Types of Anime Boys (One-Shots Lemon)

Kamidere-san (4)

hola hermosuras, sigo viva XD

Han sido meses difíciles para mí porque es complicado adaptarse a la vida universitaria, pero finalmente he podido traerles un capítulo que me agrada como ha resultado y además, lo he hecho extra largo para compensar todo lo que me he demorado en escribirlo.

Quiero agradecerle a todas esas personitas que me han escrito en este tiempo de inactividad, no saben lo feliz que me hace saber que se preocupan por mí, lxs adoro <3

Muchas gracias por la espera y disfruten.

...

Cuarta parte.

Aunque (T/n) era una joven sumamente inteligente, a veces cometía idioteces de grados gigantescos y, casualmente, desde que había comenzado a salir con Kamidere, no había dejado de repetirlos.

Pero para ella quizá sus acciones al menos sí estaban justificadas, dentro de su cabeza. Cuando pensaba en Kamidere y en lo que le había hecho, sentía que iba a explotar de la ira que le producía la imagen de aquella noche bajo las luces artificiales de la ciudad, la delicadeza con la que trataba a aquella otra mujer. Le enfadaba pensar que había sido una idiota: pero por supuesto que iba a estar saliendo con otras mujeres. No tenían por qué mencionárselo, ella debería haberlo dado por hecho.

Pero en sus cavilaciones, aparecía pronto el recordatorio de Mikoto y el beso que él le había robado a la mañana siguiente. Aunque no sabía muy bien como sentirse al respecto, lo primero que la invadía era una detestable sensación de remordimiento que le asestaba el cuerpo por completo. Aunque ella no era la culpable de nada, no se había intentado zafar de los brazos de Mikoto. En ese momento tenía la mente completamente nublada. A pesar de estar inmensamente sorprendida por sus acciones, se dejó abordar.

Le impresionaba lo diferentes que eran Kamidere y Mikoto, y en cómo podían ser amigos y llevarse tan bien a pesar de que sus personalidades no parecían congeniar para nada. Aunque parecía un hombre tranquilo, (T/n) sabía que el de cabellos castaños escondía muchas cosas detrás de esa sonrisa que siempre llevaba en el rostro, detrás de esa postura jovial y de su tono de voz tan apacible.

Aquella mañana tras tan alborotada noche, volvió a su casa, se lavó el rostro y volvió a salir rumbo a la escuela sin haber pegado ojo. Llevaba el cabello desordenado y su uniforme aún tenía rastros de la tierra y el polvo que había recolectado en sus ropas cuando se había detenido en aquella plaza. Pero realmente no le importaba cómo se veía, su mente estaba tan ocupada con pensamientos incesantes que ni siquiera veía por dónde caminaba. También sin saber cómo, llegó a la escuela sana y salva, subió hasta su sala y se sentó a escuchar las clases, sin prestar atención a ninguna de ellas.

Su mente era un sin cesar de ideas dispersas que la llevaban de un lado a otro. No podía decidirse si estar enfadada con Kamidere o simplemente con ella misma. Si no le contaba lo que había pasado con Mikoto, entonces ella sería por completo la víctima de la historia, ¿cierto?. E incluso si se llegaba a enterar ella no llevaba culpa de nada, él le había robado un beso mientras ella se encontraba vulnerable por errores del mismo Kamidere. En ese caso el ataque sería de él hacia Mikoto, pero si empezaba una riña entre dos amigos y encima líderes de bandas peligrosas de las calles entonces, ¿todo se volvería en su contra al final?

De una simple complicación amorosa terminó por incluso temer por su vida. Tomó un cuaderno y los lápices que se suponía eran para tomar apuntes sobre la clase para poner en orden sus pensamientos y quizá a través de ello, idear un plan que le sirviera para lidiar con la situación sin salir lastimada. Dibujó un esquema con personajes de palo que representaban a cada uno de los implicados. Estaban ella, Kamidere y Mikoto en el centro, en la esquina estaban los compañeros de la banda y por otro lado, la joven misteriosa con la que había visto a Kamidere. Había una relación entre todos, pero no supo qué definir entre ellos dos. ¿Será ella también una de sus parejas? Aunque los había visto bastante juntos, cayó en la posibilidad de que fuese tal vez un mal entendido, después de todo no los había visto besarse.