Caminamos en medio de una amena conversación donde la tensión había desaparecido casi por completo y rápidamente llegamos al parque, el cuidador de las lanchas nos dio el mejor de ellos y después de unos 15 minutos ya estábamos navegando en las tranquilas aguas pueblerinas.
- Cuando era pequeño, mi papá siempre me traía aquí ¿ves esas montanas de allá? – señaló a la distancia y mire asistiendo - yo le preguntaba a él que había detrás de ellas - sonrió emocionado - y siempre tenia la respuesta adecuado aunque no fuera verdad.
- ¿Y que te decía? - me interese.
- Que detrás de ellas estaba el mar y yo creía en su respuesta y soñaba con ello.
- ¿Aún es tu héroe?
- Siempre lo sera - su mano jugo con el agua - el simplemente es todo lo que yo quiero ser.
Una leve nostálgica me invadió - yo no tengo recuerdos de mi padre - un nudo en la garganta se me formo - simplemente a el no le interese.
- Lo siento, Ángeles, yo no quería...
- Descuida, no tienes porque privarte de tus recuerdos - toque el agua - ¿de verdad piensas quedarte aquí para siempre?
- Si - su mirada busco la mía - quiero hacer mi vida aquí junto a la mujer que amo.
- Enrique.
- Dame la oportunidad de conquistarte, Ángeles - toco mi mano - quiero hacerte feliz, demostrarte que conmigo no te faltara nada.
- No puedo corresponder a tu amor y he sido clara, simplemente yo no quiero a nadie en mi vida por los momento, tengo muchas cosas en mente.
- Ángeles, dime la verdad ¿te sientes atraída por Erick?
- ¿Que? - lo mire rápidamente - ¿que te hace pensar eso?
- He escuchado cosas.
- No se lo que hayas escuchado, pero son chismes, es lo único que hacen en este pueblo. – eleve el tono de voz.
-Ángeles, el te mira de manera diferente, mi madre me dijo ayer...
- Es que debí suponerlo – la molestia se notaba en mi cara - tu mama es la que te dio esas ideas, pues dile que antes de hablar averigüe como son las cosas, entre Erick y yo no sucede nada, el es un sacerdote y yo no lo puedo verlo de otra manera.
- Cálmate, mi madre solo dijo que su cercanía era muy extraña.
- Llévame al muelle, por favor, no quiero seguir aquí.
-Ángeles, yo solo te estaba contando lo que mi madre me dijo, ademas no es la única, muchos andan diciendo lo mismo.
- Llévame al muelle ¡quiero irme a mi casa, Enrique!
-Ángeles...
- ¡Que me saques de aquí! - lo mire furiosa - ya no quiero estar mas aquí ¿es mucho pedir?
- Lo siento - tomo los remos y dio la vuelta - no quería hacerte sentir mal.
¿Como se atrevía a decirme eso? Estaba mas furiosa aun, pero lo peor es que el pueblo estaba hablando de ambos ¿es decir que ellos también lo han notado? Una sola semana y el mundo se había vuelto loco.
- Perdón, María de los Ángeles - hablo Enrique nuevamente una vez estuvimos en el muelle - ¿te acompaño a casa?
- ¿Que parte de quiero estar sola no entiendes? - dije al borde de la desesperación.
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ME ENAMORÉ DE TI
Teen FictionEl amor y la vida siempre nos ponen en situaciones complicadas que casi nunca entendemos, pero dicen por ahí que el corazón jamás se equivoca, ¿será cierto? En un pequeño pueblo se desatara una historia de amor no convencional entre una pareja que...