Decision correcta? 20

136 27 4
                                    

Thomas desayuna junto a su hermana en el comedor de la deteriorada Mansion.En estos dias han hecho unas pocas mejoras,pero para dejar la antigua casa en buen estado,se necesitaria mucho dinero,y mucho trabajo.

La mirada de Thomas parece distante y perdida,Lucille lo viene notando,y creer saber cual es la razon de esa actitud,y esa razon realmente la enferma.

-Thomas...¿Te encuentras bien?-le dice ella con una inquietud creciente.

El sale de su cotidiano trance para responderle.

-Si Lucille,lo estoy.¿Porque lo preguntas?-le responde.

-Es solo que no se...te ves muy apartado de todo,y de mi tambien.Muy...alejado.-dice ella con voz seductora.

Thomas sonrie al reconocer ese tono,parece no tener paz,si el no tiene su completa atencion puesta en ella.

-No creo que sea asi,hermana-responde suavemente-Es solo que esta casa,este lugar se me hace muy...deprimente.

Lucille lo mira,intentando conocer sus verdaderos pensamientos,antes de decirle.

-¿Es por eso? ¿Seguro?No hay otra cosa que te afecte?-

-No Lucille,y ya basta,¿Podemos cambiar de tema?-le respondo cansado ya de sus interrogatorios.

Ella lo mira molesto,y antes de enojarse tambien,su actitud la excita,recuerda sus"pucheros" de niño y lo adorable que se veia.Pensando en esto se levanta,se coloca tras el,y lo abraza por detras.

-No te enojes mi amor,solamente era una pregunta-le dice muy cerca del oido-Sabes bien que si no estas bien,yo tampoco puedo estarlo.

Thomas se da vuelta y la mira,ella se pierde en sus ojos claros,aumentando su deseo imperioso de estar de nuevo en sus brazos.

-Lucille...Lucille,deberias tener algo mas que hacer,aparte de estar pendiente de mi-le dice Thomas sonriendo.

Ella lo suelta y se aleja,un poco ofendida por su comentario.Es verdad que el es lo mas importante en su vida,casi lo unico¿Pero no deberia el agradecerlo en vez de estarse burlando?.

Su hermano la conoce bien,se da cuenta que la hirio,y aunque a veces,sea asfixiante,sabe que todo lo que Lucille a echo,lo ha echo por el.Thomas se levanta y la abraza por detras,susurrandole sus disculpas al oido.

-Lo siento Lucille no debi decir eso,es solo que no lo se,¿No estas cansada de esta vida...y de este sitio?

Lucille se deja abrazar,ama sentir su aliento en su cuello,y sus brazos alrededor de ella.

-Si claro que lo estoy...pero es todo lo que tenemos-le dice apoyando su cabeza en su pecho-Adonde iriamos ¿A la calle?.¿Sabes hacer algo mas que tus benditos inventos?.

Esta vez es Thomas quien se lastima por el comentario de ella,pero como sabe que el lo hizo tambien,simplemente deja pasar sus palabras.

Lucille se da cuenta de su error,y se voltea para verlo mientras le dice.

-Perdon,ahora fui yo,no quiero tomar en poco lo que haces,creo que sabes bien que adoro todo lo que tocan tus manos...y todo lo que estas hacen.-le dice mordiendo sus labios en forma sugerente.

El entiende el mensaje indirecto,el deseo de Lucille es insaciable.

La mira profundamente,pero al acercarse para besar su boca,es otro el rostro que ve,el que su corazon añora.Igualmente completa el beso,si suelta a Lucille por eso,ella se daria cuenta que algo no esta bien.

Sus lenguas comienzan el juego, aquel juego enfermizo que juegan desde la adolescencia.No es extraño para el,sentir como las manos de ellas lo recorren posesivamente,acariciando su cuerpo con una pasion vehemente.Pasion que les pide mas,como sucede siempre,como si estuvieran debajo de un oscuro hechizo que los obliga a repetir el mismo acto siempre.

Sin tiempo de buscar un lugar mas comodo para unirse,los dos se apoderan de la antigua mesa.Lucille disfruta de sentirlo su pertenencia,y el, de su entrega sin reservas.

Con la ropa aun puesta,por el ardor de la urgencia,solo dejan libre lo necesario para fundirse en la gastada madera.

Thomas la mira mientras la posee,pero una vez mas,no es a su hermosa hermana a quien el observa,unos ojos verdes y un cabello rubio es lo que sus ojos y su mente llenan.

Lucille lo mira solo a el,como lo ha hecho toda su vida,no hay para ella nada que se compare en belleza,ni en ninguna otra cosa.

El ritmo de los cuerpos se hace exigente,desesperado,impaciente.Necesitan llevarse a la cumbre del extasis,aunque ese lugar para ellos este terminantemente prohibido.Pero ellos no son como la otras personas,ellos no son hermanos normales,ellos rompen con su proceder todo lo establecido por Dios... y tambien por el resto de la gente.

El espasmo ardiente los encuentra como uno,una misma piel,una misma carne,Thomas acalla de su boca un nombre,aquel nombre que amo desde hace tanto tiempo,Lucille grita orgullosa el de su hermano,el es solo de ella,es solamente suyo.









Invisible EscarlataDonde viven las historias. Descúbrelo ahora