Me vestí con mi nuevo uniforme y salí de mi habitación en camino a la biblioteca del colegio. Camine por los pasillos del colegio, los cuales estaban impregnados del tentador olor a los humanos y mi boca no tardo en llenarse de ponzoña. Apreté mis puños y cerré mis ojos con fuerza mientras que un pesado y doloroso suspiro brotaba de mis labios.
Intente caminar a velocidad normal, lo cual me estaba causando muchos problemas. Mis piernas parecían hiperactivas, lo hacían todo demasiado rápido y eso sería un gran inconveniente si alguien lo veía. El cielo permanecía cubierto de nubes sin dejar paso al sol desde el día en que llegue lo cual me daba un buen respiro.
Volví a inspirar de forma instintiva. No podía simplemente ignorar aquel olor y por ello había decidido salir a cazar todos los días. Para confundir al estómago que me exigía cada vez más la sangre de aquellos estudiantes. Incluyendo la de mis padres.
Apenas eran las 6 de la mañana y no había nadie en los pasillos. Una sombra de la sed se posiciono en mi garganta en cuanto me imagine cuantos estudiantes los estarían rondando en un par de horas.
Confié en que la biblioteca me diera las respuestas que yo buscaba y si no me las daba me vería obligada a entrar a la sección prohibida por cuarta vez en mi vida. Aunque realmente no llevo la cuenta.
Entre por las puertas sin problemas ya que ya estaban abiertas, inspire para saludar de forma amable a la bibliotecaria y me dirigí a la sección que ella me indico. Caminando y buscando por entre los enormes estantes me negué a respirar. Solo necesitaba el oxígeno para hablar así que no sería problema.
Al llegar a una de las estanterías que más conocía, ya que me gustaba leer mucho sobre las distintas criaturas de mi mundo, mire hacia arriba, aun sin acostumbrarme a mi increíble nueva visión. Con la intención de encontrar un libro que anteriormente había usado para la clase de defensa sobre las artes oscuras. Había visto una sección bastante extensa sobre vampiros que no había llegado a leer.
Levante mi brazo en dirección al libro de forma inconsciente. Baje mi brazo dejándolo colgar a mi costado para luego sacar mi varita de la capa. Apunte con ella en dirección al libro y me pregunte si un vampiro podía hacer magia. Trague y la duda se hizo paso por mis venas.
-¡Accio libro!
Espere unos segundos y no sucedió nada. Mis rodillas temblaron y más rápido de lo que hubiera deseado el libro bajo por si solo del estante dándome de lleno en el rostro.
Deje salir lo que parecía ser un soplo. No me dolió y ni siquiera me tambalee. Directamente no lo sentí.
Levante el libro del suelo y note que me estaba moviendo con más elegancia de la que alguna vez había poseído. Aquello que tanto me había encantado de los Cullen ahora también lo tenía yo. Una elegancia fluida y sin necesidad de forzar o mantener mi mente ocupada pensando que debía sentarme derecha, caminar con la frente en alto o simplemente caminar con un semblante selecto.
Sonreí.
Abrí el libro aun en mi lugar y me dedique a leer aquella parte del libro que andaba buscando. Me tomo lo que vendrían a ser dos minutos y medio leer 20 hojas, no carillas.
Allí no se encontraba nada que fuera relevante para mi búsqueda. No había ninguna sección de "Como domesticar a tu vampiro", porque aunque nos tomaran el pelo realmente me ayudaría en esta situación.
Aquella tarde me pase revisando todo libro que nombrara la palabra vampiro y termine poco antes de la hora de cierre. No había nada allí dentro que me ayudara, tampoco sabía cómo Carlisle sabia tanto. Si lo llego a volver a ver me voy a acordar de preguntarle.
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SOULLESS
FanfictionSe te ha dado la oportunidad de volver a la vida, pero por alguna razón te has despertado en el año 1975 en Hogwarts y tus padres estan vivos. Mientras tu hermano y tus amigos se enfrentan a los peligros que dejaste atras en 1997, vos conoces nuevos...