorrer el lugar.

Buscar a Logan.

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