La Guardiana del Olimpo (#YTW)

Capitulo 11

Narra Nico

Vuelvo al campamento Mestizo después de haber oído un estruendo. Veo que un mar de ropa naranja al lado de la Casa Grande. Son campistas. Hay signos de que ha habido una pelea. Los hijos de Apolo corren de un lado a otro llevando medicinas, vendas y en ocasiones a gente en brazos.

Veo a Percy y me acerco a él. Parece que está bien, al igual que Annabeth. Pero él está exhausto. Tenía ojeras y andaba encorvado.

- ¿Qué es lo que ha pasado?

- ¿Dónde estabas?

Los dos hablamos a la vez y muy rápido.

- Estaba en el bosque- respondo.

- Un gigante acaba de venir aquí. Ya lo hemos vencido, pero a cambio hay muchos heridos y de momento ninguno muerto.- contesta serio.

De repente, vemos a cuatro hijos de Apolo cargando con alguien que no tiene buen aspecto. Es una chica de pelo castaño claro. Su piel, que en algún momento podría haber sido bronceada, estaba cubierta por moretones morados.
Se me cae el alma a los pies cuando la reconozco. Me hago a un lado y empujo a Percy.

- ¡No! ¡Ella, no!- grito.

Me acerco a un hijo de Apolo. Es rubio y de ojos verdes. Parece preocupado.

- ¿Qué le ha pasado?- pregunto con la voz rota.

- Usó dos bendiciones a la vez y luchó contra el gigante como una heroína- responde agotado.

- ¿Sobrevivirá?- pregunto.

El muchacho desvía la mirada al suelo y sigue andando. Los pierdo de vista en cuando entran a la enfermería. Me quiero derrumbar, pero no lo hago.

- No te preocupes, Nico. Se recuperará- me anima Percy.

- No, Percy, no lo hará.

- Si. Ella es muy fuerte, ¿acaso no ha tenido lesiones peor...

- ¡No lo entiendes, Percy! Yo presiento la muerte, no tú. Se lo que va a pasar. La hemos perdido. Ashley está muerta.

No digo nada más y me voy. No sé a dónde me dirigo. Solo quiero perderme en la oscuridad. Quiero que me envuelva con sus brazos fríos.
Poco tiempo después me entra la culpabilidad por no haber ayudado. Si hubiera ayudado, Ashley seguiría viva. Pero no he hecho nada. Me he dispuesto a ser egoísta y centrarme en mí.

Cuando voy a la enfermería, está amaneciendo. El cielo está azul, naranja y rosa. Puaj, prefiero el frío de la noche y el blanco de la luna.
Como cabía de esperar, los hijos de Apolo corrían de un lado a otro con medicinas o para intercambiar noticias con sus compañeros. Unas camillas más apartadas, estaba Ashley.

- La acabamos de visitar.- dice Percy, que acababa de llegar.

- El medico dice que necesita reposo para ver si...bueno, para ver si vive- informa Annabeth.

- ¿Te crees que importa lo que diga el médico?- preguntó mirando la camilla de Ashley.

Percy se lleva a Annabeth, considerando que no es una buena ocasión para hablar conmigo. Se lo agradezco en mi mente. Me arrodillo en el suelo y apoyo los brazos en la camilla. Le doy la mano a Ashley, la tiene fría, muy fría. Esta pálida y tiene muchos maratones. Sus ojos están cerrados y sus labios carnosos forman una línea fina. ¿Por qué nos tuvimos que pelear? ¿Por qué?

- Lo siento, sé que soy estúpido.

Le agarro la mano con más fuerza. Es inútil hablar con ella, pues sé que está perdiendo la vida. Sin saber lo que hago, me acerco más a su cara y hago lo que me hubiera gustado hacer desde hace bastante tiempo. La beso con delicadeza y despacio.
Noto como la mano de Ashley deja de estar fría. Ahora, ella es la que me agarra de la mano, ella es la que lleva el beso.

- Definitivamente, has perdido la cabeza, Di Angelo.- susurra.

- Mejor perder mi cabeza que perderte a ti- murmuro, de manera que apenas se me oye.

Ashley rodea mi cuello con us manos y se apoya en mi pecho.me mira y sonríe. Le devuelvo la sonrisa apunto de llorar.

- ¿No podríamos estar solos?- pregunta mirando la enfermería. Ya hay menos gente.

- Ojalá- digo.

En el momento en el que me levanto, un hijo de Apolo se acerca corriendo hacia la camilla de Ashley. Al ver que grita, el resto de médicos le siguen y se quedan con la boca abierta al ver a Ashley sonriendo.

- Emmm... ¿Hola?

Suelto una carcajada al ver lo ignorante que es Ashley. Un hijo de Apolo me fulmina con la mirada.

- ¿Cómo has despertado?

- ¿Alguna bendición?

- ¿Seguro que no estás muerta?

- ¿Quién eres?

Ashley me mira suplicándome que le ayudara. Sonrío y decido que sufra un poquito más.

- A ver... Esto... Apolo, bendición... Guardiana del Olimpo- dice Ashley como si explicara algo muy obvio a niños de tres años.- ¿Se entiende?

Los hijos de Apolo asienten y dicen que me marche para que hablen con ella.

- ¿No se puede quedar?- pregunta Ashkey.

- Te espero fuera, tranquila que no me iré.

Tras esperar lo que me parecieron tres horas fuera, Ashley sale con una sonrisa. Se pone encima de mi espalda.

- ¡Caballito!- exclama como una niña pequeña.

- ¿No eres un poco mayorcita para esto?

- ¿Me estás llamando vieja?- pregunta indignada.

- Exactamente- contesto sonriendo. Ashley me da un golpe en la cabeza.- ¡Au! Bueno, si te sirve de consuelo.... Eres la vieja más hermosa del mundo.

- Eso ya cambia las cosas.

Por fin se baja de mi espalda y se pone enfrente mía impidiendo que avance. El viento agita su largo cabello castaño. Esta sonriente, está feliz, y eso me hace a mí también feliz. Nos acercamos más hasta reducir el espacio entre nosotros a unos cinco centímetros.

Me mira.

Le miro.

Y me besa. Cierro los ojos. Sus labios dulces se pegan a los míos por un largo tiempo. Cuando abro los ojos, me sorprendo rodeando la cintura de mi amiga con los brazos.

- Nico- hace una pausa.- No quiero perderte. Quiero estar contigo por toda mi vida.

Le acaricio el pelo y le doy un beso en la frente. La necesidad de protegerla me invade el cuerpo.

- Tranquila. Eso nunca pasará.

Pone una mano en mi hombro y yo una mano en su cintura. Así nos vamos al comedor. Juntos.