12- LA EMPERATRIZ JINGU Y KORI

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- Hola Kori!. - Dice una voz femenina.
Kori se da vuelta y ve a una mujer vestida con prendas muy elegantes y ricas.
- ¿Quién es usted? - pregunta intrigada de verla allí con esas prendas ceremoniales complicadas para caminar en una zona selvática.
- Mi nombre es Jingu. .. Tal vez no me conozcas... pero tu eres una descendiente de las Onna Bugeisha.
- Un momento... Usted dice que yo desciendo de usted?
- Efectivamente tu eres Kori Takeshi.
- ¡Ufa! Otra vez con esa historia.! - dice molesta cruzándose de brazos.
- Espera un momento, escucha lo que tengo que decirte. Si te convenzo un poco vienes conmigo. Es más creo que haremos una apuesta.... si tu no consigues hacer ningún movimiento de ningún tipo. Eres libre de hacer lo que quieras, pero si lo haces....
- Si no se hacer nada!...
-Espera! ten paciencia... lo que te propongo es una pequeña lucha en la cual tu debes esquivar mis golpes....
- Me va a matar!!! Jamás he peleado con alguien! ... este ... digo físicamente. ..
- Mejor aún. .. así te demuestro que eres una de nosotras. ... Empezamos?
Kori no muy convencida asiente. Jingu muy hábilmente le lanza una patada al rostro, Kori la esquiva, luego le lanza un grupo importante de piedras, y sin sorpresa también las esquiva.
-Listo... ya está demostrado... te vienes conmigo. - dice Jingu.
- Pero... eso fue suerte! ... - replica Kori.
- Aaa.... Si???... Suerte???- y le lanza un cuchillo directo al rostro. Kori lo atrapa con ambas manos a pocos centímetros de su nariz.
- Yo creo que con eso basta. - Dice la Emperatriz. Kori está sorprendida de su propia velocidad de respuesta.
- Vamos, tienes mucho que aprender...
- Pero... Suma no sabrá dónde estoy! - protesta.
- Ya le dirán dónde estás y te vendrá a ver. - le dice a modo de respuesta vaga.
No muy convencida Kori la sigue.
Al cabo de una buena caminata llegan a la pueblo. Kori observa las construcciones y todo le remonta a un pueblo de la época medieval japonesa. En sus calles ve circuitos de luchas y entrenamiento, mujeres vestidas de negro con katanas colgadas en sus cinturas.
- Bienvenida a Ainokura. Ven te muestro tus habitaciones.
Llegan a una pequeña choza, muy sencilla. Jingu corre la puerta, se descalza y golpea las manos.
Pronto aparece una niña de unos quince años, ataviada con ropa de fagina bastante sucia.
- Aoi! muestrale la vivienda a Kori. Enséñale las prendas y ayúdale a vestirse correctamente. Y no andes así! Toma un baño! y cambiate por favor!.
Volviéndose a Kori en tono más amable le dice.
- Kori, ella es Aoi, estará a tu servicio y te enseñará lo básico de las prendas niponas y te ayudará en lo que necesites. Te espero mañana a primera hora en el campo de entrenamiento. Aoi, enséñale dónde queda.
La niña asiente con la cabeza. Jingu hace una leve inclinación con la cabeza a Kori y se retira de la vivienda.
La vivienda de Kori era espaciosa,con una cama tipica de Japón, un colchón en el piso con sábanas, un armario, y colchonetas.
El entrenamiento de Kori es arduo, pero ella lograba hacer todos y cada uno los ejercicios. Sus prendas para el entrenamiento, era un entero negro, con hombreras y pechera metálica que le cubre hasta la cadera, rodilleras y coderas. Su cabello iba siempre recogido en una coleta, para que no le moleste con el movimiento. El campo de entrenamiento era un espacio abierto,con cuatro cabañas: una donde practicaban lucha libre, otra era el depósito, donde se guardan los elementos de entrenamiento, nunchakus,escudos,dagas, naginatas, katanas, estrellas,sacos de arena y pesas, la tercer cabaña era un baño climatizado, para relajarse después del entrenamiento. La cuarta es la escuela, donde se impera el conocimiento del idioma, la escritura y los kanjis, al igual que el conocimiento de la magia. La Emperatriz Jingu vive en las afueras del poblado en un palacio construido completamente en madera, muy ricamente adornado con altares a los dioses de la lucha. Desde cualquiera de las ventanas se puede observar el poblado, las tareas diarias y la llegada de nuevas onnas.
Un día de calor, Kori estaba lanzando estrellas a muñecos de paja, con puntería más que buena, acertaba bastante, y las que no se enfadaba por su desacierto. Jingu la estaba observando todo el tiempo. Su avance es rápido, pero aún le faltaba.
-Kori,ven-dijo ella. Kori se giró,y fue hacia ella.
-Si?
-Te contaré algo de historia.-Se sentó en el pasto,y Kori hizo lo mismo.
-Ok...
-Las onna bugeisha somos como los samurais,pero en version mujer. Somos sigilosas y ágiles. Pero nosotras no éramos tan famosas como los samurai,por lo que nosotras teníamos que buscar nuestra fama. Comenzamos a luchar por la falta de hombres en las aldeas, para defender a los niños y los ancianos de los robos y saqueos. Hubo un tiempo en que luchábamos a la par de los hombres... Seguramente en tu infancia habrás escuchado la historia de Mulán. Ella realmente existió y fue una buena luchadora. Su vida fue dura y difícil. Pero la recompensa de ver a su pueblo libre del yugo de la tiranía fue más....
- Esteee... Yo pensé que se casaba con un príncipe y vivía feliz!!!
Jingu la mira sorprendida y rompe a reír.
- Já jajajajajaj .... jajajaj - ríe fuertemente. - ¿De dónde sacaste esas ideas? -le pregunta sorprendida.
- Disney hizo una historia en dibujos animados!
- ¿Disney? ¿dibujos animados?... no se que es eso... pero de todos modos su vida fue difícil. Más de una vez tuvimos que hacer determinados
"trabajos" del tipo de sicarios. Era duro y difícil pero había que conseguir dinero y muchos comerciantes pagaban bien. Así fue el periodo en que asumí como Emperatriz tras la muerte de mi marido. El reino estaba en la quiebra. Había que levantarlo. Entrenamos cada vez más duro,y generamos nuestras propias armas. Yo fui una gran general, y nadie perdió cuando yo estaba en el mando, pero ahora las onna bugeisha están casi extintas,y tú madre fue una de nosotras, pero no acepto que te convirtieras en una...- Jingu terminó de hablar.
-Ooh...-Kori la miraba sorprendida.- Entonces...
-Entonces...-Jingu se quedó pensativa un rato .- A qué iba esto...-dijo, tratando de recordar.
Kori abrió los ojo y comenzó a reir.
- jajajaj ... jajaja ...jajaj
La risa de Kori es contagiosa y Jingu se sumó a ella.
- Bien... - dice secándose las lágrimas de tanto reir. - Estas avanzando muy bien lo único a lo que debes poner más empeño es en el idioma. Por medio de la palabra puedes hacer magia. También los dibujos de los kanjis ya que uno mal dibujado puede decir lo opuesto a lo que quieres hacer.
- Pero... ¡es muy difícil dibujar las palabras! ... y más difícil es recordar cada una! es un idioma muy complejo!... ¿No puedo usar el Aymaras que lo conozco mejor? - se queja Kori.
- No conozco ese idioma... pero no se que tan efectivo es para la magia. Lo que te enseño es algo seguro que va a funcionar. Usa con cuidado los kanjis, porque puede ser tu perdición....
No termina de decir esto que viene Aoi corriendo desesperadamente, muy agitada y con las prendas un tanto rotas.
- ¡Señora!... Nos están atacando!... ¡Son muchos!.... ¡están reduciendo a todas! ...
- Calma Aoi! ... Calma... toma un poco de aire. - le dice calmadamente.
- Señora... Jaldabaoth está aquí con un ejército sin precedentes. Son demasiados. !!!! son veinte por cada una nuestra! y a todas las toman de rehenes! Me he podido escapar para poder informarle!.
Aoi escucha un rugido detrás de ella, los soldados de Jaldabaoth estaban allí rodeando a Jingu y a Kori. Y ambas se ponen en posición de lucha.

MACHATA: El encuentro con los DiosesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora