Ocho

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What A Time ft

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What A Time ft. Niall Horan

🍫   COLLIN   🍫

En octubre, los árboles van perdiendo el color verde y van dando paso al otoño, el cielo de Londres se vuelve gris, sin ningún color, es la única estación del año que no me gusta porque me trae malos recuerdos. En un melancólico octubre, mi madre abrió su paraguas y decidió marcharse. Me he acostumbrado a eso, pero Frank no. Hay veces que me gustaría saber cómo hacer para que vuelva a sentirse bien, hay tantas cosas que no me ha explicado y que quisiera preguntarle, por ejemplo, si hablaba enserio aquella mañana que regresé del colegio y lo encontré totalmente borracho en el sillón de la sala...

—Papá, ¿qué te pasa? —pregunté, acercándome a él.

—Está prohibido quererlas, Collin, no ames a ninguna mujer o te harán daño. —Me agarró fuertemente del uniforme—, si sientes que el mundo deja de girar mientras estés con una, ¡aléjate, hijo!, promételo —gritó, zarandeándome.

—Lo prometo —dije, asintiendo muy asustado, era la primera vez que lo veía así...

Cierro la cortina y me tumbo en la cama, me siento agotado, no paro de pensar en si estoy fallando o no a esa promesa.

Luego de aquel día de la preselección en que todo terminó en un desastre, no he vuelto a ver a Delia, he tratado de centrarme en el trabajo y comencé a preparar diferentes recetas italianas, para luego escoger la que presentaré en la eliminación, todo con el fin de olvidar mi comportamiento de esa tarde. He pasado varias noches convenciendo a mi almohada de que fue lo mejor, pero si así fue, ¿por qué me está volviendo loco? No he dejado de pensar ni un día de éste mes en ella, en lo nerviosa que estaba cuando se enteró de que Frank es mi papá, en cómo logró en pocos minutos metérselo en un bolsillo, y lo que más me tortura es pensar en lo que sucedió en la azotea.

Recuerdo que sentí una terrible necesidad de besarla, no debía, pero fue algo más fuerte que yo, pero cuando lo hice, ¡demonios!, me envolvieron muchas sensaciones desconocidas. La besé con brusquedad, como si llevase meses sin hacerlo y me di cuenta de que nadie jamás me había besado como lo estaba haciendo ella. Cuando colocó su mano en mi pecho y notó que mi corazón latía desbocado, ahí estuvo el problema, mis sentidos se alertaron y me di cuenta... Delia detuvo todos los relojes del mundo sólo para nosotros. Si no ponía un freno, ella tomaría las riendas y me empujaría a algo que no deseo. En ese beso, ella me estaba diciendo que quería más y simplemente no está en mis planes algo serio, ella tiene que entenderlo. Además, está el detalle de que tiene novio, no es que me importe el muy idiota, pero como hombre sé que todo lo que he hecho ha estado mal, más siendo el susodicho el hermano de mi mejor amigo.

Cuando su celular sonó y me mostró el identificador de llamadas mi cuerpo se tensó, apreté los nudillos con tanta fuerza que creí que me haría daño, el sentido común regresó y comprendí que era hora de alejarme, el juego había terminado. Luego bajé las escaleras, sintiendo una estúpida sensación de derrota. ¿Cómo fue eso posible si yo estaba ganando?

La receta ganadora ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora