Genki-senpai (3)

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Tercera parte.

Habían quedado para la tarde. (T/n) no podía parar de dejarle mensajes en el buzón de su celular por lo ansiosa que estaba. No hacía nada más que escribir un par de palabras melosas y llenarlas de corazones y otros dibujitos del teclado. No le sorprendía que Genki no respondiera, menos los viera; estaba muy ocupado en el club de música ligera de la escuela. Como él ya cursaba el último año y su sueño era continuar tocando en una banda y vivir de ello, se esforzaba como nunca en su habilidad con la guitarra y otros instrumentos de complemento.

Quizá era por esa misma razón que había estado tan desconectado del mundo las últimas semanas. Solía ser un chico alegre con energía de sobra, pero lo había visto distraído, respirando lentamente, clavando la mirada en un punto infinito que se asomaba por las paredes y ventanas. Ya casi nunca la miraba a los ojos y si eso pasaba, era porque ella llamaba su nombre con preocupación. El contacto duraba apenas unos segundo, luego apartaba la mirada con una sensación de adormecimiento, recién despierto de un sueño profundo, y asentía con la cabeza, diciendo que la escuchaba.

No era una situación preocupante. No tenía que ser psíquica para darse cuenta que aquello era algo que le sucedía a cualquier alumno de último año. El futuro se veía tan borroso e incierto que se abrumaban y sin saber en qué fijar su atención, vagaban como fantasma por los pasillos de la escuela. Lo que más le daba curiosidad del asunto era probablemente el hecho de que Genki jamás se había preocupado por la incertidumbre de su futuro. No era parte de él ni de su personalidad retraerse, pensó que podría tratarse de algo más allá de tan solo decidir qué hacer después de graduarse. Tenía muchas ganas de preguntárselo, pero algo dentro de ella le decía que era mejor esperar a que él quisiese abrirse al tema.

Estaba apunto de enviar otro mensaje cuando detuvo su pulgar a medio camino de tocar la pantalla. Como amiga, novia y confidente debía darle su espacio, aunque significara alejarse de él. Ya podrían ponerle nombre al problema cuando él estuviese listo. Suspiró y lanzó el teléfono lejos de ella, entre los cojines del otro lado del sillón. Dejó caer su cabeza hacia atrás y miró al techo con un par de cabellos de su chasquilla molestando en el puente de su nariz.

No supo cuanto tiempo estuvo así, mirando al cielo del apartamento con el cuerpo hundido en la comodidad del sillón, escuchando tan solo el arrullo del viento colándose por una rendija de la ventana, alzando la cortina en una danza suave. Para cuando ya estuvo cerrando los párpados por la tranquilidad que le había atacado el cuerpo, sonó el timbre y luego un suave golpeteo en la puerta.

Se levantó lentamente con tranquilidad y se asomó a la entrada para abrir la puerta. No tuvo que preguntar quién era porque sabía que el orden de esos sonidos sólo podía hacerlos él.

Esperaba en la entrada con el uniforme desprolijo, nunca había sido muy bueno para arreglarse en las mañanas. Solía salir disparado de su casa con ansiedad por no llegar tarde. Siempre se encontraban en la mitad del camino igual de acelerados, cuando cruzaban miradas se reían con las mejillas rojas por correr. La corbata colgaba amarrada con un nudo patético por debajo de los pliegues de la camisa arrugada. Llevaba uno de los zapatos desamarrado y guardaba su mano izquierda en el bolsillo de sus pantalones, la otra se preocupaba de cargar con la cinta del bolso de la guitarra que llevaba echada a la espalda junto con su mochila de la escuela, casi vacía, apenas llena con dos cuadernos y un estuche de dos lápices grafito y una goma gastada.

(T/n) dejó su sonrisa a medio formar en su rostro, su labio inferior comenzó a temblar de una manera casi imperceptible, tan solo para remarcarle lo preocupada que debía sentirse. Genki mantenía la mirada fija en alguna esquina del pasillo que ignoraba por completo, como intentando evitar hacer contacto visual. Al sentir el ruido de sus pasos tras la puerta y luego abrir ésta, se había mordido el interior de la mejilla y había presionado aún más el agarre que tenía en el bolso de la guitarra. La chica alzó las cejas y juntó sus manos por delante de su torso, buscando por el pasillo hacia donde viajaban esos ojos que antes brillaban cuando encontraban los suyos.

Types of Anime Boys (One-Shots Lemon)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora