Capítulo 28

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Finalmente me decidí, después de 15 minutos de estar parada frente a la puerta de Karol, golpee, tenía todas las ideas desordenas y no sabia como iba a reaccionar, ella no era de las personas que solía hacer caso al primer llamado así que volví a intentarlo, jugué con las llaves de mi departamento hasta que la puerta se abrió, ahí estaba la rubia, con su pijama de dormir púrpura y el cabello despeinado, sus cejas se unieron al verme y abrió más la puerta – Ho... hola – me sonrió solo como ella podía hacerlo – eres la última persona que pensaba ver iniciando la semana.

-Hola, Karol – abrace mis cuadernos - ¿puedo pasar?

-Adelante – bostezo y entre, era claro que no había ido a la universidad por quedarse durmiendo – no sé a que has venido. – cerró la puerta.

-Ya que lo dices – quede frente a ella – vengo a decirte que descubrí tu mentira. – a pesar de que quería gritarle mi voz era calmada.

-¿Tan pronto?

-Si – alce la ceja – no pensé que me odiaras tanto.

-Ángeles, no te pongas en ese plan, por favor – se burlo y se sentó en el sofá individual de su sala – ya me descubriste, no sé qué más quieres que te diga.

-Quiero escuchar de ti el porque – la mire a los ojos – no se que es lo tienes, pensé que eras mi amiga y ahora me entero que todo este tiempo me has odiado en secreto.

-Pues si – se levanto – te he odiado desde que éramos niñas, siempre fuiste la mejor en todos, tenias la atención de todos los chicos mientras que yo siempre tenía que ganarme las cosas – se acerco a mi – y por eso quería que sufrieras pensando que tu adorado padre te era infiel con tu mejor amiga.

-No lo lograste.

-No, pero te hice pasar un mal rato y eso es lo que cuenta – empezó a reírse – es que no se porque nadie te quiere traicionar, hasta tu ex novio te era fiel, sabes – dejo de reír – yo me le ofrecí y el muy idiota me desprecio.

-No puede ser que hayas llegado a tanto.

-Créelo, jamás me conociste por estar en tu mundo fresa donde solo había espacio para ti y para nadie más, decías que eras mi amiga pero ni siquiera me conocías – se cruzó de brazos – no soy buena como todos piensas, así soy yo, mi juego siempre es doble.

-No puedo hacerte cambiar si no quieres pero estoy muy decepcionada de ti, yo siempre pensé que seriamos amigas.

-Ángeles, déjate de idioteces – bajo los brazos – pero para que veas que al menos te quiero un poquito, te voy a decir algo – enrollo un cabello en su dedo índice – no me vuelvas a buscar más, yo no quiero amigos, yo lastimo a las personas – su mirada era fría – así me educaron y no voy a cambiar.

-Pero quiero ayudarte, yo sé que las veces que hiciste cosas lindas por mí no fueron en vano.

-Claro que no fueron en vano, siempre pensé en mi – sonrío – nunca nada fue por ti y ahora que estoy de buen humor te voy a contar algo, fui yo quien ayudó a Roger para que descubrieran a Daniel, también fui yo la que empezó el rumor en el pueblo, también fui yo la que testificó en tu contra cuando estuviste en la delegación, también... – no la deje continuar porque mi mano impactó contra su cara en una sonora bofetada.

-No sabes cuánto aborrezco haberte conocido – las lágrimas rodaron por mis mejillas – espero algún día puedas arrepentirte de todo lo que has perdido por tus acciones. – camine hacia la puerta y la cerré con un fuerte sonido, corrí por los pasillos hacia el ascensor y una vez estuve fuera de ese edificio abrace mis libros con más fuerza y seguí llorando.

ME ENAMORÉ DE TIDonde viven las historias. Descúbrelo ahora