La Guerra del Amor (Book #1) (Editando)

El moreno

Dion volvió a casa después de nuestro "pequeño accidente" en el supermercado. Tengo que ser sincera el ha querido hablar conmigo de todo lo sucedido, pero yo no me dejo. Es que me quiero hacer la fuerte basta con que lo deje quedarse en casa. Mi madre me insistió que lo dejara quedarse en casa si no fuera por ella se iba. Pero no puedo negar que cuando nos dimos ese beso en la pizzeria sentí las ganas de desnudarlo allí mismo, hacerlo mío, y sobre todo alfrente de esa gata que quería con 'MI MARIDO'.

Bueno hoy me encuentro en el hospital ya que tengo mucho trabajo acá por haberme apartado unos días. Me encuentro hasta el cuello por tanto papeles en mi escritorio hay columnas, y en realidad tengo un poco dolor de cabeza. Pero sobre todo que en mi mente tengo dos niños traviesos que en este momento no se si ya destruyeron la casa.

-Lcnd. Rivera el nuevo doctor acaba de llegar, y se encuentra en este momento en la sala de reuniones con los demás doctores.-me notificó mi secretaria. Rápidamente comienzo a recoger los papeles necesarios junto con mi computadora.

-Gracias Brenda, y por favor puedes conseguirme un café lo necesito. -digo mientras me arreglo el vestido.

-Enseguida señora.

Cuando me levanto para buscar una copia recibí un mensaje por Whatsapp de mi querida madre.

'Mi niña ya llegué a tu casa, y tus dos rubios están bien creo que demaciado bien porque tuve que abrir la puerta con la llave tuya porque estaban dormidos en la cama tuya. Pero ya puedes estar tranquila.'

'Gracias ma porque creo que llegaré un poco tarde de tanto trabajo.'

Alguien toca la puerta, y es Brenda con mi café. Justo a tiempo para ir a la reunión. Ya en el ascensor para llegar a ese sitio dónde los doctores todos son unos viejos verdes. Toqué dos veces la puerta de cristal hasta que una secretaria me abrió le doy las gracias para rápidamente acomodarme.

-Buenos días a todos empecemos con la reunión, pero primero que nada les quiero presentar al neurólogo Nathaniel Monfret.

Al momento en que yo decido alzar mi mirada el que se levanta. Nunca había un visto un hombre sin igual en verdad es hermoso. Sus ojos te cautivan es una mirada intensa, y esos labios tan perfectos, pero no hablemos de su altura porque necesitamos más tiempo para describirlo.

-El es un neurólogo que fue trasladado desde París de su ciudad natal.-terminó de decir el jefe de cirugía. No paro de mirarlo en verdad que es muy sexy.

-Gracias doc. Melendez en realidad es un honor poder trabajar en uno de los mejores hospitales de USA.-su voz es muy varonil es así tan ronca, y firme. En realidad me está dando calor espero que sea la menopausia.

Mi garganta está seca, y me estoy refrescando con una hoja. Mientras el le está presentando a todos los presente en la oficina. No deja de mirarme al igual yo no lo hago, creo que es una pelea de miradas a ver quien la aparta primero. Pero al final la aparte yo para evitar.

-Aquí le presentó a la mejor contable del mundo, y ahora inversionista mayor en nuestro hospital.-me quedé en shock de momento viendo a Edward. No me lo podía creer así que le di una cálida sonrisa.

-Más tarde pasa por mi oficina para hacer los arreglos necesarios sobre tu ascenso.-me guiña un ojo para después así irse.

-Hola licenciada, y felicidades creo que no se lo esperaba.-me dice mientras me tendía la mano. No sé que hacer si tomarla o simplemente darle unas gracias.

-Gracias.-dije mientras sentía mis mejillas sonrojarse.

-Nathaniel Monfret.-me dijo mientras me mira, y me da una hermosa sonrisa totalmente blanca.

-Jazmín Rivera, y perdón por la descortés.-digo mientras me muerdo el labio. Me está poniendo nerviosa necesito salir de aquí.

Cuando me iba a decir algo una de las secretarias le pidió que fuera con ella para mostrarle su oficina. Se despide de mi bien educado el. Necesito un respiro así que me despido de todos para así seguir con mi trabajo no antes de dejarle algunos papeles a uno de los doctores.

Ya en mi oficina decido llamar a mi casa para ver como va la cosa. Yo sé que si mi madre está allá no va a pasar ningún desastre, pero aún así es mejor prevenir. Me responden al tercer timbrado.

-Hello!.-awww es mi solesito, el nene de mamá, mi pequeño marine.

-Hola mi amor es mami bebé.-le digo mientras sonrío.

-¡¡¡MAMITA!!! Ya vienes pala casa, mami estoy abulido...-pero ¿Por qué está aburrido?

-Y papi ¿dónde está? .-esto se me hace bastante raro.

-Papi está en la cocina con mamá, ¿Quieres que lo llame?.-rápidamente le contesté y le dije que sí.

-Hola.-su ronca voz tan sexy.

-Mira ver si te encargas del nene porque esta aburrido.-le digo mientras acomodo unos bolígrafos.

-Ahh! Hola mi amor, ¿Cómo estás?, pues bien baby extrañandote, y tu día ¿cómo va boo?, mi amor con mucho trabajo, pero yo también te extraño y quisiera estar contigo.-dijo mientras imitaba mi voz, pero que descaro.

-No hagas eso Dion porque si no...-no pude terminar.

-¿Si no qué? En verdad que eres una mal educada sabes. Pero no entiendo porque me reclamas si no sabes lo que pasa así que si para eso me llamas mejor no lo hubieras hecho.-después me colgó.

-Bueno que se cree este...-hoy es el día de interrupirme. Alguien entró a la oficina, y era el moreno.

-Hola.-dijo mientras se colocaba las manos en los bolsillos de su bata.

-Hey, ¿sucedió algo?.-pregunté mientras me levantaba.

-Sí, es que quería saber que papeles debo llenar para lo de mi sueldo. Claro me perdí por el camino por eso he llegado un poco tarde lo siento.- pero que lindo, y amable.

-Claro, y no hay problema aquí tengo los papeles que debe llenar, y con gusto le explicaré cuales son los procedimientos, y demás cosas importantes.-dije mientras le pasaba los papeles, pero sentí como tocó mi mano con sus dedos.
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¡¡¡NUEVO CAPÍTULO!!! MIS QUERIDO NÓMADAS AQUÍ ESTÁ EL CAPÍTULO ESPERO QUE LES GUSTÉ.

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