Pluma y Papel

175 14 0
                                    

Llorar es la clave para sacar todos tus problemas. Pero que pasaría si llorar fuera una obsecion. Se convertiría en un problema, porque no puedes ocultar lo que hay detrás de cada una de las lágrimas.

Llevo llorando desde hace 3 semanas ya, y cada vez se hace mas fuerte. Gotas salen, y caen sin ningún control. Mi fuerza de voluntad se fue al piso, mi carácter vale una mierda, y yo no valgo ni tres chavos. Mi hijo sabe que su papá se fue, pero no se atreve a pregunta el ¿por qué?. Debo levantarme, debo luchar, debo...debo...debo,y no logro nada.

Dion no ha llamado lo único que sé es que está en casa de uno de los marines, y porque ese hombre lo vio en la calle. Parece que su querida "RUBIA" no lo quiso más.

Hoy tengo que ir a trabajar, ya que después de eso tuve que llamar al trabajo para que me dieran días libres por "enfermedad". Aunque no estoy mintiendo tengo la enfermedad del corazón roto.

Voy con los pies arrastrando hacia el baño, mirarme en el espejo es una pérdida de tiempo. Yo se perfectamente que debo verme horrible. Me voy quitando la ropa cuando escucho el timbre de la puerta. Dios no entienden que no quiero ver a nadie. Voy caminando a paso ligero claro cuando me volví a poner la ropa.

-¿Quién es?-pregunto con un desánimo cabrón.

-Tú madre, abre ya.-es verdad lo que dicen los amores se van, pero el amor de una madre es eterno.

-¿Vienes a buscar a Jermiah?-sí, ella es la que ha llevado a mi hijo a todos lados.

-No, vengo a velarte. Prepárate tienes que salir de esta pendeja, y demostrar que eres una mujer fuerte como la roca.-mi madre si que es fan de la liberación femenina.

-Sí, esta bien. Me iré a bañar Jermiah todavía está durmiendo.-dije con un desánimo.

-Ok, voy a preparar el desayuno para que vayas a trabajar, despejar la mente perturbada que tienes.-mi madre más que nadie me debe entender.

Mi madre se fue a la cocina mientras yo iba al baño. Siento como el agua baja por mi espalda, y cada gota que cae recoge cada centímetro de mi piel. Lo que más deseo es que me expliquen, ¿por qué tuvo que pasarme esto a mi?. Tenía una vida prácticamente envidiable, y ahora lo que tengo son cenizas en mi mente de lo que era mi vida.

Después de la ducha, voy directo a mi cuarto para vestirme e irme. Término de vestirme me dispongo a peinarme, y unas prenda. Allí noté mi sortija de matrimonio tan brillante, y perfecta. No lo pienso para colocarmela donde alguna vez fue puesta por alguien que sacrificó su soltería por una vida unida.

Ya lista salgo para la cocina la cual de allí desprendía un rico aroma. Mi madre me sirve una taza de café, cuando acercó la taza a mis labios escucho una risita.

-¡MAMI!.-grita mi hijo mientras corre con sus brazos abiertos a mi.

-Tranquilo solesito, te vas a caer.-le digo una vez lo agarró.

-Mami yo no quelo il pa' la escuela.-dice mientras hacía un puchero tierno.

-Tienes que ir, sino no te llevo a las prácticas de pelota.-manipulación perfecta.

-¡NOOO! mami yo voy al cuilo.-dijo

-Bien, come para después llevarte.-digo mientras le dejo un beso en la mejilla rosada.

-¿Qué vas hacer? Porque no puedes estar mintiendole más a tú hijo.-Sí, le dije que su papá se había ido a la guerra otra vez.

No me gusta mentirle, pero como le explico a un niño de 4 años que su papá, y su mamá se dejaron.

-Tranquila ma yo tengo todo bajo control, y esta pendeja como tu la llamas se acaba hoy.-dije después de levantarme y buscar a mi hijo.

De camino al cuido mi hijo iba cantando, y jugando con sus carritos. Yo iba pensando en cómo resolver este problema. Al llegar me bajo del auto, después a mi hijo. Lo llevo a la entrada, le doy su bendición, y después me voy.

En el camino va todo callado ese silencio que inunda mi ser. El mismo que apaga toda esperanza de ver el futuro como lo tenía pensado cuando estaba en la escuela.

Después de unos 15 minutos llegué al hospital. Caminar, y sentir el peso de todas las miradas con curiosidad eso me revienta la paciencia. Todos me hacían preguntas, pero no estoy para dar explicaciones. Entró a mi oficina para mirarla, y ver que está justo como la había dejado.

Tres horas de trabajas, y de estar pensando. Allí es cuando decido hacer lo que en verdad necesito. Busco mi celular para marcar a mi abogado.

-¿Hola?.-dice el hombre al otro lado de la línea.

-Hola, licenciado Hernández, soy Jazmín Rivera. Le estoy marcando para pedirle que haga el papel de... divorcio.-dije con un nudo en la garganta.

-Se va a separar del señor Rodríguez.-dice con dudas.

-Sí...

------------------------------
¡HOLA MIS QUERIDOS NÓMADAS! AQUÍ LES DEJO EL NUEVO CAPÍTULO Y LE DOY LAS GRACIAS A TODOS AQUELLOS QUE LEYERON, TAMBIÉN GRACIAS AL QUE DEJÓ SU COMENTARIO. ESO ME HIZO QUE VOLVIERA A ESCRIBIR♡

BUENO ESPERO QUE LES GUSTÉ!!!!!

La Guerra del Amor (Book #1) (Editando)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora