Capítulo 5

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En el campamento Mestizo ya oscureció y llegó la hora de la cena. La cabaña de Atenea desfilaba hacia el comedor liderada por Annabeth, la de Hefesto liderada por Leo, quien se había convertido en el nuevo líder de su cabaña, la de Afrodita liderada por Drew, la cabaña de Hermes, liderada por Connor y Travis Stoll... Así con el resto.

Los campistas arrojaron sus ofrendas en la gran hoguera de fuego, ,a cual brillaba intensamente. En la mesa de Hermes se respiraba un ambiente de felicidad, ya que Ashley Castellan había regresado a su verdadero hogar.
La chica fijó su mirada en la mesa de Hades, donde estaban Nico y Hazel hablando. Los dos semidioses hijos del dios del inframundo se percataron de su mirada, y le saludaron a la hija de Hermes con una pequeña sonrisa.

- Campistas, prestad atención un momento.

Quiron atrajo la atención de todos los jóvenes semidioses con esas pocas palabras. Antes de que el centauro empezará tosió.

- El juego de capturar la bandera será dentro de tres días. Dioniso dirá los equipos ahora, para que podáis entrenar sin ningún problema, y que cuando llegue el momento de iniciar la partida, podamos anunciar al ganador indicado. Lo decimos con días de antelación porque los dioses del Olimpo verán el juego con todo detalle. No sabreís donde estarán, pero estarán cerca aunque no los veáis.

El comedor estalló en murmullos, gritos y silbidos.

- ¿Por qué razón vienen los Olímpicos?- preguntó Jason Grace.

- Quieren veros entrenar. Yo creo que es obvio- respondió Quiron.

- ¡Qué Dioniso diga ya los nombres!- gritó Clarisse.

- Esta bien... Los equipos son los siguientes: Poseidón, Afrodita, Hefesto, Hades y Demeter serán el equipo azul. Atenea, Hermes, Zeus, Apolo y Ares- anunció Dioniso. Hubo algunas quejas.- ¡No me importan vuestras quejas!

- ¡No es justo!- gritó un hijo de Demeter.- En el otro bando tienen a Ashley, que es la mejor con la espada del campamento, tiene a Jason Grace y a Clarisse. Esta muy desigualado.

- ¡Vosotros tenéis a Katie, Percy, Piper, Hazel, Nico y Leo! También son buenos- gritó Ashley.

El caos inundó la sala. Sin embargo Ashley estaba callada. Le gustaba su grupo,
pero le hubiera gustado estar con Nico o Percy. Sobre todo con el hijo de Hades, ya que apenas lo conocía, pero ella creía en una posible amistad.
Nico se sentía igual que la guardiana del Olimpo. También guardaba silencio, pensando en que prefería estar con la hija de Hermes. También le gustaba su grupo, pero Ashley era la que más le entendía como hijo del dios del inframundo.

Una vez acabada la cena y los gritos, los campistas salieron para ir a sus respectivas Cabañas. Pero antes de eso, los chicos de la profecía de los siete, más Nico y Ashley se reunieron.

- No me gusta esto de luchar contra mis amigos- protestó Hazel.

- A mi menos- añadió Piper.

- A nadie le hace gracia- completo Percy.

- ¿Qué podemos hacer?- preguntaron Jason y Leo al unísono.

- ¿No participar?- propuso Frank.

- ¿Estas de broma?- preguntó Ashley.

- Vienen los olímpicos-añadió Nico rápidamente-. ¡Nuestros padres van a venir! Seguro que hay algo que quieren... Me apuesto algo a que nunca han pisado este suelo.

- Chicos no importa. No es un combate de vida a muerte. Puede que tengamos que luchar, pero no cambiara nada entre nosotros nueve.

La que habia hablado era Annabeth, tan sabia como siempre.
Ashley sonrio, ya le contaban como una mas del grupo, eran sus amigos y se alegraba de tenerlos cerca.
Los chicos y chicas se despidieron y se fueron a sus cabañas para poddr relajarse y dormir.

A Nico le costaba dormir. No paraba de pensar en lo que habia pasado en un solo dia: Primero el minotauro, luego el viaje por las sombras, el juego de capturar la bandera...la lista continuaba. Pero muy en el fondo, sabía que lo que le inquietaba era Ashley. ¿Qué demonios le había hecho esa chica para que no parara de pensar en ella? Solo llevaban un día, en el primero se odiaban, y ahora se podía decir que eran amigos inseparables.

Harto de dar vueltas en su cama, se levantó y salió de su cabaña sin hacer ruido para no despertar a su hermana Hazel. Cogió su espada y su cazadora negra, y se dirigió hacia el lago.
Allí vio a Ashley, que hablaba con alguien.

- Papa, no deberías de haber venido, lo tienes prohibido- empezó Ashley.

- Soy el dios de los mensajeros, puedo pasarme por aquí de vez en cuando- dijo Hermes con una sonrisa.- ¿ Qué  ctal tu primer día?

- Estupendo. La gente aquí es maravillosa, son tan amigables... ¿Cómo no lo recordaba?- comentó Ashley sonriendo.

- Me alegro, te viene bien un respiro con los dioses y demás.- el dios hizo una pausa.- ¿Alguien especial?

Hermes arqueó una ceja, y miró a Nico disimuladamente, que se escondió más detrás del árbol. Su hija no se percató.

- Si...No... No lo sé- murmuró.

- Afrodita no te habrá confundido, ¿verdad?- dijo Hermes entre risas.

- ¡No!- gritó Ashley riendo.

- Bueno, ya me tengo que marchar. Buena suerte hija- se despidió.

- Adiós papa.

Ashely se apartó, al igual que Nico, y hubo un resplandor blanco. Cuando los jóvenes abrieron los ojos, Hermes ya no estaba. La chica se sentó en el suelo, y se quedó en silencio, sonriendo para sus adentros, se sentó en el suelo, y metió las manos en el río.
Nico se acercó hacia ella y se sentó a su lado. Ashley le miró y le sonrió, Nico dudo, pero hizo lo mismo.

- Me recuerdas a tu padre,Nico- empezó la muchacha.

- ¿Qué? ¿A qué viene eso?- preguntó Nico sorprendido.

- No se... Solo que como trabajé tanto tiempo con Hades, pues ahora...es como si te conociera a ti. Pero se... Sé que no eres tan frío como el- Nico escuchaba atentamente.- Se que en el fondo, tú eres amigable. Me lo has demostrado

Se quedaron en silencio.

- No sé qué decir ante eso. Normalmente solo me dirigen miradas de asco...- Nico no termino porque Ashley le interrumpió.

- Tienes amigos, Nico. No,lo olvides- la chica hizo una pausa.- Lo siento, me tengo que marchar. No quiero que Travis y Connor me hagan algo.

- Adiós... Supongo.

Ashley se marchó, dejando solo al hijo de Hades. Él estaba confusa. Nadie le habia dedicado esas palabras, y mucho menos hablarle de ese modo. Y menos una chica. ¿Qué pasaba? Nico no lo sabía, pero tenía un mal presentimiento. Un hijo de Hades nunca podía ser tan amable como él lo estaba siendo.

La Guardiana del Olimpo (#YTW)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora