Delia Dávila tiene una meta, ganar el concurso Star Chef; pero el destino se encargará de poner en su camino al peor contrincante. Collin Tanner parece haber nacido con el don innato para la cocina, él tiene un solo objetivo, no dejar que nada se in...
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Skylar Grey - Everything I Need
🍫 COLLIN 🍫
Delia se dirige hacia la salida aferrándose fuertemente a mi mano, ocasionalmente mira hacia atrás y yo no tengo más remedio que seguirla. Ella y yo tenemos una conversación pendiente, pero sinceramente lo que más me preocupa ahora es el por qué corremos, no mi vida amorosa.
—¿Qué está ocurriendo? —protesto, pero me ignora y tira de mí para salir al fin por la puerta del hospital. El viento le revuelve el cabello y observo cómo se aparta algunos mechones de la cara, de pronto su rostro se alarma, así que sigo su mirada.
Pudo haber sido cualquier persona en la vida, pero cuando la veo mi corazón se salta un latido y el mundo se paraliza, la sangre comienza a hervir dentro de mis venas y aprieto la mandíbula, justo en éste momento siento que no hay absolutamente más nadie a nuestro alrededor y que apenas soy consciente de Delia, porque la mujer que me abandonó hace tantos años camina en nuestra dirección. Intento calmarme, pero estoy furioso, me desespero, la tensión y la ira parecen desbordarse de mi cuerpo. Cuando advierto que me mira fijamente, retrocedo, pero ella deja de verme y mira a Delia.
—Cariño, te estaba buscando —dice con aquella voz... aquella que tantas veces extrañé, pestañeo varias veces, confundido, la ira aumenta porque no me reconoce. ¡Infeliz! ¿Cómo no vas a reconocer a tu propio hijo?
—Tengo que irme, Evie —suelta Delia agitadamente—. Tengo que solucionar muchas cosas y Ben debe estar cerca.
—Tranquila, prometo calmarlo, pero no te vayas así.
Mi mirada busca la de Delia porque, aunque deseo desaparecer de éste lugar y no ver más nunca a Evelin, mi cerebro comienza a trabajar a toda velocidad cuando advierto algo: se conocen. Me quedo muy quieto tratando de encontrar respuestas y cuando al fin comprendo la relación que existe entre ellas casi dejo de respirar. Con mucha ira y dolor en el pecho me obligo a mirarla.
—¿Así que ahora eres la señora Hamilton? —escupo, odiando cada vez más el brillo de sus ojos verdes tan parecido al de los míos. Ella se gira y frunce el ceño por mi tono descortés.
—Jovencito, estoy hablando con ella —dice señalando a Delia.
—Me parece bien, por lo menos hay alguien de quién sí te preocupas —suelto afiladamente.
Delia me mira sorprendida y me pregunta:
—¿Se conocen?
—No —digo intentando mantener la calma.
—¡Collin Tanner, te cortaré las pelotas! —escucho detrás de mí.
Hago una mueca de desagrado y no me muevo, pero noto cómo el terror y la desesperación se apoderan pronto de las facciones de la mujer que tengo enfrente, quisiera haber tenido unos segundos más para disfrutar de su conmoción, pero Ben tira de mi hombro con brusquedad, acerca su rostro al mío de forma amenazante y la sangre comienza a burbujear por mis venas, aprieto los puños, preparándome para lo que viene.
