Capítulo 5

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Quedaba tan solo un entrenamiento para los primeros partidos del Inter High y se podía notar un aura de nerviosismo puro nada más poner un pie en el gimnasio, pero también te podías empapar de un entusiasmo abrumador. Bokuto volvió a clases dos días más tarde de mi visita por lo que se incorporó al plan de entrenamiento sin ningún problema, aunque he de admitir que le veía cambiado. Su personalidad atosigante había pasado a convertirse en una que podías soportar con facilidad. Puede que mi mente me estuviera jugando una mala pasada, pero tenía la sensación de que todo esto involucraba a Nakamura. Lo único que pedía era estar equivocado en esto porque no me haría ninguna gracia tener que visitar de nuevo al director.

Durante el entrenamiento no me podía sacar de la cabeza lo que vi al dirigirme hacia los vestuarios: Konoha estaba hablando con Mei a tan solo centímetros y parecía muy nervioso, como si no quisiera que nadie más se enterara de aquella conversación. Lo único que podía asociar con eso era que se estaba confesando a mi amiga, pero no le encontraba sentido, en primer lugar me lo habría dicho a mí (o eso me obligaba a creer).

– ¿Puedes concentrarte en mí, Akaashi? –me pidió Bokuto, después de que le pasara mal el balón por tercera vez. Yo asentí con la cabeza a la vez que me agachaba para recoger el balón. Él tenía razón, después pensaría en eso con más tranquilidad en mi casa. De todas formas también podía preguntarle a Mei en el peor de los casos, ella sí que me lo contaría.

El siguiente pase resultó ser bueno, igual que todos los demás que le siguieron. Bokuto estaba realmente contento con los resultados, daba la sensación de que podía romper cualquier barrera que le pusieran por delante. Por otro lado estaban los bloqueadores que entrenaron con nosotros, que no estaban igual de satisfechos con los resultados, pero el entrenador les dijo que debían de sentirse orgullosos de haber podido parar varios remates con tanta potencia como aquellos.

Para cuando acabamos de entrenar el equipo estaba feliz con los resultados de nuestro último día. Teníamos la certeza de que podríamos pasar esta primera fase si seguíamos trabajando tan duro como hasta ahora lo habíamos hecho.

– ¡Un momento! –gritó el entrenador, agarrando de la camiseta a Konoha, el cual se disponía a salir del gimnasio. El resto del equipo permanecimos en donde estábamos esperando lo que fuera que tenía que decirnos–. No sé si sabéis que el instituto está teniendo serios problemas para costear los gastos de todos los clubes deportivos, por lo que hace unos días tuvimos una reunión todos los entrenadores con el director en la que llegamos a la conclusión de hacer algo parecido a la semana cultural pero con los clubes para recaudar fondos. Yo llegué el último a la reunión así que me tocó la actividad que ningún club quería, pero en mi opinión no es tan mala como parece.

– ¿Cuál es? –preguntó Komi por todos.
–Un café maid –respondió, intentando reprimir una sonrisa.

Al instante, todos empezaron a quejarse de la maldita impuntualidad del entrenador. El tono de voz se iba haciendo cada vez más fuerte, hasta que se formó un barullo incomprensible en el que cada uno decía lo que pensaba gritando. El entrenador, para no ser menos, gritó que guardáramos silencio si no queríamos dar diez vueltas alrededor del instituto como castigo.

– ¿Qué piensa de esto el capitán? –inquirió el entrenador, mirando a Bokuto.

Esperaba que Bokuto gritara o hiciera cualquier acto excesivo como solía hacer siempre, pero en lugar de eso habló como una persona normal:

–Yo creo que está bien si podemos contar con chicas.

– ¿Y tú para qué quieres a chicas con trajes de maid? –le recriminó Nakamura. Bokuto no dijo absolutamente nada, solo bajó su mirada hacia el suelo. Apreté mi puño con fuerza, logrando que este fijara ahora su atención en mí–. Lo único que he hecho ha sido evitar una pelea, ¿acaso no te molesta que piense en chicas si está saliendo contigo?

Be who YOU are {Bokuaka}Donde viven las historias. Descúbrelo ahora