Cαρíтυℓσ 12

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Y me fui de ahí. Al llegar a mi habitación. Nadie fue a verme en las pocas horas que quedaban. Y entonces ahí fue cuando a esta hora mi mamá trabajaba (son las siete de la tarde), entonces nuevamente me escapé de la casa, y fui a la de Zayn, toqué el timbre y Zayn me recibió muy atento.

-¿Estás lista?

Me sonrió.

-Sí.

Sonreí. Así que fuimos en su auto a la nueva heladería Swettie Love, comimos helado, hablamos mucho sobre nosotros y al final Zayn me preguntó:

-¿Oye, el tipo que te sacó a rastras ayer era tu hermano?

Abrí los ojos sorprendida.

-Sí. ¿Có-cómo... lo sabes?

-Lo supuse. –dijo tomando un sorbo de su helado.

-Ah.

Luego pensé muy bien lo próximo que iba a decir; mi confesión a Zayn. Yo sentía algo por él. A pesar de todas las cosas, y de todo lo que dicen de él. Yo siento algo, algo que debo de decirle ya. Pero ahora sí que estaba lista para decirle, y antes de que algo o alguien me interrumpiera, le dije determinada y firmemente a Zayn:

-Zayn.

-¿Sí?

-Yo...

-¿Tú? –me miró con una cierta arrogancia.

-Te quiero.

Pasó su mano por su cabello y al darse cuenta de lo que había dicho abrió los ojos, sorprendido. Suavizó su mirada y dijo:

-¿De verdad? –con una timidez en su voz.

-Sí. –le dije con su mismo tono.

-Yo... También te quiero, _____. Y no como amigos...

Yo me quedé muy desconcertada al oír eso. Él me... Quiere. Esta escena era como de película, yo al fin tenía correspondencia con alguien por primera vez en mi vida.

Zayn se acercó a mí y me abrazo con tanta ternura que le recibí el abrazo. Luego me miró con ansiedad y se acercó a mi cara, mirando mis labios, estábamos a punto de darnos un beso y entonces...

-¡_____! –gritó una enfurecida voz familiar.

Ambos giramos a ver y era... Ay, no puede ser.

-Justin, yo...

No me dio tiempo para responder y me sujeto de la cintura hasta llevarme hacia su hombro.

-¡Justin, suéltame! –chillé.

-¡No! Estás castigada. –me dijo mirando atrás.

Mientras Justin me llevaba sobre su hombro. Me despedí de Zayn tristemente con la mano, a lo que él atendió con una mueca triste.

Justin me llevo a su auto, y conduciendo sin decir ninguna palabra en todo el camino. Llegamos y yo fui directamente a mi habitación, Justin me siguió y yo le cerré la puerta en la cara con cerrojo.

-¡_____, ábreme la puerta!

-Tengo tanto derecho a tener novios como tú tienes a tu novia. –le argumenté.

Él me insistió en que le abriera la puerta, pero no presté atención. Luego de unas dos horas, al fin abrí la puerta y vi algo tan tierno que no pude resistirme a mirarlo más de 5 segundos: Justin durmiendo sobre la puerta, se veía tan tierno, pero no lo podía dejar aquí, así que lo levanté sobre mi brazo y me dirigí hasta su habitación, fue difícil, pero no imposible, lo puse en su cama y me acosté a su lado. Lo miré con tanta rabia en mi interior y con tanta ternura al exterior que quise acompañarlo. Use su brazo como almohada, le di la espalda y me dormí profundamente.


Cuidadito [Justin, Zayn y tú (rayita)]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora