Dios mío. ¿Qué es lo que había hecho?.
Desperté adolorido y con la sensación de haber hecho algo malo y sucio, a pesar de lo bien que se había sentido.
Jimin seguía durmiendo así que ni siquiera intenté moverlo.
Aún me mantenía aferrado a él, como si fuese a escapar en cualquier momento.
Podía sentir la suciedad en mi cuerpo pegajoso. Me dolía todo incluyendo mi cabeza.
Intenté moverme y me sonrojé al verme desnudo en sus brazos.
Sentí que me desmayaría cuando mi corazón se aceleró de esa manera.
Si él despertaba y me miraba de nuevo como lo había hecho mientras me tocaba, seguramente me iba a morir.
Me sentí estremecer cuando recordé tan vividamente sus caricias, cuando me hizo gemir de esa manera. Cuando me quitó cualquier deseo de huir
Jimin sería mi muerte.
Sentía que me iría al infierno por desear que me hiciera suyo.
Intenté levantarme sintiendo como Jimin se acomodaba y me llevaba de nuevo a su cuerpo.
Pensé seriamente en quedarme envuelto en sus brazos y dormir por un rato más pero necesitaba bañarme, refrescar mi cabeza y quitar toda mancha de suciedad.
Tomé mi almohada y la puse a mi espalda para intentar levantarme de nuevo y esta vez lo logré. Jimin abrazó la almohada y quedé liberado.
Cuando mis pies tocaron el piso frío me sentí desvanecer. Por un momento vi borroso y sentí como el dolor punzante me martirizaba.
Era como pagar el precio por el pecado que había cometido.
Sentí como los nervios se estiraban poco a poco con cada paso que daba hasta llegar al baño.
Cuando me vi en el espejo no pude reconocerme.
No era el yo que conocía y eso me estremeció.
Mi cuerpo estaba lleno de marcas, marcas que me recorrían al igual que sus caricias. Mi cabello era un desastre y yo no podía lucir peor. Tenía ojeras bajo mis ojos y todo desencajaba en mi reflejo.
Sonreí al verme destruido, tal y como me había dicho Taehyung. Jimin me estaba matando. Llebándome a un obscuro y vacío abismo lleno de lujuria.
Dulce lujuria.
Me metí bajo la regadera y abrí el grifo sintiendo el agua fría tocarme.
Recorrí mi cuerpo con mis manos y cerré los ojos al recordarlo tocarme y besarme, al sentirlo dentro de mi.
Delirante pecado.
Estuve por un largo rato bajo el agua y cuando me sentí limpio salí para eredarme en una toalla. Buscaría algo de ropa en su armario para vestirme.
Cuando entré de nuevo a la habitación pude ver su cuerpo tendido en la cama y me acerqué hasta él para cubrirlo.
Sonreí al verlo dormir. Su rostro era como el de un bello Ángel. Jimin reflejaba un semblante de tranquilidad.
Toqué su cabello y la sensación que me hizo sentir su tacto fue tan inquietante y asombrosa. Mi estómago dio un vuelco y pude escuchar el palpitar de mi corazón en mis oídos.
- ¿Esto es el amor Jimin?.
Pregunté al mirarlo dormir dulcemente.
- Me gustaría que me mostraras.
Susurré y sonreí al verlo removerse en sus dulces sueños.
Quería saberlo, quería dejar esa sensación en mi cuerpo y en mi alma. Quería que Jimin me abrazara y me dijera de nuevo que me ama, que lo vuelvo loco, que me desea.
Me hizo desearlo, me hizo hacer cosas que nunca creí que llegaría a hacer.
¿En qué me había convertido?. Jamás imaginé que llegaría a sentirme así y menos por él, que llegaría el día en que lo dejara tocarme de tal modo.
Busqué un poco de su ropa y pude darme cuenta de que su aroma estaba impregnado en ella.
Cuando me sentí cobijado por las prendas no puede evitar cerrar los ojos y sentirlo abrazarme. Su dulce aroma me cobijó los sentidos.
Debía ir a casa. Quería creer que mis padres me apoyarían en todo.
Dejé una pequeña nota para Jimin el la mesita de junto y salí por la puerta.
Quería hablar primero con mi padre ya que él me ha había dado todo su apoyo. Me sentí mal por haberle fallado.
Aún estaba obscuro cuando salí a las calles. Apenas empezaba a amanecer y me estremecí al sentir la brisa golpearme en la cara. La frescura tan agradable de la mañana se coló por mi nariz.
Me sentí vivo.
Sonreí de nuevo extrañamente, me sentía feliz, diferente y el causante era el mismísimo diablo.
Antes de llegar pude ver las luces apagadas.
Era extraño, mis padres siempre se levantaban temprano para ir al trabajo.
Cuidadosamente abrí la puerta de la entrada y todo estaba en completo silencio.
Seguramente estarían durmiendo.
Cuando me dirigía hasta las escaleras pude escuchar que alguien me llamó. Cuando volteé me encontré con la mirada penetrante de Jin.
Estaba a unos pasos de mi y se escondía en la tenue obscuridad.
- Hyung, ¿qué haces despierto?.
Le pregunté, sencillamente me pareció extraño. Él debía descansar, seguramente aún no cicatrzaba su herida.
- Jungkook -lo escuché susurrar mi nombre- ¿dónde estabas?.
Lo recordé, el golpe que me había dado, su enfermiza sobre protección.
- Voy a subir, tengo que hablar con mis padres.
Dije ignorando su pregunta y me dirigí a subir las escaleras.
Creí que Jin se calmaría pero si seguía en esa actitud no pensaba perdonarlo.
- ¡Jungkook!.
Gritó y me detuve. Volteé para mirarlo acercarse hasta mí. Jin seguía siendo mi hermano y sólo quería que aceptase mi relación con Jimin.
- ¿Hijo?. ¿Jungkook eres tú?.
Escuché la voz de mi madre llamar desde la habitación, quice seguir mi paso para encontrarme con ella pero Jin me detuvo.
- Estabas con Jimin ¿cierto?.
Preguntó cuando estuvo a unos pasos. Ya no había razones para ocultarlo.
- Si.
Contesté mirándolo a los ojos. Jin lucía cansado, como si no hubiera dormido en toda la noche.
Agachó la cabeza y se cubrió el rostro con las manos ante mi expectante mirada. No me gustaba verlo mal pero debía seguir mi paso, tenía que ir con mis padres y hablar con ellos.
- Jungkook... -masculló y me sentí extraño, me detuve un momento- espero que lo hayas disfrutado.
No supe qué decir.
Jin se acercó hasta mí y de un brusco movimiento me inmovilizó. Quise reaccionar pero sólo sentí un leve piquete en el cuello.
De pronto todo se vio obscuro y no pude mantenerme en pie.
Escuché la lejana voz de mi madre buscándome.La oscuridad me encontró.
Lamento no haber actualizado.
Estaba ocupada muriendo con los films de la Big Hit.
♡
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Su nueva obsesión [Jikook]
Fanfic- Jimin... basta. Déjame. - Me encantas Jungkook, te quiero a mi lado. - Sólo me haces daño. Por favor... déjame escapar. - Lo siento... Soy una persona egoísta. . . . Jeon Jungkook 17 años, la nueva obsesión de Park Jimin. Existen obsesion...