Types of Anime Boys (One-Shots Lemon)

Moe-san (2)

Segunda parte.

Pastelito de azúcar, manojo de miel
Sabes que te amo
No puedo evitarlo
Te amo a ti y a nadie más.

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Sus cabellos volaban en ondas suaves sobre el viento, se veía brillante por los rayos de luz descendiendo entre las flores. Era primavera, y algunas caían con la fuerza de la brisa, hacían remolinos hasta caer y quedar estáticas por tan solo unos segundos, retomaban el vuelo y subían para volver a caer. Tomó un mechón de pelo algo rebelde que molestaba en su vista, y lo puso tras su oreja, despejando su campo visual. Ahora todo estaba más nítido, subió la mirada y se encontró con aquel chico. Llegó un poco antes de lo que hubiese pensado, y sabía lo que le quería comunicar por el modo en el que pegaba su mirada en el suelo, por cómo su cuerpo se estremecía levemente y por cómo se secaba las manos en la ropa cuando podía.

Sonrió bastante confiada. Tenía la pequeña corazonada de que iba a ser él. Llevaba tiempo esperándolo y ya por fin podría escuchar sus sentimientos. Ella también había estado muy ansiosa al momento de recibir aquella carta. Como no tenía remitente, no sabía qué le esperaría. Ya después al verlo llegar, agitado y ansioso, pudo descansar su conciencia. Miró los árboles de cerezo sobre ella rápidamente, y volvió a sentir el viento correr, deslizándose por sus mejillas.

- ¿Para qué me has citado aquí?- Preguntó amablemente, sin mover su mano al costado de su oreja. Él pegó un respingo. Tenía las palabras en mente, pero no salían por su boca por más que lo intentase: tenerla frente a él así tan de repente lo había desorientado.

- Y-yo... Te mandé esa carta.- Fue lo único que pudo decir hasta que volvió a trabarse, los tartamudeos y suspiros no tardaron en aparecer.

- Eso ya puedo verlo.- Dijo algo divertida soltando una risita, sabía que tenía que ayudarlo. Si era lo que creía, podía manejarlo y guiarlo.- Hemos hablado bastante últimamente y eso me ha hecho muy feliz, ¿y a ti?

- Ah.- Soltó una expresión de sorpresa y se atrevió a mirarla a los ojos. Su rostro se enrojeció completamente y sentía como todo su cuerpo comenzaba a arder por dentro. Estaba muy emocionado, y la amabilidad de aquella chica le habían recordado lo decidido que estaba a confesarle sus sentimientos.- ¡Y-yo también también estoy m-muy feliz, (T/n)-senpai!

- Eso me alegra.- Se acercó a él lentamente, con los pétalos danzando tras cada paso que daba. El chico se encogió en su lugar al darse cuenta de su cercanía; volvió a bajar la vista al suelo.- Tienes una letra muy bonita. ¿Para qué has dejado esa carta en mi casillero?

- L-la puse allí porque... p-porque...- Tomó aire hasta no poder llenar más sus pulmones y lo retuvo. Miró su rostro a través de sus lentes y cuando puso sus manos sobre sus hombros, vio la sorpresa en ella.- ¡Porque me gustas mucho, senpai! ¡Sal conmigo, por favor!

Quedó perpleja por aquel acto de valentía. Nunca lo había escuchado alzar tanto la voz. Escrutó su expresión, había cerrado los ojos con fuerza y no los abría aún, esperando a que contestase. Sentía el peso de sus manos sobre ella, y lo sentía suave, sin ánimos de presionarla o dañarla, estaban allí para asegurarse de que no se fuera. Era el momento de enfrentarse a lo que tanto tiempo había estado esperando.

"A mí también me gustas, Susuki-kun." ◀

"Lo siento, Susuki-kun, mi corazón pertenece a otro."

"Pienso que sólo debemos ser amigos..."

"¿Ah? ¿Qué es esto? ¿Una broma?"

(T/n) miró su consola con algo de duda. Si bien llevaba mucho tiempo intentando tener la ruta de Susuki, las otras alternativas eran también tentadoras. ¿Cuántos finales diferentes habrán para un mismo personaje? A veces se sorprendía por cosas tan simples como esa. Quería tener un buen final, sin duda, pero quería conocer todas las demás opciones y le había costado un montón tener a ese personaje. Era obvio lo que pasaría si elegía la primera. ¿Y las demás? Tenía tantas dudas...