Diario de Juan

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27 de enero del 2° año de ocupación.

Querida Justine:

Espero que no te estés preocupando innecesariamente por mí, estoy bien. Antes de nada, tengo una sorpresa que contarte: he encontrado a Ícaro. Como lo oyes, está vivito y coleando y en perfectas condiciones físicas y psíquicas. Para ser sinceros, fue él el que me encontró primero y, además, con mucha fortuna para mí, pues me salvó la vida.

Supongo que ya te habrás enterado del ataque que sufrimos en las inmediaciones de Piotrkow. Un solo caza extraterrestre destruyó completamente el convoy y la base. No nos dio tiempo a realizar ni un solo disparo, aunque de nada hubiese servido. Apareció de la nada y nos barrió como moscas. No creo que quedará nadie con vida, salvo yo mismo, y gracias a que apareció Ícaro en el último momento y derribó la lanzadera.

Tenías que haberlo visto, fue espectacular, la encañonó con su revólver y la borró del mapa de un solo tiro. No tengo ni idea de quién ha podido enseñarle a disparar así, pero que Dios le bendiga.

Estamos bien, tranquila, sanos y salvos, por lo menos hasta la fecha. Comunica las buenas noticias a todos, y especialmente a Laura.

Ahora nos encontramos en una cabaña, al norte de un pueblo llamado Dobrusca, a doscientos kilómetros de Praga, en la zona ocupada. No te preocupes, es por motivos de seguridad. Este es el sector que nos ofrece mayor protección en este momento, no se les ocurrirá buscarnos aquí. Lo más probable es que barran la zona libre próxima al ataque y que vigilen la "Línea", para evitar filtraciones.

El sitio es muy acogedor y está muy bien acondicionado, aunque hace un frío de mil diablos. No tenemos ni agua corriente, ni electricidad. La luz artificial que necesitamos la sacamos de unas bolas de energía alienígena, que Ícaro sabe utilizar y que también nos proveen de calor. No me preguntes como las ha conseguido. El caso es que funcionan a base de una sustancia denominada "Sicónium", que los extraterrestres utilizan para casi todo, desde combustible para sus naves, hasta para armamento.

Estamos alejados varios kilómetros del pueblo, al borde de unas montañas rocosas. Supongo que esta cabaña pertenecía a algún cazador. Desde la cima podemos divisar todo el valle. Es un buen puesto de vigilancia. Si nos localizan tenemos varias rutas de escape, y un todo-terreno que cogimos en la base militar de Piortkow, que como te he dicho, ya no existe.

Tenemos suficientes víveres y agua como para alimentar a un regimiento. ¡Ah!, tenemos jamón, jamón serrano, Ícaro lo consiguió en una galería de alimentación del norte de Stuttgart. Parece ser que el sur de esa ciudad ha desaparecido y en su lugar hay ahora un profundo cráter.

Durante la noche hemos visto pasar varias formaciones de lanzaderas. En cuanto pase algún tiempo y notemos que se han calmado las cosas trataremos de acercarnos a la zona libre y, desde alguna de las bases de la resistencia, te enviaré esta carta.

Sólo llevo dos días separado de tí y ya te echo mucho de menos.

Dales un abrazo a todos, y para tí el mejor y más fuerte beso del mundo... libre.

Os quiere: Juan

HISTORIA DE LAS GRANDES GUERRAS. "G - 2° Gran Guerra"Donde viven las historias. Descúbrelo ahora