Changed my life ~

Típico momento familiar.

|Capitulo 3|

Tome una relajante ducha. Diez minutos después estaba subiendo a mi automóvil , regalo de mis dieciocho. Sintonice la radio de especiales y cubrí mis ojos con mis gafas de sol, encendí el motor y me dispuse a conducir hasta la casa de campo de la familia Rosemberg.

"Maroon 5" y "Coldplay" fueron mis acompañantes las casi dos horas de viaje. Una vez fuera de la ciudad debía hacer dos kilómetros mas hasta la casa, escondida entre pinos gigantes. Los vehículos en el porche me indicaban que todos estaban ahí, camine hasta la entrada y gire la perilla.

Al entrar me tope con mis sobrinas Sussane y Vanessa, "las mellizas de oro" apodadas asi por mi padre.
- Tía Gwen - corrieron a mi y las abrace, con cabello rizado y ojos esmeralda - ¡viniste!
- Niñas, ¿cómo están pequeñas? - sonrieron y se peleaban por quien contestar
- Bien jugando con la nueva novia de Christopher - suspire por lo obvio
- ¡Cuánto han crecido! Cuando menos me lo imagine estarán a mi altura - rieron, tome sus manos y nos dirigimos a la sala al encuentro del resto de la familia

Mi padre junto a Anthony y sus hijos mellizos, Douglas y Christopher se encontraban en los sillones conversando valla a saber de que tema aburrido, posiblemente del último modelo de automóvil o alguna injusticia política. Salude uno por uno, con una sonrisa hicieron lo mismo.
- Hija ¿Cómo estas mujercita? -asi me llamaba mi padre desde que tengo uso de razón
- Bien con ánimos de reunión familiar ¿Cómo estas tu?
- Algo agotado de la oficina vine para acá -sonrió - ¿Cómo va el trabajo? Saliste anoche por lo que me dijeron - mi madre - ¿Cómo fue?
- Si quieres un par de masajes llámame -reímos y cruce mi brazo por su espalda sentandome en el posa brazo del sillón - el trabajo atareado y si, anoche salí y me la pase bien
- Seria fantástico una serie de tus masajes hija - sonrió
- Dalo por hecho - me pico la nariz con su dedo - ¿Anthony como estas?
- Pequeña Gwen, bien mucho mejor que ayer - hizo una mueca, casi una sonrisa - ¿Dónde fuiste anoche?
- Una fiesta de un ex compañero de la preparatoria...
A lo lejos oí mi nombre, mi madre me llama. Volvió a insistir
- Ve, no dejara de llamarte hasta que estés plantada a su lado -solté una risita, Anthony tenia razón

Ingresando a la cocina vi a mi madre buscando unas cosas en la nevera, sonrió ampliamente al verme parada allí frente a ella. Me abrazo con su único brazo desocupado.
- Hija estas preciosa -dijo mostrando su dentadura completa
- Gracias - la ayude con las cosas de las manos - tu no te quedas atrás, ese vestido floreado esta muy bonito - se zarandeó como una adolescente, mi madre me llevaba unos treinta año y teníamos una relación única "mejores amigas"

- Vamos están todas afuera -dijo sacando una tasa mas, de seguro están tomando te con masitas
- ¿Quiénes están? -pregunte antes de presidir hasta el edén, porque eso era un bellísimo edén
- Todas - mi madre ladeo su cabeza hacia mi - Mery la novia de tu padre, Tara con las niñas, Channel la nueva adquisición de tu hermano y tu abuela - nombro a cada una con una expresión distinta lo que me hizo soltar varias sonrisas

Al pisar el jardín la brisa me golpeo la piel, una placentera brisa. A pocos metros se situaba una mesa de jardín y al alrededor cuatro mujeres. Salude a mi abuela con entusiasmo hacia mas de un mes que no la veía, mi abuela la luz de mis ojos. Tara la esposa de Douglas era una mujer excelente y yo entablaba con ella un magnifica relación, era como una hermana mas para mi y además de que había traído a la familia a esas niñas perfectas, las mellizas. Channel parecía encantadora, sencilla y toda una mujer, lastima que se metió con el menos indicado mi hermano Christopher. Mery la novia de mi padre desde hace tres años o quizás mas, teníamos una relación casi madre e hija.

- La cena esta lista -anuncio mi padre desde el jardín para reunirnos y asi poder cenar

Todos nos sentamos en su silla a lo largo de la mesa. Si que era larga. Entre nosotros reinaba una armonía estupenda, hablábamos del clima de deporte de un poco de política, en fin un buen momento familiar.

- Hija - mi abuela llamo mi atención - ¿y tu novio?
Todos se callaron. Suspire por lo bajo era realmente incomodo este tema y parecía que ha todos les interesaba porque tenia unos cuantos pares de ojos sobre mi. Me intimidaban.
- Yo no, yo no tengo novio abuela - dije y ella me miro como si fuera a regañarme
- Pero Gwen, hija, ya estas grande debes sentar cabeza buscarte un apuesto hombre -bufe, ahí viene todo otra vez pensé
- Abuela pero - no sabia que decir - no empieces además Christopher no sentó cabeza aun y tiene muchos años más que yo -desvié el tema de mí
- A mi no me metas -se atajo
- Abuela realmente no me interesa sentar cabeza aun, en un futuro posiblemente - eleve los hombros y todos tenían su mirada fija en mi - y... ¿como va la empresa Douglas? -cambie de tema rápido, fue lo que primero se me ocurrió

El teléfono de uno de mis hermanos sonó. Se levanto rápido y atendió apartado de nosotros. Unos cinco minutos después volvió con una expresión de preocupación en su rostro.
- Christopher debemos irnos, surgió algo en la empresa - dijo serio
- Pero chicos ¿Qué hay del almuerzo?
- Lo siento mama - dijo Douglas - sabes que no nos iríamos si no fuera serio
- Esta bien hijos... ojala puedan arreglar el asunto
- ¿Tara? -pregunto Douglas
- No te preocupes hijo, yo las acercare cuando quieran irse -dijo mi padre- Channel hija ¿Dónde vives?
- Burnaby - respondió Christopher - ¿quieres que te lleve Channel?
- No te preocupes -intervine yo - si quieres Channel yo puedo acercarte
- Me iré contigo entonces, quisiera quedarme un poco mas -dijo ella, más bien dirigiéndose a Christopher
- Bien -dijo él - te llamare luego - se despidió. Ambos hombres de negocios se retiraron sin más. La cena continuo

Después de entablar una conversación normal con Channel hasta llegar a su casa volví a la mía, envueltas en las melodías de la radio local "especial románticos".
Me prepare una cena elaborada solo para mi, para darme un gusto antes de que la semana comience y mi trabajo no me de un respiro.