|Capitulo 20|
Ocho meses. Treinta y cinco semanas. Solo queda un mes si no se adelante el pequeño Noah. Me encontraba en un taxi camino al hospital para mi última ecografía. Si se preguntan como fui vestida lo único que les diré que tuve que comprarme ropa en las casas de mama y futuras mamas. Había cosas lindas pero parecían una carpa de lo grande. Me compre un vestidito floreado con caída que me llega hasta la mitad de los muslos.
Entre al hospital y como siempre me anuncie ante la recepcionista que me indico que esperara fuera del consultorio del doctor. En mi casilla de mensajes había un mensaje no leído. Es de Sydney, "Perdón por no estar ahí, te recompensare. Suerte"
Él es el que se emociona por estas cosas a mi me dan igual pero lo quería acá conmigo. El doctor salio y me nombro, ambos entramos a su consultorio
- ¿Cómo estas Gwen?
- Bien algo pesada - reímos. Me señalo la camilla y yo ya sabia que hacer
- Bien, esta es la ultima ecografía pronto darás a luz ¿tienes alguna duda? - mi alma se helo claro que tenia dudas, miles. Negué- bien te veré de acá a dos o tres semanas y para entonces pensaras algo que quieras preguntarme ¿bien?
- Bien, ¿Por qué debo venir en dos o tres semanas?
- Solo para control, no te asustes - por la pantalla se ve a Noah y ha crecido bastante. El doctor borra su sonrisa de su cara y mira la pantalla serio. ¿Pasaba algo? Tengo miedo - hay algo que no entiendo - dijo y rápidamente se levanto de su silla para salir del consultorio.
Estaba asustada, regreso con una enfermera y otro doctor. Ninguno descifraba lo que pasaba. Huí no quería estar ahí, me disculpe y los deje analizando una fotografía de mi ecografía numero tres.***
Esta última semana Sydney estaba diferente. Desde la reunión que tuvo el día de mi ecografía las cosas empezaron a ir mal, al parecer la reunión no resulto que lo que esperaban. Llegaba a mi casa de mal humor o enojado o simplemente no volvía. No lo culpo lo entiendo debe estar agotado, irritado y muchas mas cosas que produce el embarazo. Veo el reflejo de las luces de su auto contra la ventana de la sala, sonrió y cruzo los dedos para que todo haya mejorado.
Entra en silencio, deja sus cosas en la sala. Aparezco de la cocina y le sonrió tímida no se que decirle porque no se como reaccionara. Lo sigo con la mirada
- ¿Estas bien Gwen? - pregunta sin mirarme
- ¿Tu lo estas? - me mira rápido y vuelve a lo suyo. Da un gran suspiro - ¿Todo va bien?
- ¡No! Todo va mal - eleva su voz
- Puedes contarme -digo en voz baja - sabes que puedes contarme
- No te interesan estos temas, no entenderás
- Si me interesan -digo firme- y entendería si algunas vez me hablaras de ti, de tu trabajo al menos - no contesta- tu vives en mi casa y me conoces de punta a punta y ¿Cómo es que yo no?
- ¿Por qué quieres conocerme? - estábamos discutiendo o hablando en voz muy alta
- Porque me importas -dije y me retracte de inmediato - claro que me importas eres el padre de mi hijo
- Bien -dice con la voz áspera y fría - no quiero contarte, simple y me iré
- Pero... -susurre y me frene
- Arréglatelas tu, creo que será mejor que vuelva a mi casa ¿crees que podrás cuidarte estas ultimas semanas tu sola? - lo dijo en un tono avaro e irónico
- No te la agarres conmigo si tu trabajo no va bien, yo no tengo la culpa de todo eso y sobre todo de las malas ideas - lo mire con rabia.Camino hacia la salida y se fue azotando la puerta. Me quede en la sala parada sola, débil. Ya estaba llorando, maldita sensibilidad. En silencio sollozaba, Sydney estaba muy distinto desde esa reunión y jamás quiso contarme nada y jamás pregunto como me fue con el doctor esa vez. Nunca me lo recompenso. Miraba la puerta fijamente como si por arte de magia se abriera y el estuviera ahí.
Cinco minutos después yo estaba sentada en el sillón con la cara entre las manos mirando un punto fijo del suelo. Sonó el timbre, rápidamente seque las lágrimas derramadas y aspire con ganas. Camine hacia la puerta y la abrí, ahí estaba él parado mirando el suelo tímido. Sin pensarlo dos veces lo abrase, lo abrase con todas mis fuerzas y él claro que lo correspondió mientras susurraba una y otra vez un "lo siento".
- No te disculpes yo también tuve la culpa -tome su rostro en mis manos para que me mirara a los ojos
- Lo siento por discutir contigo, lo siento por pensar dejarte sola, lo siento por como actué esta semana y lo siento mucho por no haberte acompañado a la última ecografía
- No fue la más importante, no te preocupes
- Para mi es importante Gwen, todo lo que tenga que ver con Noah y contigo es importante para mi - me quede vagando en sus palabras me sentía como una pluma feliz de moverse entra la brisa, no se porque esa descripción pero así me sentía.
- Acepto tus disculpa, y ahora entremos que muero de hambre - apoye mi cabeza en su brazo y entramos a mi casa.
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Changed my life ~
RomanceSinopsis Llega el fin de semana después de un día atareado se necesita reunirse con tus amigas y salir a divertirse. Tome la iniciativa, llame a mis amigas organice una salida a una gran fiesta que prometía ser espectacular. El alcohol, la música y...