La Guardiana del Olimpo (#YTW)

Capítulo 7

Narra Ashley

Abrí los ojos. Tenía la idea de que estaría en la enfermería, y de que el equipo azul hubiera ganado. Pero no. Abrí los ojos, y solo veía negro. No había nada. De repente, lo que veía cambió.
Era una noche lluviosa. Vi a Annabeth, tendría unos siete años por el momento, con un martillo en la mano. Protegiéndola estaba Luke, mi hermano mayor. Me llevaba tres años. Luego estaba yo, con una espada en la mano sin saber qué hacer. Pero tenía al lado a Thalia, la cual luchaba como una auténtica heroina.

- ¡¿Pero quién nos persigue!?- gritó la Ashley de siete años.

- ¡No lo sé! ¡Solo corre!- gritó Thalia.

Los cuatro corrimos. Vi que un objeto, una lanza para ser exactos volaba hacia mi yo de siete años. Luke gritó mi nombre y me apartó. Los dos estábamos a salvo. Lloraba, y él me abrazaba fuertemente, protegiéndome.

Ahora la imagen volvió a cambiar. Estaba en el campamento Mestizo, ha tenía 10 años. Dos años antes de conocer a Percy. Mi yo del sueño (o al menos creía que era un sueño) estaba sentada sola, cerca del lago. Me acordaba. Me senté sola, después de una jornada dura de entrenamiento. Vino Luke, el cual parecía estar más cansado. Hablamos y hablamos, hasta que yo le pregunté:

- ¿Estarás conmigo para siempre?- le pregunté, recordando las múltiples veces que había salvado mi vida.

- Para siempre, hermana- respondió Luke.

Esas últimas palabras, me destrozaron el alma. Yo lloré, no la del sueño. La que estaba perdida en la oscuridad, tenía el rostro surcado de lagrimas.

La imagen volvió a cambiar. Estábamos en el Olimpo, recuerdo que era mi primer año como guardiana. Zeus me estaba contando que mi hermano se había pasado al otro bando, y ahora era fiel a Cronos. Mi yo del sueño esta vez no lloró, sino que rompió lo primero que tenía a su alcance con su espada. Era una vasija, y recuerdo que Hestia se enfureció conmigo.

Abrí los ojos, y estaba de rodillas en el suelo. Vi el terror en los ojos de Nico. La cara de sorpresa de todos los campistas ante mi derrumbamiento. Un líquido me recorría la cara. Lagrimas. Me levanté enfurecida. La ira brotaba por mis venas, esta vez no iba a tener compasión.
No dejé tiempo a Nico, le di una estocada, un corte profundo en el otro brazo. El estaba sorprendido. Con la empuñadura de mi espada le di en el hombro, a continuación una patada en el estomago. Nico cayó al suelo.

Caminé lentamente hacia la bandera. La cogi, pero no hubo aplausos y vítores como de costumbre, sino que algún murmullo. Tiré la bandera al suelo, envainé mi espada, y me fui furiosa del lugar.

- ¡Nico!

Oí a Hazel correr hacia su hermano como alma que lleva el diablo. Todos rodearon al hijo de Hades. Sin embargo yo, me metí las manos en el bolsillo, y caminé hacia la cábala de Hermes, que debería de estar totalmente desierta.