Be who YOU are {Bokuaka}

Capítulo 26

Comenzó una semana nueva, lo que significaba que quedaba una semana menos tanto para el partido de prácticas con Nekoma como para la primera ronda eliminatoria. Sin embargo, a pesar de que eso me tenía, obviamente, preocupado, no podía parar de pensar en las últimas palabras que intercambié con Kuroo el sábado cuando llegué a casa después de mi cita con Bokuto. A la mañana siguiente le envié un mensaje al chico disculpándome por mi actitud porque había sido totalmente irracional, pero todavía no me había respondido. Tan solo esperaba que no se hubiera enfadado porque nos había costado demasiado llegar a tener una relación cordial como para echarlo todo por la borda debido a mis berrinches infantiles.

Las horas de clase de ese lunes transcurrieron relativamente rápido, así que antes de lo esperado me encontraba en el vestuario, cambiándome el uniforme por la ropa de entrenamiento. Cuando solo me quedaba anudarme los cordones de las zapatillas, Bokuto irrumpió en la habitación de forma animada. Ante los ojos de cualquier persona, no había nada fuera de lo habitual en esa imagen, pero ante mis ojos, era más que evidente que detrás de esa alegría que Bokuto irradiaba había un motivo.

- ¡El examen me ha salido genial! -Exclamó Bokuto para que se enteraran todos los miembros allí presentes, pero sus ojos estaban puestos sobre mí. Esa noticia me pilló totalmente por sorpresa: no me había dicho que esta semana tenía exámenes. Si lo hubiera sabido, habría aplazado la cita del sábado para que hubiera podido dedicarse únicamente a estudiar-. ¡Seguro que ha sido porque este fin de semana me ha pasado algo bueno!

Las últimas palabras que pronunció Bokuto hicieron que Konoha me mirara con una sonrisa maliciosa de forma casi instantánea; él era el único que sabía que este fin de semana tendríamos una cita. Antes de unirme a las felicitaciones que los chicos le estaban dando a Bokuto, le dediqué a Konoha una mirada cargada de odio, consiguiendo únicamente que su estúpida sonrisa se ensanchara. En ocasiones como esta me recordaba demasiado a Kuroo.

- Espero ser el primero en saber los resultados de tu examen -el chico me miró con una sonrisa de oreja a oreja al oír mi comentario a la vez que asentía efusivamente con la cabeza un par de veces-. Pero, ¿por qué no me dijiste que tenías un examen? Podríamos haber estudiado juntos, Bokuto-san.

Bokuto miró a ambos lados, cerciorándose de que todos los chicos estaban demasiado concentrados en sus respectivas conversaciones como para tenernos en cuenta. Luego, me indicó con el dedo índice que me acercara a él. En un principio, me sentí reacio porque estábamos en un lugar público, pero luego me dije a mí mismo: ¿qué tiene de malo acercarme a mi "amigo" para hablar?

- La verdad es que no me acordé del examen hasta el domingo -me confesó el chico en un susurro. Ignorando el hecho de que el contacto de su cálida voz sobre mi piel logró que se me pusiera la piel de gallina, le dediqué una mirada de reproche-. ¡No me mires así, Akaashi! Es que solo podía pensar en lo que íbamos a hacer el sábado, pero gracias a eso gané fuerzas para estudiar.

- Esta vez te ha salido bien, pero no lo vuelvas a hacer.

A pesar de lo que le acababa de decir, la verdad es que mi corazón estaba latiendo frenéticamente. Supongo que si tener una cita le ha servido para estudiar, deberíamos repetirlo cada vez que tenga un examen.

Una vez que nos encontrábamos en el gimnasio, comenzamos con el entrenamiento sin distracciones. Esto último, en realidad, era bastante ambiguo, pues no tener distracciones era complicado cuando Bokuto era mi compañero de equipo y no podía dejar de pensar en por qué Kuroo todavía no respondía mis estúpidos mensajes. Sin embargo, no fue un mal entrenamiento, aunque he de admitir tampoco fue el mejor de todos.

Cuando estábamos limpiando el gimnasio para poder volver por fin a nuestras casas, el entrenador nos preguntó tanto a Bokuto como a mí si teníamos unos minutos para charlar a solas con él.