Los demonios mansamente, uno a uno vuelve a Manqhapacha como si hubiera un toque de queda. Huayrapuca y Yacumama, se están encargando en cerrar la entrada de la caverna nuevamente. Ya han vuelto todos los que habían pasado por allí, como así también aquellos que han caido en la lucha.
Agotados y exhaustos todos se encuentran pero antes que nada hay que dar sepultura a todos los caidos.
Cada uno se pone en su tarea, un grupo acondiciona a los difuntos, otro grupo prepara los pozos, otro arman las urnas por medio de magia, ya que artesanalmente no hay tiempo. Y en cada una hay un razgo distintivo de la personalidad del fallecido. Los que se quedaron en Arajpacha preparan la manq'a (14 ) y el resto de los elementos del ritual.
A la noche siguiente un grupo de Awichas, Achachillas y Apus vestidos finamente con trajes ceremoniales inician el complejo rito de Wakt'ayarapiña de cada uno de los difuntos para tomar el Ajayu, el Jaqi y la Ayllu de cada uno.
Llegan formados en fila y cada uno debe tomar algo. Los primeros son los Awichas que inician la ceremonia, se colocan delante de las pequeñas urnas de cerámica, donde han sido depositados los cuerpos, extraen con cánticos el Ajayu, e identifican a aquellos que no lo poseen para continuar el rito de otra manera. Para aquellos que tienen el Ajayu lo toman y lo liberan para que su escencia, su perfección vague por el Pacha, hasta que sea nuevamente llamado para una chikatjaqi.
Detrás de ellos están los Apus, quienes mediante oraciones extraen el Jaqi de aquellos que tenían el Ajayu, la tarea es lenta ya que el Jaqi de éstos es poderoso, deben tratarlo con cuidado para que no se pierda y se reintegre al universo. El Jaqi, para ellos jamás muere, simplemente se tiene, es inatacable e intocable, indispensable para la conservación y reproduccion, tanto a nivel cotidiano como espiritual, es regido por el supremo ideal de la ética, lo que genera ejercicios de virtudes completas y plenas, en armonía consigo y con los demás.
Finalmente los Achachilas quienes toman el Ayllu y lo examinan uno a uno para ver la Jakaña de cada uno. El Ayllu e la arquitectura de equilibrio entre, el Jaqi lo social y lo político. En él se nota la trascendencia de un espíritu de solidaridad en todos los niveles de existencia. El Ayllu tiene un grado elevado y casi perfecto de organización, éste tiene carácter de fenómeno que organiza la vida en todos los niveles, facilita la felicidad plena del hombre y permite la dinámica de la sociedad como modelo durable y permanente. Es por ello que los Achacillas se toman su tiempo ya que para ellos es muy importante este proceso. Ya que cada Ayllu va a formar parte de los Tanpu.
Finalizados estos procesos, cada uno de los presentes que conocía al difunto colocaban la urna en el pozo y la cubren, en seguida, con grandes piedras planas. Los dolientes, uno a uno, toman un puñado de tierra, soplan sobre ella y la dejan caer sobre la piedra. Los más cercanos arrojan flores, semillas y hojas verdes terminando la ceremonia cierran el pozo.
Finalizado este primer prceso continúan la ceremonia con Chhaqhtawayxatanawa, aquellos que no tiene el Ajayu, los Awichas inician la ceremonia con cánticos diferentes a los anteriores, llamando al Ajayu libre para que se acople con el Jaqi y el Ayllu para que la persona fallecida deje de ser chikatjaqi. Una vez hecho esto le ceden el lugar a los Apus quienes envian nuevamente al Alax a completar su awiyu. Finalizado este rito complejo, los familiares y allegados colocan una piedra plana, y encima de ella todas las cosas que el difunto pueda necesitar en su awiyu. Lo queman para le sea fácil el transporte y de acuerdo a la dirección del humo es dónde debe dirigirse el Ajayu y el Jaqi para completar el awiyu. Cuando todo fue purificado por el fuego lo tapan con tierra. Esa noche todos comen y beben en honor de los difuntos.
A la mañana siguiente, con la mente ya calma y fría, Suma se despierta y sale a dar un paseo. Ve el estado en que quedó Arajpacha, camina hacia el Cerro Siete Colores y ve el estado lamentable de todo, más adelante de a Kori, quien se levantó anrtes que él. La ve arrodillada en el suelo sembrando en eso, se percata que no es la única haciendo eso. Más lejos está Pachamama de igual forma, pero con su canto hace que las plantas crezcan más rápido. De igual manera está Saramama ayudada por Yacumama.
- Vamos Suma - le dice Wiracucha con su vozarrón, apoyando su mano por el hombro.
La repentina aparición del dios, toma a Suma por sorpresa.
- ¿A dónde? - pregunta con inquietud.
- Debes volver a tu mundo. Allí debes cumplir con tu verdadero destino final, debes hacer lo que has prometido. Debes cumplir tu propia profesía. ...
- ¡¡No me voy sin Kori!!!!
- Jjajaajaa!!!! - ríe el dios sonoramente. - ¡Claro!!... Ella te debe acompañar!!!.. ... No hay lugar para ella aquí... Además ella ya tiene su propio lugar... - y le señala a Suma su propio corazón, mientras ríe sonoramente.
Por el otro lado del camino se ve a Llastay curando a las aves y repartiéndose en un grupo de polluellos para alimentarlos, ya que éstos, perdieron a sus progenitores. Los malabares de Llastay para alimentarlos hace que Suma Sonría, pero se da cuenta de lo delicado del equilibrio.
- ¿Cómo vamos a volver?... si la nave en la que vinimos está destrozada?....
- Jajajaaj... Iluso!... has usado magia!... has reconstruido un portal.!.. y ¿Pretendes volverte en una catramina????!!!....
- jaja... -ríe sin ganas - qué tonto he sido...
- Esta noche será la cena de despedida y mañana partirán....Ya has dejado todo en orden de lo que quieres llevar?..
- ¿Llevar?... ¿Llevar qué...?... si no tengo nada!..
- Jajaaj... ¿Nooo?... ¿ estás seguroooo?... - le pregunta.
Suma responde afirmativamente con un movimiento de cabeza.
- Pas que es repentino... pero... seguro aue tienes muchas cosas que llevar... Toma, esto es muy práctico para llevar todo.
Wiracucha le entrega a Suma un pequeño bolso levemente más grande, del tamaño de una palma. Lo mira de un lado y del otro, mientras Wiracucha se ríe abiertamente. Finalmente, y luego de pasárselo de una mano a otra se la guarda en un bolsillo.
- Gracias! ... esteeee... será de mucha utilidad!... siempre lo honraré!...
- No te olvides de esto Suma, debes ser transmisor de nuestras costumbres y creencias. Debes proteger a Pachamama allá, al igual que a Yacumama y Saramama. También debes ayudar a Llastay a protegerlos de todos los peligros. Y nunca.... nunca... olvides que todos son uno en todo el universo. - le dice en tono serio.
- Lo haré Wiracucha. No olvidaré lo aprendido aquí.
Wiracucha acompaña a Suma hasta su cuarto. Dejando a éste solo en él. Pensativo por las palabras que le dijo, juguetea con el obsequi que le ofreció recien. Mira el cuarto y seda cuenta que cuando llegó a él estaba vacío. Ahora está lleno de cosas, las armas que le dio Llastay, las vasijas para transportar agua de Yacumama, un pequeño aparato para plantar semillas de manera ordenada,obsequio de Saramama. Un grupo de piedras labradas por la accion del viento, regalos de Huayrapuca y Mikilo. Y en cada lugar que ve del cuarto algo había de agún dios que le obsequió a él. En un rincón descubrió todas las prendas que había usado en perfectas condiciones y se dio cuenta que eran muchas, también que Pachamama lo cuidaba a su pesar como lo hacía Musquy cuando él era niño, procurando que naa le falte y que se sienta a gusto. Ese acto lo emocionó mucho y una lágrima rodó por su mejilla. Al cabo de un rato miró el presente de Wiraqucha y comenzó aguardar todo con una sensación de paz y de sanación que nunca antes había sentido.
Para su sorpresa el pequeño bolso nunca cambió de tamañe pese a la enorme cantoidad de cosas que le ponía, y para su asombro pesaba exactamente igual que cuando estaba vacío. Solo dejó afuera, una muda para la gala de la noche. Cuando finalizó con todo, salió del cuarto y se dirigio a buscar a Pachamama.
La buscó por todos lados, Llastay le dijo que estaba con Yacumama en una naciente nueva, Yacumama le dijo que partió a ayudar a Huarallocsima con las distinta dierccio es que deben tomar los vientos nuevos de cambios. Huayrallocsima le dijo que estaba con Saramama planeandolas fechas para las nuevas coechas. Saramama le dijo que está con Mamaquilla para establecer los tiempos de la luna y el calendario Al preguntarle a Mamaquilla si sabía dónde estaba Pachamama, ésta le dijo.
- Hijo..., ella está en Ainokura junto a la Emperatriz Jingu y Kori.
Suma le agradece cortézmente y se dirige allí.
Cuando llega a Ainokura, ve a todas las mujeres trabajando en su reconstrucción. Camina observando cada detalle de las casas y le da la sensación de que estuviera detenido en el tiempo.
A lo lejos, en los límites del pueblo, ve a Kori arrodillada junto a Pachamama y la Emperatriz Jingu. Las tres mujeres se encuentran sembrando pequeñas plantas de álamos para establecer los límites del pueblo y ocultarlo a la vista de los demás.
Suma espera a corta distancia, teme que si interviene algo está destruyendo. En eso Kori seda vuelta y lo ve, le hace señas que se acerque. Él obedece.
- Ven, -le dice con voz cálida y arrulladora- toma.
Kori le entrega un pequeño brote de álamo. Hace un pequeño pozo y toma la mano de Suma que sostiene el brote.
- Lo ponemos aquí.... - le dice.
Suma la mira embobado y el contacto con su mano le llena de alegría y éxtasis nunca antes sentido. Juntos abrigan a la nueva plantita con tierra rica en nutrientes. Antes de pasar a la siguiente planta, Kori toma ambas manos de Suma las pone rodeando la pantita y las de ella por encima de las de él, y dice entrecerrando los ojos:
- Utsukushī shokubutsu wa ai Suma to tomoni seichō shimasu -(15)
Una luz rosa y violeta suave surge de entre sus manos y cubre completamente a la pequeña planta. Suma está feliz por su contaco y mira a Kori con toda su alma. Su corazón late desbocado, se siente es éxtasis estar junto a ella.
Kori retira suavemente las manos y él la imita. Observan el crecimiento de la planta que crece, crece más alto que los de Pachamama pronto se llena completamente de flores amarillas con su centro anaranjado no queda ni una rama en for. Kori se snríe y ve a Suma con dulzura.
- Bien creo que hasta aquí llego...- dice Pachamama mirando la obra - mejor les dejo a utedes dos que continúen con el trabajo, veo que lo hacen mejorque yo... yaestoy vieja.. - le dice a Kori seria mientras le entrega un puñado de semillas y le guiña el ojo.
Kori se ruboriza, Jingu observa la escena y se sonríe.
- Toma la mitad, ya vistes lo que hay que hacer... - le dice a Suma con un brillo nuevo en sus ojos.
Suma recibe las semillas brotadas y se arrodilla. Cava un pequeño hoyo y coloca el pequeño brote. Coloca sus manos encima de él y murmura unas palabras en aymara. Pronto la planta iguala el tamaño de la anterior, se llena de hojas y de algunas flores, las aves comienzan a acercarce y a trabajar en sus nidos. Así va Suma con cada una y en cada árbol algo nuevo sucedía. Terminó antes de lo esperado y se da cuenta que Kori lo observa. Se levanta con dificultad ya que se le había dormido las piernas, causa de la postura incómoda.
Kori le estira la mano para ayudarlo a levantar.
- Hay mi Amui-huisa!!!.. -le dice suavemente y le da un beso rápido.
La Emperatriz Jingu se levanta y se sacude la tierra de sus prendas, ve a la joven pareja y sonríe dulcemente como recordando viejos momentos de su vida. Seda la vuelta y se dirige a su aldea.
Kori y Suma se dirigen hacia sus habitaciones, deben bañarse y vestirse de gala para la cena de despedida.
Ya entrando el atardecer, pasa Llastay a buscarlos.
¡¡¡Toc-toc!!!
- Suma!!!... ¿ya estás listo?... - le pregunta.
Suma sale vestido con las prendas tradicionales. Y cara de pocos amigos. Llastay está conteniendo la risa.
- Ni se te ocurra reir!.. - le dice amanazante Suma. Con el varáyoc tradicional consta de una colorida camisa trabajada con hilo pesado, con dibujos entramados de vivos colores flúo. Con hermosos tramados y complejos tramados una bambucha de cuero ancha por pantalón, un chullo muy colorido al igual que la camisa y un sombrero de lo más extraño que tiene la forma de un cono truncado invertido. Más parecido al uso diario de un plato sopero listo para recibir la porción de sopa. Confeccionado completamente a mano con lana fina, cuyo exterior es de color rojo vivo y su interior de color negro. Además lleva las clásicas ushutas y u bastón tradicional con incrustaciones en oro y forrado en lana fina negra, con cintas colgantes multicolor.
- No...pfffjjjijiji.... no ..... si el traje... pppfffjjjiiiijii...te queda .... genial!! Solo.... que... pffjijij... el bombacho te queda un poco... pppffffjiji... grandre!...
Efectivamente, el bombacho le quedaba un poco grande, mas bien bastante grande y se lo ató con una soga a modo de cinturón quedándole en esa zona como si fuera el capullo de una flor. La camisa era casi el doble de su tamaño y el chullo le tapaba casi la totalidad del rostro.
- Mejo me cambio y uso otro traje distinto, con este me siento como un payaso! -dice molesto Suma y se vuelve a la habitación, cerrando bruscamente la puerta.
Al cabo de un rato sale vestido con prendas más acordes a su tamaño, un poncho colorido, unos pantalones negros de su talla y alpargatas simples.
Suma camina unos pasos hasta la habitación de Kori que le dio Pachamama y llama.
- Kori... ¿Estás lista?... - pregunta impaciente.
- Un minuto ya salgo..... - se escucha desde adentro.
Al rato sale Kori con un conjunto tradicional femenino pero... distinto.. Suma lo mira asombrado.
- ¿ Te gusta?... - dice mientras da una vuelta- le hice algunas modificaciones... actualicé un poco el modelo....
Kory vestía las telas típicas y la pollera un poco más ajustada al cuerpo con algo de vuelo y más corta, una camisa blanca con muchos volados y un terero confeccionado con la misma tela de la pollera. El sombrero color chocolate de lana prensada, le confeccionó algunos adornos agregánoles algunas flores al tono de la pollera cuyo color es celeste.
Suma ve a Kori y la ve bellísima, su figura se estilizaba y estaba radiante.
- ¿Vos lo hicistes?... ¡No sabía que eras tan buena con el hilo y la aguja!...
Kori se sonríe y le da una cachetadita suave en la mejilla.
- Ay mi Amui-huisa!!..... si ni siquiera sé enhebrar una aguja!.... Usé magia!.. para eso está... no?.... - le dice entre un reto y un mimo.
De pronto Suma se sintió tonto. El podría haber hecho lo mismo, pero... ya está.
Llastay hace un sonido de falso carraspeo. En eso se percata Suma, que Llastay nunca se fue y los mira socarronamente.
- Ya tortolitos!.... vamos?... que llegamo tarde.
Se acercan a la zona donde han colocado la mesa, es el mismo lugar en donde Jingu trajo a la falsa Kori. Las antorchas ya se encuntran encendidas, iluminando todo el lugar. La mesa está vestida alegremente adornada con figuras talladas en madera y algunas raices secas que parecen ninfas sobre la mesa. Contraria a la primer mesa, ésta no contaba con ninguna flor. La comida es simple. No hay grandes animales asados ni fastuosos platos decorados. Es una mesa frugal, simple, con alimentos preparados sencillos. Un fuenton con pequeñas papas hervidas en su cáscara, otro con choclos acomodados en forma piramidal y algunas ensaladas simples.
Cuando todos los invitados se sentaron, Su a se dio cuenta que algunos de los invitados no erqn de la cultura Aymara, pertenecían a otras culturas y otras religiones, que él una vez estudió.
- Señores - dijo Pachamama.- Estamos aqui reunidos para celebrar el triunfo obtenido en mantener el equilibrio del universo. La unión es más poderosa que la soledad, la igualdad de pensamientos, nos une. Como así también el bien común y la solidaridad con muestros semejantes. La mesa es frugal, espero que sepan entender por qué, pero mi corazón rebosa de alegría por esta unión que compartimos hoy.
Se detiene un momento y mira a cada uno de los comensales.
- Quiero agradecer a cada uno de ustedes por acercarse a Arajpacha y abrirel corazón y escuchar a los otros. También quiero agradecer a Suma y a Kori, ya que ellos fueron claves en la desición de esta batalla. Además quiero hacer un brindis por la unión, la paz, y la armonía de nuestras culturas.
Pachamama levanta el cuenco en dónde le habían servido la Chicha, burbujeante y espumante. Cada uno de los invitados la imita poniendose de pié.
- Por la paz entre nuestras culturas - dice Amaterasu Ohmikani alzando el pequeño cuenco.
- Por la unión de nuestros pueblos - dicen alzando los brazos, al unísono Olorun y Mawu.
- Porla armonía del universo - dicen los Winti.
Luego Pachamama se dirige a Suma.
- Suma, parte de esta victoria te corresponde, .... - le dice en tono suave - pero... casi pones en peligro no solo a Arajpacha, sino también a las otras comunidades y religiones dejando abierto el espejo a Manqhapacha. -lo reprime delante de todos con tono severo- pero... debido a tu juventud y tu pasión -dice mientras mira a Kori - creo que es perdonable ese detalle, ... debes recordar, Suma, que eres la unión de todos nosotros ...
Pachamama hace un gesto con al mano abarcando no solo a los dioses Aymaras, sino también a los otros dioses sentados en la mesa.
- Esta cena no solo es de celebración, sino también de despedida, no de tristeza, sino con felicidad, Suma y Kori regresarán a su mundo y transmitirán a todos lo que aprendieron aquí. Serán buenos líderes y respetaran las costumbres ancestrales...
Suma y Kori están contentos por las palabras de honor de Pachamama.
- Así será -dice Kori enérgica levantando el cuenco con charqui.
Suma se pone de pie y levantando el cuenco con ambas manos e inclinando la cabeza, dice:
- Es un honor y un placer, transmitir este legado a las nuevas generaciones para que no se pierda nunca en el tiempo.... Estoy muy agradecido que me hallan permitido conocer todo esto y conocerlos a cada uno. Gracias! -termina su frase con una reverencia.
Luego del brindis, la charla es amena y confortable, la bebida no escasea y al poco algunos dioses sensibles al alcohol comienzan a dar espectáculo.
Pachamama da un golpe de palmas y aparecen un grupo de sirvientes junto con un par de Achachillas.
- Por favor lleven a los caballeros a las habitaciones y preparen valeriana, con manzanilla, y pasiflora y para Wiracucha le agregan kava-kava, lavanda, lupulo y melisa. Ni quiero que ande mañana molestando con resaca, ... ¿Se acuerdan de la última vez?... mejor sera que pongan doble de kava-kava.
- Si Señora! - asienten todos al unisono con cara de terror recordando la última vez que Wiraqucha tuvo resaca, casi destruye todo Arajpacha por atapar y jugar con un pequeño cuis escurridizo. Se ponen en la tarea rapidamente.
Uno a uno los comensales son guiados hasta las habitaciones reservadas por Pachamama. Y cada uno agradece a su modo la hospitalidad de la Diosa.
- Suma, Kori - los detiene Pachamama - deseo que tengan esto -dice mientras se quita sin protocolo un collar bellísimo y de la misma forma se lo coloca a Kori.
- Cuando tengas dudas de como actuar, tomalo entre tus manos y consulta tu duda con el corazón y hallarásla respuesta. -le dice a Kori - y a ti....Suma
Le dice a Suma mientras desprende un anillo de oro, con incrustaciones en rodrocosita pura y con una serie de dibujos alternados que rodean tanto la parte interna como externa del anillo que tiene como dije en uno de los collares.
- Señora! No tiene que darme nada!... es un honor ya para mi el sólo hecho de haberla conocido y que se me halla permitido quedarme aquí un tiempo! El honor de que Llastay fuera mi maestro, y todos los presentes que me han entregado! Es muchísimo !-dice con ahínco.
- Calla tonto! - le dice a modo de reto. - Tu no sabes nada.!.. Esto debí darselo a tu madre, cuando era el momento, ....pero ella nunca me escuchó... y por herencia te corresponde.
Pachamama le entrega el anillo a Suma y retiene sus manos entre las de ella. Una lágrima se escapa de uno de sus ojos y rueda como perlabrillante en su mejilla.
Suma se queda mudo y asombrado frente a esa revelación, su mente es un mundo de preguntas atropelladas, que desea saber más de su pasado, quiere saber más de su madre, de su vida, y su pasado. De pronto una brisa suave, mueve danzante unas hojas que caen. Se da cuenta que no hay nada que preguntar. Se dio cuenta que su madre hizo todo lo posible por salvarlo a él. Vio el dolor reflejado en el rostro de Pachamama. Y decidió no preguntar nada.
Con un nudo en la garganta, sin saber qué decir solo atina a tomar con más fuerza la mano de Pachamama. Ve en sus ojos reflejado muchos sentimientos encontrados. Siente paz en su interior y una felicidad que nuna antes experimentó.
- ¿Vamos a descansar, Suma?
Es la voz de Kori que ajena a la situación rompe el encanto del momento con una frase corriente. Pachamama se recompone y vuelve a ser la Diosa Madre. Suma vuelve a la realidad que le era ajena por un instsnte y le responde.
- Esteeeee... si... vamos ... - le dice a Kori suavemente, sin soltar aún las manos de Pachamama. Y mirándola a los ojos, continúa. - ¡Gracias... por todo y por darme ...
- ¡Shht!... - lo corta en seco Pachamama suavemente- No tienes que agradecer nada... solo debes ser tú. Y recuerda siempre quien eres y que aquí siempre eres bienvenido.
Le suelta las manos y hace un gesto para que sigan. Kori parecía ajena a todo lo que sucdía, eso le parece a Suma extraño.
- Kori, notastes algo distinto en Pachamama? - le pregunta cuando ya está lejos de ella.
- Estee... no ... no vi nada diferente.... por?
- No ... por nada ...
Suma se da cuenta que Pachamama usó algún hechizo para que nadie se diera cuenta de su secreto. Toca el anillo y le transmite tranquilidad y confianza. Con una nueva visón de su vida Suma deja a Kori en su habitación y él se dirige a la suya a descansar.
El día fue largo y los sucesos de la semana fueron muchos, como si todo fuera irreal, y con esa sensación cierra los ojos y duerme plácidamente.
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MACHATA: El encuentro con los Dioses
RandomEn los libros anteriores (Samay: el rescate del pueblo perdido y Qurhu: el resurgimiento del pueblo originario) Suma descubre su pasado y cumple en parte con la profesía, pero otros tienen planes sobre él y Kori. Ambos dejan cartas dirigidas a sus...