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A primera hora de la mañana salí muy temprano de la casa y dejé una nota para mis padres explicándoles a dónde iba, era domingo pero eso no me impedía levantarme temprano, sobretodo para evitar toparme con mi hyung y que tratara de evitar mi escape.

Taehyung no contestó mis llamadas en todo el día de ayer así que la ferviente preocupación seguía creciendo en mi, aunado a que casi no pude dormir por el hecho de algunas cuantas pesadillas que invadían mi mente cuando trataba de cerrar los ojos, y en todas aparecía Jimin tratando de abusar de mi, ok creo que realmente me afectó lo que pasó con él pero en cierto modo fue mi culpa el no haberlo apartado, ahora solo necesito olvidar lo que pasó y alejarme de él.

Llegue a casa de Tae y todo parecía tranquilo, por un momento pensé que no había nadie, la casa se miraba deprimente y nostálgica en completo silencio.

Llamé a la puerta un par de veces pero nadie atendía hasta que empecé a gritar, los perros de la cuadra empezaron a ladrar y no tardó mucho tiempo para que un par de cabezas se asomaran desde la otra calle. Me sentí mal de hacer tanto alboroto y molestar a los vecinos de Tae pero en verdad estaba preocupado, en coacciones siento que de verdad no me tiene confianza como para decirme cuando le duele algo.

Volví a gritar pero en ese instante la puerta se abrió dejándome verlo, aún llevaba pijama, seguramente lo había despertado pero algo andaba mal, tenía unas horribles ojeras bajo los ojos y lucia cansado, demasiado para mi gusto.

- Hola.

Dije pero él solo se limitó a sonreír haciéndome sentir quebrado, algo me dolió de solo verlo, sentía que quería abrazarlo y así lo hice, lo abrace y me quedé en silencio. Sentí su cuerpo temblar y aferrarse a mi mientras se escondía en mi hombro.

- ¿Estás bien?.

Pregunté sin dejar de abrazarlo.

- Ahora lo estoy.

Susurró para separarse de mi y hacerme entrar cerrando la puerta tras nosotros.

Lo seguí en silencio hasta la sala dándome cuenta que estaba todo en desorden, podría jurar que seguía exactamente igual que cuando me fui de ahí el viernes por la noche. Taehyung siguió directo hasta la cocina colocando un poco de café en la cafetera y sonriéndome de igual manera que lo hizo en la entrada haciéndome doler y quebrarme de nuevo.

- ¿Quieres un poco?.

Preguntó mientras encendía la cafetera, su mirada parecía triste, perdida.

- No, gracias.

Contesté y él levantó la vista para verme.

- Oh, lo siento, olvidé que no te gusta el café, te prepararé algo de chocolate caliente entonces.

Y volvió a sonreír mientras se daba la vuelta para buscar en la alacena.

Su estado me preocupaba, él estaba ahí en frente de mi pero parecía un zombi, sus movimientos eran lentos y torpes, parecía que de un momento a otro se soltaría a llorar.

- Tae yo... - Lamento el desorden.

Me interrumpió mientras servía las tazas, una con chocolate y la otra con café.

- Yo, no e tenido tiempo de limpiar y...

Sus palabras eran demasiado vacías, algo pasaba con mi Tae, algo lo lastimaba pero no podía preguntar, más bien no tenía el valor de hacerlo.

- Gracias por estar aquí.

Fue lo que salió de su boca y yo no supe que decir más que sonreírle, me entregó la taza y subió las escaleras así que lo seguí sin decir una palabra, supuse que iríamos hasta su cuarto pero no fue así, entramos a otra de las habitaciones y el se sentó en la alfombra mientras yo cerraba la puerta y lo acompañaba donde mismo.

Su nueva obsesión [Jikook]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora