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Miré detenidamente el establecimiento de 24 Hrs.

No supe cómo es que había terminado en ese lugar.

- Es muy simple Jungkook. Sólo tienes que entrar y distraer a la chica. Nosotros nos encargaremos del resto y cuando salgamos por la puerta tu sales con nosotros ¿entiendes?.

Decía NamJoon mientras sostenía mis hombros y observabamos desde lejos el sitio.

Bien, había aceptado escucharlos hablar pero justo después de estar frente a la escena me daba un arrepentimiento horrible. Pasas de nivel cuando lo que haces ya es robo y no presentía que ellos sólo robasen mercancía, por sus pintas seguramente también dinero.

- ¿Lo entiendes mocoso?.

Escuché decir a SiYeong y me sentí atrapado. Había sido arrastrado por ellos asta esa situación y por mis nervios seguramente arruinaria todo.

- Vamos NamJoon - lo escuché de nuevo- este chico es un cobarde. Seguramente vive pegado a las faldas de su madre. Sólo busquemos a alguien más.

NamJoon me miró y sentí algo de miedo. Ambos eran amenazantes y no había forma de zafarme de aquella situación.

- Lo haré.

Dije firmemente. Más que pensar en lo que eso significaba sólo preferí no hacerlo. Sólo iría ahí y charlaria con la chica. Eso no me convertía en un delincuente ¿no?.

SiYeong empezó a reír y NamJoon lo mandó a callar.

- Así se habla Kookie, pero te diré algo. Si cometes un error, no nos conocemos.

Y sonrió tan torcidamente que no pude reaccionar.

Antes de entrar pude sentir la fría mirada de ese chico SiYeong, volteé para encararlo y lo encontré observandome con una media sonrisa en el rostro. Me miraba desafiante. Me sentí incómodo y pequeño. Su mirada me ponía nervioso, me parecía haberla visto antes en los ojos de alguien más.

La forma en que se movían los dos. Eran algo más que sólo ladrones.

- Hey Kook - lo escuché hablarme y en segundos estaba a mi lado- me agradas pero si cometes un pequeño error. Yo mismo me encargaré de ti. No aceptamos fallos.

- ¿Entonces por qué me eligieron?.

Pregunté, el seguía mirandome pero nunca le rehuí.

- NamJoon tiene un pequeño fetiche con los chicos como tú, le recuerdan a alguien.

Eso era demasiada información. No me gustaba su amenaza porque presentía que cumpliría lo que estaba diciendo.

El tipo pasó su brazo por mis hombros y me volvió a sonreír. Me miró a los ojos y después bajó su vista a mi rostro.

- Vaya mira eso -dijo pasando sus dedos por mi cabeza y me estremeci- tienes un horrible herida aquí -me miró de nuevo- creo que no eres hijo de mami después de todo.

Y me dio un pequeño golpe con la palma en el rostro para alejarse con NamJoon.

Aún llevaba el golpe en mi cabeza. Todo era tan reciente que no me permití pensar en absolutamente nada. Era mejor así.

Entré primero. Me sentía fatal pero traté de disimular. NamJoon me había dado instrucciones antes de entrar así que no tendría problema excepto por una cosa.

Jamás le había hablado a una chica así que tal vez mis nervios me traisionarian. De todas formas no tenía nada que perder.

Me acerqué lentamente a la chica detrás del mostrador que me sonrió amablemente. El guardia de seguridad estaba sentado lejos de ella mientras revisaba un par de revistas viejas.

Su nueva obsesión [Jikook]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora