Capitulo X

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Harry Potter se reclino con las manos apoyadas en la pared de la ducha mientras que la lluvia artificial mojaba todo su cuerpo. Sus lágrimas se confundían con las gotas que recorrían su cuerpo y sus sollozos se ocultaban detrás del ruido de la muy necesitada pero obligada ducha.

Al cerrar la llave del agua se vistió sin molestarse en secar su cuerpo.

Harry salió por primera vez de su cuarto en la casa de los Weasley luego de unas dos semanas, ya vestido con un traje negro desprendido y camisa blanca. Sosteniendo una carta en su mano.

Recién bañado, con el pelo mojado, ropa húmeda y los pensamientos fuera de este mundo bajo las escaleras con lentitud, en camino al velorio de su hermana.

Harry había pasado todos aquellos días en soledad, casi sin comer. Acostado en su cama y con las cortinas cerradas, ocultándose de la luz.

El desgarrador dolor por haber perdido a su hermana se mezclaba con la agonía y el miedo de haber quedado solo, haciendo que todas sus ganas de luchar hayan muerto entre el melancólico silencio de la habitación.

La oscuridad lo arropaba mientras que él se encontraba en posición fetal casi todo el tiempo, sosteniendo una remera impregnada con el olor de su hermana. Sus ojos se habían secado de tanto llorar y las pesadillas que lo mantenían despierto evitaban su breve escape de este mundo.

Nadie había sufrido tanto con la perdida como Harry.

La luz lo segaba por instantes. El sol brillaba haciendo que el agujero en su pecho se hiciera más hondo. No lograba entender como el mundo podía seguir como si nada hubiera pasado. Brillando tan feliz como cualquier otro día.

A Harry le dieron ganas de encerrarse de nuevo en el cuarto, sintiendo un gran odio hacia el sol.

Al llegar al último escalón pensó en el camino que estaba recorriendo. Un camino que lo llevaría al velorio de _____, al de su hermana, su otra mitad que siempre estaba presente. Las lágrimas quemaron en su garganta y no tardaron en salir.

El no solo había entrado en la depresión más grande que le pudiera haber pasado en su vida, sino que aun sentía el peso en sus hombros de las responsabilidades que le había dejado Dumbledore.

Cualquier cosa que hiciera de ahora en adelante seria por ella. Si lograba salir a delante, claro está.

Ahora sabía porque ____ estaba muerta. Ella se había sacrificado para salvarle, para mantenerlo a salvo. De alguna forma se sentía completo, pero eso lo hacía sentir una gran culpa.

Aunque incluso su cuerpo se haya evaporado la sentía como si estuviera a su lado, dentro de él.

Ella le había prometido que nunca se iría, que nunca lo dejaría solo. El planeaba dar su vida si eso la salvaba pero eso ya no haría falta, ¿Verdad?

-Harry. – Molly apareció por la cocina con los ojos llorosos y lo abrazo. – Me alegro que hayas salido de esa escura habitación ¿Te encuentras bien? Olvídalo. No respondas. Todo estará bien. – su voz se quebró al final, admitiendo que en realidad sabía que las cosas no podrían estar peor. Se separó de él y le prendió el saco. – El... velorio, empezara en un rato. Ya están todos fuera, entenderé si solo quieres salir cuando empiece pero está bien desahogarse con tus amigos. Está bien necesitar ayuda, todos la precisamos en este momento. – dijo apoyando sus manos en los cachetes de Harry. – Iré a decirle a Ron y Hermione que has salido.

Molly se alejó y salió por la puerta principal.

Harry inspiro hondo y se secó las lágrimas con las mangas de su saco, quitándose los lentes por un segundo. Recordó haber entrado por aquella puerta innumerables veces con _____. Cuantas veces la había visto bajar la escalera y cuantas veces había escuchado su voz llamándolo desde otra habitación. La vez que intentaron vivir con Sirius por un mes... fue un completo desastre.

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