Hoy era el día, el gran día de mi gran amiga. Hoy dejaba la soltería para convertirse en una mujer casada.
En mi vida pensé verla casada. Y ahora que lo pienso, ¿cómo me vería yo casada? Con ese hermoso vestido blanco, el velo súper largo, el peinado, el maquillaje y todas esas cosas que hacen feliz a la novia.
Mis padres siempre me han inculcado que debo vestir de blanco ese día tan importante y casarme en una iglesia por mi religión. Primero debo buscar a un novio, o mejor dicho, debo establecerme con un buen trabajo ya que la universidad la di por perdida por tantos viajes que he realizado en estos meses y luego debo ponerme a buscar a ese hombre que me ame y quiera dar ese gran paso.
Podría ser Neymar o podría ser Chencho, o simplemente ninguno. Incluso podría ser Cristiano, pero él para mí es muy mayor y no sé si me vería relacionada con él.
Abrí mis ojos y parpadee varias veces, mire la habitación bien y no estaba ni en casa de Veró ni en casa de Naty; otra habitación desconocida. Me despojé de las sabanas y estire mi cuerpo. Me levante y fui hacia la ventana, había un pequeño balcón, moví un poco el vidrio de la ventana y una corriente de aire paso por mi cuerpo. Me acerqué un poco más y mire, estaba en un hotel a varios pisos del suelo. La playa se veía y podía notarse que habían personas en ella: jugando, bañándose, trotando, montando bicicleta, etc.
Después de admirar el paisaje que estaba frente a mis ojos, volví adentro y cerré la ventana. Fui al baño, hice mis necesidades, me cepille los dientes y entre a la tina para darme un relajante baño. Después del baño, salí con una toalla al rededor de mi cuerpo. Salí rápido y con frío del baño; obviamente el aire acondicionado de la habitación seguía encendido y titiritaba del frío, tome el control y lo apague.
- Uhhh!! - dije entre cortado.
Mis labios temblaban y pasaba mis manos por mis brazos para conseguir un poco de calor, pero fue en vano.
Busque en el clóset y noté parte de mi ropa ordenada y la maleta abierta con solo un par de tacones, unas vans, unas sandalias bajas y mi quiet de maquillaje. No sabía qué hacer, no sabía si ponerme ropa o colocarme el vestido de una vez. Y hablando de él no está en el clóset. Conseguí una bata color marfil y llevaba una nota. Sin dudarlo la tome y leí:
Querida madrina de mi boda.
Tu vestido está en mi habitación. Las chicas y yo estaremos allí para la sesión de fotos y nos cambiaremos juntas, como las mejores amigas que somos. Nos vemos en la habitación 517 a las ocho en punto.
No llegues tarde.
Att: Naty.
Sonreí y tome la bata, no sin antes colocarme ropa interior. Noté que al lado de mi maleta habían unas pantuflas blancas, pero parecían unas sandalias solo que acolchadas. Supuse que también iría con la bata, así que me las puse.
Tome mi iPhone, lo encendí y vi la hora; era las siete y cincuenta. Debía correr para llegar a tiempo. Tome mi cepillo y peine mi cabello, coloque la cámara frontal de mi iPhone y me tome una selfie. La subí a Instagram y al instante comencé a recibir notificaciones de 'me gustas' y de comentarios.
.
.
.
Después de un rico desayuno, y de un gran par de selfies, llegaron el fotógrafo con todo su equipo y los estilistas. Comenzaron a maquillarnos y a realizarnos un peinado básico para unas fotos donde saldríamos nosotras. Después de un momento, mire a las chicas y estaban igual que maquilladas que yo; un simple maquillaje al natural y unos bucles. Incluso, la novia estaba igual.
ESTÁS LEYENDO
Love, Sex and Soccer (Neymar Jr.)
Fanfiction¿Cómo distinguir si es capricho o es amor? Estoy en un enredo, corazón.