Cαρíтυℓσ 10

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Me sujeté de la vereda de la piscina y lo miré nerviosa.

-Sal de ahí inmediatamente. –me dijo serio.

Y no tuve más opción que obedecer.

Al salir de ahí, Justin me agarró del brazo bruscamente y me llevó al auto, antes de subirme, le dije "adiós" con la mano a Zayn para despedirme y él hizo lo mismo. Pero luego Justin me subió al auto y fuimos a casa. Y al llegar, Justin me dio un sermón sobre escaparse de casa, y luego de muchos: "bla, bla, bla", alcancé a escuchar:

-¿Sabes lo preocupado que me tenías? –dijo agarrando mis hombros.

-Justin, exageras.

-No lo vuelvas a hacer. –dijo cabizbaja.

-Está bien. –le dije notando su preocupación.

Y me abrazó. Y yo sentí el calor de su cuerpo que me enrojecía las mejillas.

Intente decirle en mi mente: ¡Suéltame! Porque me ponía nerviosa su cuerpo junto al mío. Así que me fui separando poco a poco de su cuerpo y él me soltó.

-Ahora, date una ducha. –me ordenó.

-¿Es enserio? Arruinas un momento de ternura mandándome a la ducha.

-Sí. Ahora ve.

Y sólo por esta vez, le obedecí porque el cloro de la piscina de seguro me había arruinado el cabello.

Ahg.

Así que tomé una ducha rápida y luego de eso bajé en toalla y sonó el teléfono. Era Delphi, mi mejor amiga que no se había presentado en toda esta semana.

-¡Oye, ¿Dónde has estado en todo este tiempo?! –exclamé.

-Tranquila, falté una semana de clases dejándote sola ¿y qué? Ya estoy de vuelta, cariño.

Rodé los ojos.

-Bueno, ¿Y qué cuentas? –le dije.

-Ah... Llamaba porque... Zayn...

-¿Zayn?

-No alcanzó a decirte que...

-¿Qué?

-¡Quiere invitarte a Salir a la nueva heladería Sweetie Love! Ay, es tan romántico ahí.

-¡¿Qué?! ¿y cómo es que estás tan segura?

-Duh... estuve en la fiesta de Zayn.

-¿Cómo? Estabas ahí y no me dijiste.

-Te busqué por todos lados y no estabas. –reclamó, furiosa como una niña.

-Bueno, ¿y te lo dijo a ti?

-Sí. Porque recuerda que soy tu mejor amiga, además vio que tenías problemas, y no quiso venir a tu casa personalmente para que así no tuvieras más problemas de los que tienes.

-Ah, bueno.

-...

-¿Y para cuando es mi cita? –dije emocionada. Me callé y dije: -Es decir, ¿para cuándo es lo que me dijiste?

-Mañana.

-Oh, tan pronto.

-Sí, te oyes nerviosa.

-No es nada. –dije insegura.

-Bien, eso era. Me voy, adiós.

-Bye. –le dije.

Colgué el teléfono. Me di la vuelta y vi a Justin nuevamente con los brazos cruzados.

Me levanté del suelo.

-¿Qué hice ahora? -pregunté con fastidio.

-¿Quién te dio permiso para contestar el teléfono?

Abrí la boca perpleja.

-¿Cuál es el problema? Estaba hablando con mi mejor amiga.

-Pudo ser cualquiera, sólo por esta vez fue una excepción, pero ya no más. Cero llamadas, te prohíbo que vuelvas a contestar el teléfono de esta casa. –dijo con una autoridad.

-¿Por qué? ¿Acaso crees que va a ser un chico el que llame?

Se puso nervioso y lo detecté.

-Un chico en especial. –continué.

Se rasco la barbilla

-¿Estás insinuando algo? –me dijo.

-Nada. ¿Acaso tú estás interpretando algo? –desafié.

-Se acabó. A tu habitación. –apuntó hacia las escaleras.

Uhg.

-Bien.

Y me dirigí a ellas. No quería seguir discutiendo con Justin. Hace tiempo que me faltaba una figura paterna y tenerla representado en mi hermano con discusiones no era lo que me imaginaba.

Y lo último que le dije fue:

-Pero te diré una cosa, Tú. No. Eres. Mi Padre para decirme esas cosas. ¿Me escuchaste?

-No me hables así. –dijo subiendo un escalón. Para cuando ya había subido, me di cuenta del aire que rosaba mi cuerpo, y que una capa fluía de mi hacia abajo y cuando me di cuenta de ello estaba completamente desnuda y mi toalla tirada en el suelo, me tapé inmediatamente y grité.

-¡No me veas! –chillé.


Cuidadito [Justin, Zayn y tú (rayita)]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora