Aidoru (4)

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Cuarta parte.

No sabía cómo había reunido las fuerzas suficientes para asomarse a la escuela ese día, pero si seguía faltando las consecuencias serían fatales. Ya estaban acabando el último año de preparatoria y las clases lectivas habían finalizado hace al menos dos semanas. Aidoru no había ido a la escuela a escuchar las últimas clases antes de los exámenes y mucho menos había ido a estudiar y hacer ensayos de pruebas con sus compañeros. La situación era como para que repitiera el año, pero decidió rendir los exámenes de todos modos, aunque no creyera que sacara una buena nota en ninguno de ellos.

Aunque quería pasar sus días encerrado en su habitación acostado en cama, tapado hasta por encima de la nariz con el edredón, apenas logrando ver la pantalla del computador portátil que se dejaba sobre él mismo para poder distraerse viendo películas, se había obligado a sí mismo a al menos intentarlo, más por sí mismo lo hacía por (T/n), porque sabía que si ella aún estuviera a su lado lo reprendería, porque aunque tuviera la vida solucionada con su carrera de artista necesitaba graduarse para seguir trabajando. Sabía que repetir el año también lo perjudicaría, después de todo ni sus compañeros ni sus profesores cerrarían la boca sobre su situación en las redes sociales, eso era seguro. Tenía que al menos aparentar que lo había intentado, y que no subestimaba los conocimientos que le entregaba la escuela. 

Esos días los edificios de la preparatoria estaban solo destinados a rendir los últimos exámenes de los diferentes grados, ya no habían más clases pero debían asistir con el uniforme bien arreglado y presentable, los estudiantes se movían de un lado a otro corriendo con papeles y carpetas, pasando de una sala a la siguiente, intentando sentarse un momento a respirar y a observar sus apuntes una última vez. En cambio, Aidoru se paseaba por los pasillos con las manos dentro de los bolsillos. Aunque era una persona que acostumbraba a caminar erguido y mostrando su rostro, esta vez no tenía ganas de ser observado por nadie: arrastraba sus pies hacia su destino con la vista pegada en sus zapatillas desabrochadas, con la espalda encorvada, el uniforme desaliñado y el cabello rubio desordenado. Quizá hasta se le notaban las ojeras de tanto haber llorado, no lo sabía, no se había atrevido a mirarse al espejo en días.

Pensaba que no se podía sentir peor por su rompimiento con (T/n), pero comprobó que estaba equivocado cuando llegó hasta el auditorio donde iba a rendir uno de los exámenes de ese día. Allí estaban casi todos los de su grado, incluso los de diferentes cursos con los que prácticamente nunca había compartido clases en su vida. La gran mayoría se volteó a verlo y a saludarlo, aunque fuera de lejos. Pronto se acercaron sus amigos a él y lo invitaron a sentarse cerca de ellos. Aunque quería no hacerlo, no lo pudo evitar; sus ojos viajaron a través de la estancia en busca de la chica de cabellera (c/d/p) que tanto dolor le había provocado en esos últimos días. No tardó demasiado en encontrarla.

Estaba sentada en los asientos de más adelante, aún repasando unos pequeños cartones que solía utilizar para anotar sus resúmenes. En algún momento, Aidoru le había ayudado a recitarlas y aprenderlas de memoria. 

Por más que él mantuviera su mirada atascada en ella, (T/n) no se fijaba en su presencia y mucho menos se volteaba a verlo. Estaba sumida dentro de su propia mente, quizá ya lo había superado mucho antes de que siquiera terminaran. 

Aidoru sintió un vacío tremendo que no pudo controlar. Aunque entre ellos las cosas no eran iguales, se estaban comportando como lo habían hecho siempre: él saludaba a todos y brillaba con su presencia, pero la ignoraba solo a ella, no se acercaba a saludar y ella tampoco se fijaba en él. El trato era aquel para que nadie sospechase de su relación, pero quedó impresionado con lo desconectado que estaba con su mundo. Nunca se habían tomado de la mano en público sin que él tuviese un disfraz puesto, nunca se habían presentado a sus familias, ni siquiera sabía si (T/n) tenía hermanos, si vivía con toda su familia o con sus abuelos, o si sus padres se encontraban lejos, si ella alguna vez se sintió sola...

Types of Anime Boys (One-Shots Lemon)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora