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the draw

— Tienes que pintar algo que realmente te guste para tu primer dibujo con la maleta, ¿vale? — le aconseje, mientras entrábamos al apartamento de Seokjin.

— Vale. — asintió, quitándose los zapatos. No sonaba muy convencida del todo.

— No sé de qué iba tu apuesta con Suga, pero para que se pinte el pelo de verde. . . — dijó Seokjin, saliendo de su habitación.

— ¡Buenos días Jin! — le saludo Sungmi. Se acercó a el y lo abrazo.

— Vaya, tremendas pilas tienes después de lo de anoche. — respondió, rompiendo el abrazo.

— ¡Hongdae es precioso! — dijó emocionada — La pasé de maravilla ayer. Divino.

Escuche el sonido de una puerta siendo abierta.

— Mierda. — el sonido de una puerta cerrarse y un seguro siendo puesto.

— ¡Yoongi! ¡Voy a asesinarte! ¡Ya compré el tinte y traje las tijeras! — gritaba enojada Sungmi, tocando la puerta de la habitación de Suga fuertemente — ¡Yah! ¡Abré la maldita puerta!


— ¡Ni de joda! — le respondió en un grito.

Sungmi dejo la puerta tranquila. Se acercó a mi y aparto cabello que caía de mis orejas.

— Toca la puerta mientras busco un cuchillo en la cocina.

— ¿Para qué es el cuchillo? — abrí los ojos como dos platos, estaba más aterrado que la mierda.

— Por si no haces tu trabajo bien. — me guiñó un ojo, y se marchó a la cocina.

Le obedecí, y me concentre en pegarle a la puerta como si mi vida dependiera de ella. Sentí unos pasos detrás de mí y estaba tentado en comenzar a correr por mi vida.

— Kookie, sigue tocando mientras abro la puerta. — dijo Sungmi, acercándose al pomo de la puerta y entrando el cuchillo en esta mientras yo iba a tocando.

Se veía totalmente concentrada en ello. Cómo si lo hubiera echo ya muchas veces antes, y volví a pensar en aquella vez que abrió mi auto.

Realmente no podía dejar de pensar en aquel día.

Reaccione a donde estaba cuando escuché el sonido de el pomo de la puerta abriéndose, y sentí que ya mi puño no sentía la puerta.

— ¡Atrapenlo! — ordenó Sungmi, entrando a la habitación de Yoongi con toda la confíanza del mundo.

Obedecí, y Seokjin también. Después de todo, ella llevaba todavía el cuchillo en la mano y no quería morir tan joven.

— ¡Sueltenme! ¡Sueltenme! — ordenó Yoongi cuando yo lo tome por los hombros y Jin por las piernas. Parecia un trapo, tan flaco y quedando en el aire.

»

— Tienes que estar jodiendome. — murmuró Yoongi mientras observaba las losetas en la pared de la ducha.

— No, no te estoy jodiendo. Por cierto, voy a cortarte las puntas. Tienes el pelo bastante reseco. . . — observó el pelo de Suga detenidamente mientras aplicaba el tinte con la brocha en los mechones de arriba de su pelo — ¿Cuantas veces te lo has teñido este año?

not that bad  » jeon jungkookDonde viven las historias. Descúbrelo ahora