Capítulo 18

2.3K 292 84
                                    

           

Las despedidas siempre son horribles. Es cierto que nosotros dos no íbamos a estar mucho tiempo sin vernos porque teníamos que acudir a los entrenamientos de vóley y, además, teníamos una cita para el día veinticuatro. Espera... ¿acababa de utilizar la palabra cita realmente para definir ese encuentro? Definitivamente había perdido la poca cordura que me quedaba tras este fin de semana tan intenso.

–Muchas gracias por haber venido.

Esas fueron las primeras palabras que se me ocurrieron para romper el silencio tan incómodo entre ambos, aunque la realidad es que eran totalmente sinceras. No sé qué habría hecho si Bokuto no hubiera venido a Tokio conmigo. Seguramente nunca habría ocurrido este intento de acercamiento con mi padre, principalmente porque, aunque hubiera llegado a ir, habría huido después del primer encontronazo que tuvimos el primer día.

–No tienes que agradecerme nada –respondió, con una brillante sonrisa, como siempre. A veces me preguntaba si no se cansaba de fingir que todo estaba bien cuando era evidente que no–. Me lo he pasado muy bien visitando Tokio contigo, ha sido toda una aventura. ¿Qué te parece si repetimos en las vacaciones de primavera? Esta vez podríamos ir a un sitio que tenga playa. ¡No, no! ¡Tengo una idea muchísimo mejor! ¿Qué piensas de la nieve? Hace mucho tiempo que no la veo.

–Cualquier sitio estará bien si vamos juntos.

¿Era imbécil? La respuesta era un sí tan grande como una catedral. No quería que sonara de esa manera, porque lo que realmente pretendía era que él supiera que no importaba cual fuera nuestro próximo destino porque tenemos esa química inexplicable que consigue que cualquier momento que pasemos juntos se convierta en una experiencia única.

Si Konoha o Mei pudieran leer mis pensamientos seguramente ahora me habrían lanzado una mirada cargada de incredulidad. Después de soltar todo ese discursito seguía intentando convencerme a mí mismo que no tenía una connotación romántica. Pues claro que la tenía. ¿Hasta cuándo iba a seguir engañándome a mí mismo? Ya había aceptado que me gustaba Bokuto, ¿tan difícil era aceptar, una vez más, que le seguiría hasta dónde fuera?

–Nos vemos –dije.

Después de pronunciar esas palabras me disponía a dar media vuelta para llegar de una maldita vez a mi casa cuando de repente Bokuto se abalanzó sobre mí, rodeándome nuevamente con sus fornidos brazos. Me costó reaccionar, pero al final correspondí ese gesto.

Nos mantuvimos en esa posición durante un par de minutos sin pronunciar una sola palabra hasta que Bokuto susurró lo siguiente en mi oído: "gracias a ti por estar siempre a mi lado". Cuando nos separamos tenía una expresión indescriptible, pero esta vez fue él quien se dio media vuelta para llegar a su casa, ya que, por suerte o por desgracia, cada uno vivía en una dirección diferente.

Durante todo el camino a mi casa no me podía quitar de la cabeza sus últimas palabras, ni la manera tan suave y sincera en la que las había pronunciado, acariciando con su cálido aliento la piel desnuda de mi cuello. Tampoco podía hacer desaparecer la sensación de sus brazos rodeándome y, por supuesto, su perfume seguía impregnado en mi ropa. ¿Por qué demonios utilizaba una esencia tan fuerte? No es que no me gustara, pero me hacía pensar en cosas innecesarias.

Las imágenes de todo el fin de semana se iban sucediendo sin cesar en mi mente, incluso las de aquel primer encuentro sexual (al menos en mi caso), lo que me hizo sonrojar de una manera tan potente que parecía que me iba a explotar la cabeza. Me costaba admitirlo, pero en el fondo me lo había pasado bien. Por supuesto mi padre no había tenido nada que ver en ello, había sido todo gracias a Bokuto. Sin él no habría sido capaz de hacerle frente por primera vez en mi vida, y probablemente sin él no habría ocurrido este intento de acercamiento. Digo intento porque quizás cuando le invite a nuestro próximo partido se invente alguna excusa para no acudir, por lo que al final todo habrá sido en vano, pero al menos lo había intentado.

Be who YOU are {Bokuaka}Donde viven las historias. Descúbrelo ahora